viernes, 26 de febrero de 2010

Los MSSCC en Sagua la Grande, Cuba (1)


En este mes de febrero que estamos a punto de finalizar, nos han llegado vientos de Cuba. Se han cumplido los 150 años del templo parroquial de Sagua la Grande y el párroco, P. Pablo, nos ha escrito invitando muy amablemente a la Congregación y agradeciendo los mensajes recibidos. Yo soy uno de los que vivieron aquellas páginas agitadas. Fui destinado a cumplir tres años de maestrillo en el colegio Sagrado Corazón, allá cumplí mis primeros veinte, pero sólo pude durar un año a causa de los enfrentamientos de la Revolución con la Iglesia Católica. Y bien que lo sentí hasta las lágrimas... Aprovecho para hacer memoria de nuestra presencia en la isla, y empiezo con la carta que nos envía el párroco de Sagua.


Celebración de los 150 años de la Parroquia

"Sagua la Grande, 25 de febrero 2010

Empezamos el día viernes, 19 de febrero, día del 150 aniversario del templo parroquial con un toque de campanas a las 8am. En ese momento comenzó a sonar el teléfono preguntando el por qué. Volvimos a tocar las campanas a las 12m. Hemos intentado dar a conocer este aniversario a la población pero se nota la falta de medios de comunicación a nuestra disposición. ¡Menos mal que tenemos las campanas todavía!

Desde el principio de febrero, por dos semanas, hemos hecho una “misión” en los diferentes barrios: de lunes a viernes a las 8pm hicimos encuentros, cada día en una casa en un barrio diferente, hablando de la historia del templo parroquial – muchos la estaban escuchando por primera vez – y la importancia de celebrar este aniversario como agradecimiento a nuestros antepasados y para recordar nuestro compromiso de dejar esta fe a las nuevas generaciones. Hablamos también de la importancia de cada uno aunque cada cual tiene una tarea distinta – igual que las piedras de la iglesia: unas abajo, otras arriba, unas se ven y otras no – y la idea bíblica que nosotros mismos somos piedras vivas de la Iglesia. Tuvimos un encuentro previo con el grupo de laicos misioneros de la parroquia que ayudaron en estos encuentros especialmente los días en que ni yo ni las hermanas Franciscanas de María Inmaculada que ayudan en la parroquia pudimos ir. La segunda semana coincidía, de hecho, con una visita canónica – vino la visitadora de Colombia, el país de origen de estas religiosas que presentemente sirven en la parroquia - que dejó como fruto una tercera religiosa, porque desde noviembre se quedaron sólo dos.

Para celebrar el aniversario trabajamos sobre otro proyecto: recoger información, documentos, fotos, experiencias de anteriores párrocos, religiosas y de laicos sobre la parroquia. Logramos lanzar una multimedia el miércoles de ceniza después de la Misa de 8pm. No estaba todavía terminada porque queríamos añadir las fotos de la misma celebración que tendría lugar dos días después. Será otra manera, más moderna, como llegar a más personas.

Poco antes de las 8pm llegó el Nuncio Apostólico en Cuba, Mons. Ángelo Becciu – lleva solamente 4 meses en la isla – acompañado del Obispo de la Diócesis, Mons. Arturo González Amador. Su primera visita a la diócesis lo trajo a la parroquia de Sagua justamente para presidir la Misa de Acción de Gracias por este aniversario. Después de besar la cruz que le preparamos, el Nuncio entró el templo rociando el agua bendita sobre la gente que ya llenaba el templo. Fue a saludar al Santísimo – en ese momento sonaron las 8pm - y después de unos momentos de oración en silencio, el obispo presentó al Nuncio a la gente entre aplausos. Se sentaron en las butacas preparadas para la ocasión e inmediatamente dimos inicio a un concierto de música sacra presentado por el Coro de Cámara Audinos de Santa Clara. Es un coro profesional, uno de tres en toda Cuba que tiene solo varones – eran 14 con el director, todos jóvenes – que por primera vez estaban actuando en Sagua. Radio Sagua quiso grabar el concierto… y no negamos el permiso.

El concierto duró media hora y luego nos preparamos para la Santa Misa. Concelebraron con el Nuncio y el Obispo dos párrocos anteriores, el P Pablo Álvarez, de las Islas Canarias – hoy vicerrector en el seminario de La Habana – y el P Elvis Ley, cubano – hoy párroco en Sancti Spiritus. Estaban fuera de la isla el obispo de Holguín Mons. Emilito y el Vicario General Mons. Arnaldo, párrocos en los años 80 y hasta el 2003. Vinieron representantes de las 4 congregaciones religiosas que en Sagua dejaron sus huellas: las Religiosas Apostolinas, las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, las Hijas de la Caridad de S Vicente de Paúl y las Religiosas de María Inmaculada. Invitamos también las autoridades del Gobierno y del Partido Municipal como también las responsables de Cultura. Tuvimos también la presencia de algunos hermanos de Iglesias Cristianas – presentemente están la Iglesia Adventista, Bautista, Evangélica Pentecostal, Pinos Nuevos y Presbiteriana – como también de las Logias. No es posible traducir en palabras los sentimientos y la atmósfera de esta celebración, la participación, el calor humano, la alegría… También los ausentes estaban presentes y al final de la misa se leyeron los mensajes emotivos que enviaron los padres Misioneros de los Sagrados Corazones: P Josep Amengual i Batle, Jaume Reynés, Bartomeu Pericás y Vicente Elío, y la Hna Apostolina Zonia Gamito: todos recibidos con un fuerte aplauso y con muchos recuerdos.

