El evangelio de este domingo se
puede resumir en las dos preguntas que formulan los apóstoles.
Preguntó Tomás,
aquel que duda siempre: Señor, ¿a dónde
vamos? ¿Y cómo sabremos el camino? Jesús le responde: “Yo soy el camino, la
verdad y la vida”. Si crees en mí, si caminas conmigo… llegarás a la meta.
Y Felipe, el pescador de Betsaida, avezado
a contar la pesca por canastos, le pide: Señor, si conociéramos el fin de la
historia, ¡muéstranos el cielo y revélanos al Padre!
También nosotros vivimos con un
desasosiego permanente. No leemos la brújula. Ya no sabemos a dónde vamos ni de
dónde venimos… Preocupados por cuál será
el futuro de nuestros hijos, peor que el nuestro. El futuro de nuestra Iglesia
y de nuestra Congregación religiosa después de nosotros… ¡Si pudiéramos atisbar
el futuro por una rendija! ¡Si viéramos algunos resultados, aunque modestos!
Y el Señor nos contesta: No
renuncien a la fe ni a la esperanza. Disfruten del camino.
Repasemos la segunda lectura de 2
Pedro 2,4-9: Construyamos el edificio comunitario, del cual todos somos una
piedra (pequeña, solo una, pero viva e importante). Descansemos sobre la piedra
angular, que es Cristo, escogida y segura.
A la mente me viene el Viaje a Ítaca de Kadafis, con la música de
Ll. Llach: Traducción catalana:
“Quan surts per fer el viatge cap a Ítaca,
has de pregar que el camí sigui llarg, “Quan surts per fer el viatge cap a Ítaca,
ple d'aventures, ple de coneixences…
Has d'arribar-hi, és el teu destí.
Però no forcis gens la travessia.
És preferible que duri molts anys
i que ja siguis vell quan fondegis a
l'illa,
ric de tot el que hauràs guanyat fent el camí,
sense esperar que t'hagi de dar riqueses Ítaca. Ítaca t'ha donat el bell viatge”.
Traducción castellana:
“Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo, “Cuando emprendas tu viaje a Itaca
lleno de aventuras, lleno de experiencias. Pide que el
camino sea largo. Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca. Itaca te brindó tan hermoso viaje”.
Lo importante es que el Señor
Jesús es nuestro Compañero de camino y conoce bien el mapa y el itinerario. Él
es la Verdad que buscamos. La Vida ya se vive desde ahora, aunque no
completamente, siempre hay más Vida…