sábado, 23 de agosto de 2014

IMAGEN DE UNA NUEVA VIDA RELIGIOSA “EN SALIDA”

Es lo que deduzco de la contemplación de esta fotografía reciente. 

El domingo 17 de Agosto de 2014, en el 124 Aniversario de la Fundación de los MSSCC. Lugar: La Ermita de Sant Honorat, en la mística montaña de Randa, cuna de la Congregación, en el corazón de la isla de Mallorca. 

Hippolyte Voka, congoleño, de 45 años, ya es un hombre maduro; no un jovencito como nosotros que profesábamos con la adolescencia todavía sin superar. 

Ante los Sagrados Corazones que una devota señora regaló al P. Joaquim Rosselló i Ferrà en su primera misa y que tantas veces lo acompañaron en la predicación de misiones populares por todos los pueblos.  También se divisa la talla de la “Moreneta” de Lluc, Patrona de nuestra Congregación, título bien merecido ya que su Santuario cobijó a los primeros congregantes, allí nos formamos los Estudiantes durante muchos años y en aquellas cumbres aprendimos a “volar como Salvador Gaviota” en los cielos de la isla y más allá. En presencia del Visitador General, del Delegado de los MSSCC de Mallorca y de los Padres de la Congregación aquí presentes. Ante una significativa representación del laicado que también se siente misionero (familiares, colaboradores, amigos y amigas…).


El P. Emilio, en una homilía bien cuidada, subrayó la importancia del momento presente, cuando nuestras vocaciones son sobre todo africanas, buscamos el enraizamiento en el carisma y experimentamos que el árbol de la Congregación, como sucede en la comunidad de Sant Honorat, está formado por dos ramas: la clerical y la laical.

Hippolyte, que se expresa bien en francés e inglés, rwandés, español y catalán, y creo que estudia alemán, hizo su profesión en la lengua de esta Congregación mallorquina por sus orígenes.

Se le preguntó con el ritual en la mano si se sentía llamado a ser un contemplativo del Dios Vivo, por los caminos del Amor que arde en los Corazones de Jesús y de María. Si quería ser signo permanente del Amor de Dios a la humanidad y a los traspasados de la historia de manera particular. Si se comprometía a contribuir para que nuestras comunidades fueran oasis de fraternidad en medio de un mundo inmisericorde. Si estaría disponible para ir a los lugares más necesitados como Misionero para ayudar a crear Iglesias locales allá donde germina el grano de mostaza del Evangelio.


Después de invocar a todos los santos, el profeso leyó públicamente su Profesión Perpetua.  El Visitador General le entregó el crucifijo misionero, y le dijo: “Confirmo que formas parte de muestra comunidad y eres miembro de esta Congregación de MSSCC, para que de ahora en adelante  todo  lo tengas en común con nosotros. Cumple fielmente el ministerio que la Iglesia te encomiende, ejercítalo en su nombre, como competente socorro y hiedra arrimada al báculo del Obispo”.  

Creo que todos pudimos experimentar de alguna manera lo que significa esta "Iglesia en salida", "Iglesdia en éxodo", de que nos habla el papa Francisco.