jueves, 27 de enero de 2011

Las bienaventuranzas de Don Samuel Ruiz (IV Domingo)


"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia".
"Bienaventurados los agentes de paz".

(En este IV domingo del año en que proclamamos la vigencia de las bienaventuranzas de Jesús de Nazaret, no podemos dejar de recordar al obispo emérito de Chiapas (México) que acaba de fallecer. Y me place hacerlo con unos fragmentos del comunicado del Comité Clandestino Revolucionario Indígena del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Firmado por el sub-comandante Marcos, que ha querido reaparecer después de mucho tiempo para rendir homenaje al Tatic Samuel, al Padre Obispo tan controvertido. Y con él a todos los que queremos ponernos de parte de los débiles de la tierra).

ENERO DEL 2011.

AL PUEBLO DE MÉXICO:

El Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional manifiesta su pesar por la muerte del Obispo Emérito Don Samuel Ruiz García.

En el EZLN militan personas con diferentes credos y sin creencia religiosa alguna, pero la estatura humana de este hombre (y la de quienes, como él, caminan del lado de los oprimidos, los despojados, los reprimidos, los despreciados), llama a nuestra palabra.

Aunque no fueron pocas ni superficiales las diferencias, desacuerdos y distancias, hoy queremos remarcar un compromiso y una trayectoria que no son sólo de un individuo, sino de toda una corriente dentro de la Iglesia Católica.

Don Samuel Ruiz García no sólo destacó en un catolicismo practicado en y con los desposeídos, con su equipo también formó toda una generación de cristianos comprometidos con esa práctica de la religión católica. No sólo se preocupó por la grave situación de miseria y marginación de los pueblos originarios de Chiapas, también trabajó, junto con heroico equipo de pastoral, por mejorar esas indignas condiciones de vida y muerte.

Lo que los gobiernos olvidaron propositivamente para cultivar la muerte, se hizo memoria de vida en la diócesis de San Cristóbal de Las Casas.

Don Samuel Ruiz García y su equipo no sólo se empeñaron en alcanzar la paz con justicia y dignidad para los indígenas de Chiapas, también arriesgaron y arriesgan su vida, libertad y bienes en ese camino truncado por la soberbia del poder político.
............................................

El grotesco desfile de personajes de la vida política local y nacional frente al féretro de Don Samuel no es para honrarlo, sino para comprobar, con alivio, que ha muerto; y los medios de comunicación locales simulan lamentar lo que en realidad festinan.

Por encima de todos esos ataques y conspiraciones eclesiales, Don Samuel Ruiz García y l@s cristian@s como él, tuvieron, tienen y tendrán un lugar especial en el moreno corazón de las comunidades indígenas zapatistas.

Ahora que está de moda condenar a toda la Iglesia Católica por los crímenes, desmanes, comisiones y omisiones de algunos de sus prelados…

Ahora que el sector autodenominado 'progresista' se solaza en hacer burla y escarnio de la Iglesia Católica toda…

Ahora que se alienta el ver en todo sacerdote a un pederasta en potencia o en activo…

Ahora sería bueno voltear a mirar hacia abajo y encontrar ahí a quienes, como antes Don Samuel, desafiaron y desafían al Poder.

Porque est@s cristianos creen firmemente en que la justicia debe reinar también en este mundo.

Y así lo viven, y mueren, en pensamiento, palabra y obra.

Porque si bien es cierto que hay Marciales y Onésimos en la Iglesia Católica, también hubo y hay Roncos, Ernestos, Samueles, Arturos, Raúles, Sergios, Bartolomés, Joeles, Heribertos, Raymundos, Salvadores, Santiagos, Diegos, Estelas, Victorias, y miles de religios@s y seglares que, estando del lado de la justicia y la libertad, están del lado de la vida.

En el EZLN, católicos y no católicos, creyentes y no creyentes, hoy no sólo honramos la memoria de Don Samuel Ruiz García.

También, y sobre todo, saludamos el compromiso consecuente de l@s cristian@s y creyentes que en Chiapas, en México y en el Mundo, no guardan un silencio cómplice frente a la injusticia, ni permanecen inmóviles frente a la guerra.

Se va Don Samuel, pero quedan muchas otras, muchos otros que, en y por la fe católica cristiana, luchan por un mundo terrenal más justo, más libre, más democrático, es decir, por un mundo mejor.

Salud a ellas y ellos, porque de sus desvelos también se nacerá el mañana.

¡LIBERTAD! ¡JUSTICIA! ¡DEMOCRACIA!

Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN.

Teniente Coronel Insurgente Moisés. Subcomandante Insurgente Marcos.

México, Enero del 2011.

miércoles, 19 de enero de 2011

EVANGELIO PARA JÓVENES: Invitación al baile (III Domingo: Mt 4,12-23)

1. ¿Dónde está nuestro Cafarnaún?

No sé si habrán notado que el arresto de Juan Bautista fue el desencadenante de la vida pública de Jesús. Entonces volvió a Galilea, su provincia de origen. Pero no a Nazaret, con su madre y su taller, sino a Cafarnaún, camino entre Egipto y el oriente, encrucijada de gentes paganas de diversas culturas. Distante del centro económico, político y religioso de la capital (Jerusalén). Entre “el pueblo que habitaba en tinieblas y en sombras de muerte, les amaneció la luz”. Jesús empezó a proclamar: “¡Conviértanse, porque está cerca el Reino de los cielos!”

Viviendo allá (como quien dice “caminando o paseando junto al lago de Galilea”), conoció a Simón (Pedro) y Andrés, Santiago y Juan, que faenaban en sus barcas. Y les dijo: “Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres”. Ellos, inmediatamente, dejaron el negocio y a su padre y le siguieron.

(“Dos pares de hermanos, señal de que el Reino es el lugar de la fraternidad. Jesús escoge trabajadores, porque El no necesita teoría sino acción. Los dos últimos dejan al padre, porque ahora van a estar al servicio del proyecto del Padre de Jesús. Jesús no pide que hagamos una cosa completamente diferente de aquella que hacemos. Pide que hagamos aquello que ya hacemos, pero ahora a favor de los otros. Y la primera cosa es descubrir las dolencias y enfermedades del pueblo… males generales, que impiden al pueblo tener libertad y vida” (I. Storniolo, Mateo. San Pablo. Bogotá, 1999, p. 55).

  • También nosotros tenemos que tomar nuestras decisiones y madurar. A veces pensamos que somos inútiles, ¿cómo podemos ponernos al servicio de los otros con nuestra vida y profesión? ¿Cuáles son las dolencias de nuestro pueblo y cómo podemos ayudar a curarlas? ¿Dónde está nuestro Cafarnaún?

2. ¿Quiere usted bailar con mí?

Es un título gracioso que sonó mucho. Voy a aprovechar el hermoso librito de Megan McKenna titulado Parábolas. Las flechas de Dios (PPC, Madrid 1997, cap. 1) donde comenta que el Bautista era una flecha afilada en manos de Dios (cfr. Is 49,1-2). Tal vez podrán pensar que no viene a cuento, que de Juan hemos hablado los domingos pasados. Pero creo que la flecha y la danza hacen una buena adaptación al mundo de los jóvenes de la llamada a los discípulos, tema que se reduce demasiado a la vocación religiosa y sacerdotal.

“Dios se sirve de Juan a la manera que un arquero se sirve de la saeta para atravesar los corazones de las personas alcanzadas. (Herodes y Herodías, su esposa adúltera, son heridos y reaccionan) con extrema violencia durante una cena. El precio de su vida fue un baile. (Lo que no saben estos dos prepotentes es que el baile era la vocación de Juan, desde el vientre materno: “irás delante del Señor para preparar sus caminos” Lc 1,76). Juan nos enseña la danza de la fe… Porque cuando María, con Jesús en su seno, va de visita a casa de su prima Isabel, Juan se agita. Es a él, a Jesús, a quien señala, y da patadas y saltos al reconocerlo, y empieza la danza del nuevo reino de los desheredados, los humildes y los pobres… La danza empieza con una mujer anciana, una joven y dos niños que están por nacer, en una colina fuera de Jerusalén. Cuando Juan crece, su baile le lleva hasta el desierto para vivir escondido en la mano de Dios, en la aljaba de Dios. Cuando se deja ver en el mundo y predica una nueva manera de vivir, un nuevo paso de danza, invita a los demás a introducirse en las aguas del Jordán, en las aguas del bautismo… ¡La flecha desconoce el blanco o la mano que la ha lanzado! (Cuando está preso) ya no se necesita más la flecha, porque (Jesús) el arquero, el que empuña la espada de doble filo, de mirada tierna y llena de justicia, ya no está encerrado en la aljaba de Dios, sino que está presente en medio de su pueblo… Y así, la vida de Juan termina con una danza, una de las viejas danzas del poder, de la intriga, de la desvergüenza y la rabia, y Juan pierde su cabeza”. Jesús de Nazaret nos invita a entrar en el baile del Reino.

  • Esta reflexión “nos cuestiona de forma apremiante si danzamos para el Reino. ¿Danzamos para prepararnos, a favor de la justicia y la esperanza, para Jesús y para el Espíritu, o danzamos para alguien que está en el poder?”
  • “Juan, la flecha, nos pregunta: ¿Hacia quién apuntamos? ¿Hacia el corazón de quién hemos sido enviados? ¿Para quién hemos sido elegidos por Dios? ¿Cuándo llegará nuestro tiempo de ser lanzados a la historia y a la esperanza de los pobres?”
  • Decía el filósofo Nietzche: “Sólo los que pueden almacenar dentro de sí la presión y el caos de la tensión pueden dar a luz una estrella que baile”. ¿Nos animamos a iluminar un poco las tinieblas de nuestra sociedad?
  • “Veamos: ha llegado el momento de quedarse al descubierto, sin protección alguna, de ser cuestionados por todo y por todos, de que se nos enseñen nuevos pasos de danza, de jugar a la “patata caliente” y de descubrir que nosotros somos esa patata caliente que caerá al fin en los brazos abiertos de Dios”. ¿Nos animamos a jugar a la “papa caliente”, a ejercer un papel comprometido en la sociedad?

viernes, 14 de enero de 2011

EVANGELIO PARA JÓVENES: Gavilán o paloma, tigre o cordero (II Domingo: Jn 1, 29-34)

Sé que - escribiendo para jóvenes, y especialmente para los grupos de laicos jóvenes dominicanos-, me debo limitar a uno o dos acordes de la extensa sinfonía que es el comentario del evangelio. Y reconozco que la primera música que me suscitó el de este domingo fue la canción, popularizada entre otros por José José y J. L. Perales,

“Gavilán o Paloma”:

“Amiga, hay que ver cómo es el amor

que vuela a quien lo toma - gavilán o paloma.

¡Pobre tonto, ingenuo charlatán, - que fui paloma por querer ser gavilán!”

En el comienzo del año, cuando hacemos los buenos proyectos, la liturgia nos pregunta: Y tú ¿qué quieres ser: Gavilán o paloma, tigre o cordero?

Jesús, el espejo en que nos miramos, hubiera podido encarnar cualquiera de los diversos tipos de mesianismo que había en Israel: El León de Judá (El Más Fuerte, el Liberador), por ejemplo; pero escogió “el Cordero de Dios que quita/que carga sobre sus espaldas el pecado del mundo”. Así lo señala Juan, otro león rugiente que acabará inclinando su cabeza a la espada antes de negar la verdad.

Tampoco se presentó como el Dios de los Ejércitos (Yavé Sebaot) o la Fuerza desmelenada de Sansón (Ruah Yahvé), sino en el vuelo de una paloma.

“Jesús vio que el Espíritu bajaba como una paloma (y permanecía) sobre él. Ese signo puede aludir a la paloma “sagrada” de diversas tradiciones religiosas, como ave mensajera del Dios (o de la Diosa) que desciende de forma protectora, cobijando bajo sus alas a unos hombres y mujeres que corrían el riesgo de perderse. De esa forma planea y desciende suavemente el Espíritu de Dios, sin la violencia militar del águila romana, sin el arrebato destructor de los poderes satánicos que irá mostrando el evangelio (cf. especialmente 5, 1-19; 9, 14-27). Según eso, Jesús no es un “poseso” dominado por un “ruah” o pneuma que le saca de sí (como a los guerreros y profetas extáticos del antiguo Israel), sino un hombre habitado por el Espíritu creador y salvador de Dios. Eso significa que su signo no será la guerra, ni el trance estático, sino el Espíritu de la creación y de la recreación del mundo” (X. Pikaza).

Bajó sobre él el ave del principio de la creación (Gen 1, 1-2), que planeaba sobre las aguas incubando el gran caos como un huevo fértil. El Espíritu de Dios desciende ahora sobre Jesús y lo convierte en mesías, creador de un mundo nuevo. Como el ave del diluvio que lleva en el pico una ramita de olivo, símbolo de paz y reconciliación (cf. Gen 8, 8-11).

Ahora te toca a ti elegir cuál será tu tótem, tu símbolo, este año: ¿Instrumento de paz o de violencia? ¿Agente de reconciliación o de saqueo y enfrentamiento? ¿Cordero o un tigre/tigresa malos?

Recuerdo aquellas catequesis campesinas, en las lomas de Jacagua, cuando entrábamos en calor con un canto de nuestro cancionero del Ejido que se popularizó en todo el país. Se llamaba precisamente Las Palomas, y el arzobispo de Santiago aseguraba que la tonada procedía de Los Yayales, una comunidad de Higüey:

“Las palomas están poniendo en los yayales,

cuando fuímos a buscar huevos, - huevos cuáles.

Las palomas están poniendo en los cayucos,

y los pobres están sufriendo - mucho, mucho”.

Jugábamos con una décima que dice: “La palomita del diluvio es un ave muy liviana, anda el mundo en una noche y le sobra la mañana”. Queríamos averiguar dónde pone su nido la palomita de Cristo, “la paloma, que es la Iglesia” (San Agustín). Cuesta buscarlo entre los tocones y los cayucos, con fe y perseverancia. Cuando aparece es mejor que el huevo de dos yemas.

Y luego me suben a la memoria aquellos talleres del Año del Jubileo (2000), en la Casa de Espiritualidad de La Islita (Santiago), cuando Luis Quesada hacía cantar a toda la asamblea:

“Ven, paloma, paloma mía, - ven, paloma, vuelo de amor,

ven, paloma, que vuelas alto, - ven, paloma, soplo de Dios.

Tú que vuelas con tus dos alas, - a nosotros enséñanos

a volar sobre nuestro mundo - para hacerlo mucho mejor.

Oración es una de ellas - y la otra, liberación;

las dos alas de ser cristiano - para hacer un mundo mejor.

Si tú quieres seguir el vuelo, - del Espíritu paloma ser,

ten dos alas toda la vida - y que seas como ella es”.

Escuchemos el testimonio de Juan: Yo no lo conocía, pero he visto el Espíritu como una Paloma sobre su hombro. He visto sus espaldas cargadas con el pecado del mundo, y el Cordero tatuado en sus brazos. Seguidle. Dad testimonio de que éste es el Hijo de Dios.

miércoles, 12 de enero de 2011

Diario Misionero del P. Joan Arbona (16)

Ya ha pasado un mes y un año desde la última comunicación.

En este primer día del 2011, con un calor de fuego, quisiera compartir con todos Udes. para que nuestra dimensión misionera vaya creciendo y profundizando cada vez más.

Primeras Comuniones en los Parajes.

Sierra Pailemán (80 km.) el domingo 14 de noviembre. A las 9 de la mañana ya llegaba a Sierra. Primero confesiones de los chic@s que tenían que hacer la primera comunión. Después padres y padrinos. A las 10 la Capillita estaba llena. También hubo un bautismo de una niña de unos 5 años. Una niña que no tiene cabellos. La primera vez que la vi metí la pata. Le dije: "¿cómo te pelaron tanto?", pensando que era varón. La mamá me responde "Padre, es una nena". Yo me callé. (Sin palabras). Preparamos las canciones, distribuímos las lecturas y empezamos. Todo en un clima de fiesta. Había familiares que habían venido por la fiesta. La catequista tenía todo bien organizado. Toda la celebración se desarrolló familiarmente. Con más ejemplos que palabras para que todos pudieran entender. Un brindis sencillo puso el punto final. Toda una mañana dedicada a la Comunidad. Un tanto cansado pero contento.

Aguada Cecilio (33 km,) el sábado 4 de diciembre. También fueron 7, como en Sierra, los que hicieron la Primera Comunión. Ellos la quisieron por la tarde, así los familiares podían quedarse hasta el domingo. También las catequistas lo tenían preparado. Y digo en plural porque la catequista principal se puso enferma y se tuvo que internar y otra, ya mayor, la suplió. El P. Pedro los días anteriores ya había celebrado el Sacramento de la reconciliación. Un chica me dice: "estoy contenta porque mi hermano mayor viene a la Misa". También aquí se consiguió un clima de fiesta comunitario. Experiencia de la fiesta en cristiano. Terminamos en la Capilla y me invitaron al Club social. Allá tenían preparada una gran mesa donde los comensales eran los comulgantes. No faltó el pastel apropiado y el brindis con gaseosa. Y me regalaron la copa con que brindamos con mi nombre y la fecha de la 1ª Comunión.

Adviento en Valcheta.

Nuestro Adviento, nuestro caminar esperanzado hacia la Navidad, está marcado por dos novenas. La de la Inmaculada y la del Niño.

La primera con el matutino "rosario de la aurora". De diferentes sectores, a las 6 de la mañana, se ponen en peregrinación hacia la Capilla de la Medalla Milagrosa. Un caminar, de 20 a 30 minutos, se hace rezando y cantando. A las 6, 30 tenemos la Misa del día y después cada uno al trabajo o a su casa. Y terminamos el día 8 a las 20 hs. con Misa en La medalla. Se hace la peregrinación de todos los días acompañados por "la Virgen Misionera" adornada con algunas flores de su casa. Esa novena pone un dinamismo a las diferentes Comunidades parroquiales de preparación, de oración, de esperar en Comunidad.

La novena del Niño. Se hace en cada "pequeña Comunidad". Construyen su "Pesebre" en la entrada de una casita o en el patio. El pesebre representa la cueva de Belén con las figuras del Misterio. Y se reunen todos los días para escuchar la palabra, rezar y cantar. Alguna vez el sacerdote participa y celebra la Misa en un ambiente familiar. Mi experiencia en dos de estas misas celebradas ha sido: En una Comunidad había varias mamás con sus pequeños. Los pequeños ponen un ambiente de vida y movimiento. A uno la mamá le da el pecho, lo alimenta con su vida. Otro que no puede estar sentado y tiene que correr. Varios que se ponen a jugar juntos. Ambiente muy natural que hace Comunidad, familia. En otra Comunidad al entrar a la casita hacía un calor sofocante y la misionera me dice: "P. Joan, así son las casitas de los pobres: calurosas en verano y muy frías en invierno". No tienen cielo raso, sólo la chapa para que al llover no entre el agua. Estas realidades nos acercan más a la primera y auténtica Navidad.

Bodas de oro sacerdotales del P.Pedro Mª Aznárez.

El P.Pedro fue P. General de la Congregación en el sexenio 1987-1993. En este sexenio celebramos el Centenario de la Congregación. Terminado el sexenio tomó sus maletas y de nuevo se vino a Argentina. Ya antes de ser General pertenecía a la Delegación del Plata. Su familia más próxima hace bastantes años que emigraron de Navarra a Buenos Aires.

Fue ordenado sacerdote en Roma el 17 de diciembre de 1960 y este año ha cumplido los 50.

Lo hemos celebrado en tres momentos: Primero en la reunión de Delegación tenida en Noviembre en Buenos Aires. Nos reunimos con sus familiares en nuestra Casa de Lugano y compartimos la Misa y la cena. Fue toda una sorpresa para él. Ambiente familiar y de "oro". La segunda el 13 de diciembre: El P. Obispo Esteban quiso que la reunión del Clero se celebrara en Valcheta para celebrarlo con el P. Pedro. Nuestra Parroquia está en el sur de la Diócesis. Algunos sacerdotes tuvieron que hacer más de tres horas de viaje.

Todos estuvieron presentes. Tuvimos unas horas de reflexión, revisión y compartir. Concelebramos la Eucaristía presidida por el P.Obispo y con "iter" vocacional que nos compartió el festejado. Después comida del cordero patagónico con ensaladas y torta de "50" preperada por feligreses. Un día muy según nuestro Carisma de "diocesaneidad". Como broche final no faltó el regalo melífluo del tarrito de miel, fruto de las abejas que cuida el P. Pedro.

Y la tercera en la Parroquial el mismo viernes 17. Con una comisión habíamos preparado el acontecimiento. El templo adornado con letras doradas de acción de gracias por los 50 años de servicio gratuito y generoso. Hubo una muy buena participación de la feligresía. La Eucaristía concelebrada por nuestra Comunidad y por el P.Daniel y Jesús Mª que habían llegado de las Comunidades de Lugano y 22 de Enero. En el primer banco sus hermanas Inés y Maxi. Fue una verdadera celebración, los cantos, las ofrendas, los abrazos, las felicitaciones toda una demostración de agradecimiento al P. Pedro. Y después cena a la canasta en el patio de la Casa Parroquial. La gente generosamente lo había preparado. Fue muy LINDO como acostumbramos a decir por acá.

23 FESTIVALCHETA.

El sábado anterior a Navidad, con el lema "Valcheta Canta y Celebra la Navidad", nuestro Municipio se viste de Fiesta. Este año fue el día 19. Desde principios de diciembre por nuestra radio "Luján" empieza la propaganda y llamado a participar. Poco a poco la canchita parroquial se va preparando. Un día el cartel, otro las luces, después buscar bancos y sillas de todas las Capillas. Además de ir anotando grupos musicales y de canto y donantes de ayudas. Creo poder decir que el "festi" ya tiene un nombre y toda una fama. En un ambiente que hace honor al lema. Llega el día esperado y el humo de leña y el sabor gustoso de los "choripanes" grita a juntarse para celebrar el acontecimiento navideño. En la canchita de 3 a 5.000 personas se llegan a reunir. Es muy lindo ver familias enteras desde abuelos a nietos. Todos compartiendo comida y bebida. Es para ver. Este año que la lluvia alegró nuestra Patagonia ha habido donación de varios corderos que se han podido degustar. Pero es muy lindo poder escuchar: "Padre, no les podré llevar ningún cordero, pero les llevaré una furgoneta de leña". Todo sirve y todo es necesario, lo importante es participar.

Un grupo de niños cantó varios villancicos, después canto y baile popular. Las horas van pasando y la gente no se cansa. Disfruta de las 4 paredes y del cielo estrellado. El P. Pedro dice:"La gente respeta el lugar, nunca han tenido problemas de peleas".

Ya ven que hemos tenido un mes de diciembre movido. Lo que se escribe en un párrafo lleva muchas horas de preparación y, como en todas partes, mucha gente que ofrece gratuitamente su generosidad = tiempo, manos, pies, cabeza... cansancio y horas de sueño.

Empecé a escribir el día uno y hoy ya estamos a 11... Termino desándoles un solidario y justo 2011.

Joan Arbona msscc.

miércoles, 5 de enero de 2011

EVANGELIO PARA JÓVENES: “Tú eres mi hijo/a amado/a”


1. El bautismo de Jesús

Cuando acabamos hoy el ciclo de Navidad, me gusta releer al poeta Carlos Bousoño imaginando cómo crecería, a sus 13-14 primaveras, para la vida y para la muerte, CRISTO ADOLESCENTE

“Oh Jesús, te contemplo aún niño, adolescente.

Niño rubio dorándose en luz de Palestina.

Niño que pone rubia la mañana luciente

cuando buscan los campos su mirada divina.

En el misterio a veces hondamente se hundía

mirando las estrellas donde su Padre estaba.

Un chorro de luz tenue al cielo se vertía,

al cielo inacabable que en luz se desplegaba.

Otras veces al mundo mirabas. De la mano

de tu madre pasabas con gracia y alegría.

Pasabas por los bosques como un claror liviano,

por los bosques oscuros donde tu Cruz crecía.

Niño junto a su madre. Niño junto a su muerte,

creciendo al mismo tiempo que la cruda madera.

Me hace llorar la angustia, oh Cristo niño, al verte

pasar por ese bosque junto a la primavera”.

Y a José L. Martín Descalzo, en su libro El joven Dios, que imagina el primer baño de Jesús, a sus 16-17 cuando le empieza la maravilla del bozo y del vello. Reverente, lo titula Corpus Christi (El Cuerpo de Cristo):

“Entró en el río

y su cuerpo era hermoso.

¿Habéis visto en las noches de verano cómo cruza el relámpago la bóveda del cielo?

Así hendió las aguas bautismales

como quien abre, sin tocarla, con la mirada, el corazón de una rosa.

Era limpio y fragante.

Era joven y ardiente.

Su piel y el agua parecían hermanos carnales

y el río le abrió paso

como la trompetería del órgano abre el gozo de dos novios.

¿Era un hombre o una música?”

También Mateo, el evangelista, ha imaginado el bautismo de Jesús, joven adulto, y como, una vez bautizado, sale del agua para su presentación pública: “En esto el cielo se abrió, y Jesús vio que el Espíritu de Dios bajaba sobre él como una paloma. Y se oyó una voz del cielo, que decía: “Este es mi Hijo amado, a quien he elegido” (3, 16-17).

2. Estas palabras también se dirigen a nosotros/as

El famoso maestro de espiritual H. Nouwen dedicó a este tema un magnífico librito: Tú eres mi amado. (Lo pueden conseguir en PPC. Madrid, 1994, o en la red http://www.scribd.com/doc/35207105/Nouwen-Henri-Tu-Eres-Mi-Amado)

Dice que esta expresión “Tú eres mi amado” revela la verdad más íntima al ser humano, independientemente de la tradición religiosa que se profese.

“El mayor regalo que puede darte mi amistad es el don de la condición de amado... Hay una voz, la voz que habla desde arriba y en nuestro interior, y que me dice como un murmullo, o de forma arrebatada: “Tú eres mi amado, en ti me complazco”. No es fácil escucharla en un mundo lleno de voces que gritan. “No eres atractivo, todo lo contrario, eres un ser repulsivo, no vales para nada, eres un ser despreciable...” Cuando hemos llegado a creer en las voces que nos dicen que somos despreciables, indignos de ser amados, a continuación, el éxito, la popularidad y el poder son percibidos fácilmente como soluciones atractivas.

Esta voz suave que me llama “mi amado” me ha llegado por infinitos caminos. Mis padre, amigos, maestros, estudiantes y personas ajenas a mí, que se han cruzado en mi camino... Pero de alguna manera todos estos signos de amor no fueron suficientes para convencerme de que era amado”.

Es dentro de ti, en el silencio interior, que has de escuchar la voz que te llama “el amado”. Si la descubres, “es como hallar un pozo en el desierto”.

Entonces empieza un camino espiritual, guiado por un mapa que no te dejará perdido en la desorientación. Pero esto se muestra a lo largo del Año Litúrgico, digamos que una etapa x semana. Nouwen lo trata en los diferentes capítulos de su librito: “Cómo convertirse en el amado (Cogidos, Bendecidos, Rotos, Entregados). Vivir como el amado”.

En este domingo, mientras tanto, celebremos también nuestro Bautismo, escuchemos la voz cálida del Padre que nos dice: “Te amo”. Y recémosle como en la famosa canción carismática:

“Hazme volver a tu río, Señor;
hazme beber de tu río, Señor;
hazme vivir por tu río, Señor,
hazme volver, hazme beber, hazme vivir”.

¡Que tengan un hermoso domingo!

Fotografía: Bautismo de Jesús de Piero della Francesca