No se puede hablar de toda la celebración pero uno de los signos que más llegó a la gente fue durante el ofertorio. Como estábamos recordando el aniversario del templo, un joven del Grupo Juvenil Parroquial hizo una maqueta del templo y la dividió en cuatro partes que fueron presentadas por parejas de edades diferentes: un niño y una niña presentaron el piso, 2 adolescentes, las paredes, 2 jóvenes, el techo, y un matrimonio adulto, el campanario. El Nuncio recibía la ofrenda de la mujer y la entregaba al varón que iba a colocarla en una alfombra que se preparó para la ocasión – una alfombra no de tela sino de flores, hierba y otros materiales y que representaba el Parque – y allí se armó el templo parroquial. El pan y el vino fueron presentados por un seminarista y una religiosa joven Hc, ambos miembros de la parroquia.

Hasta el Nuncio se emocionó y al final de la Misa pronunció unas palabras espontáneas para manifestar su alegría al participar en esta celebración. Entre otras cosas dijo que antes de venir buscó por internet sobre Sagua pero ahora vio que la realidad es mucho mejor y se queda impresionado por la fe que el pueblo cubano ha logrado mantener. Ya ha pasado casi una semana y la gente por la calle me ve y felicita. Ciertamente no es un trabajo de una persona. Son muchas las personas que aportaron su granito y entre ellos están también ustedes que aunque no pudieron estar presentes nos mantuvimos presente en sus oraciones y pensamientos. Por eso al finalizar la Misa empecé mis palabras con un refrán que he escuchado algunas veces y que veía que vale la pena decirlo en esa ocasión: no somos todos los que estamos, ni estamos todos los que somos.

Que el Señor siga bendiciéndonos a todos y que nos de la fuerza y la ayuda para saber servir como Él. Estoy terminando esta carta en un día especial para la Iglesia en Cuba: hoy se recuerda la muerte del siervo de Dios el Padre Félix Varela, el “santo cubano” según José Martí. Que su intercesión otorgue a la Iglesia y al pueblo de Cuba un amor igual que de él hacia Dios, el prójimo y la patria y a nosotros sacerdotes, en el Año Sacerdotal, un amor al ministerio hasta el final, pase lo que pase.

En Cristo, verdadero templo

P Pablo Buttigieg


Las fotos están tomadas de los blogs de Reinaldo Cedeño y de Yoel Rivero


jueves, 25 de febrero de 2010

Creemos que Dios no nos envía a condenar a nadie

Este es el primer artículo del credo de los misioneros de los sagrados corazones, recogido en las Reglas de 1983, art. 15, después de la renovación post-conciliar, con cita anexa de Jn 3,17. Pero tengo la impresión que debería enriquecerse con alguna cita carismática. Cuando se menciona el tema entre nosotros, solemos hacer referencia a la corrección que hizo el Fundador al gran misionero de las Baleares, P. Jaume Rosselló: “Hable más del cielo y menos del infierno... “

Me animo a ofrecer algunas pistas para la profundización y evaluación de tema tan importante en esta cuaresma. Me limitaré a hacer un ejercicio de relectura de los Piadosos Ejercicios que escribió el P. Joaquim en honra de los Sagrados Corazones, meditaciones de los días 9, 10 y 12.

La palabra misericordia se encuentra unas 40 veces. Suele ser la petición más solicitada (“Tened misericordia de mí”), con este sentido: “¡Benditísimos Corazones! Misericordia ha sido vuestra el no haber acabado conmigo y condenándome, habiéndolo merecido tantas veces por mis innumerables pecados” (dia 4).


La paciencia de los SS. Corazones


“No hay ser más horrible, creatura más fea y abominable a los ojos de Dios, que un alma en pecado. Dios la odia. Dios en cumplimiento de su justicia, se ve precisado a castigarla en este mundo con penas temporales, y en el otro, si muere en la obstinación, con penas eternas”.

Innumerables son los ejemplos que cita del Antiguo Testamento (Castigo de los Ángeles, de Adán, de Caín, de Sodoma y Gomorra, de Datán y Coré, del pueblo en el desierto, de Saúl) y en el Nuevo, “de Jesucristo mismo castigado por su Eterno Padre con la mayor severidad hasta permitir que se le diese muerte afrentosa en cruz”.

“¡Desgraciados hijos de Adán! si los Sagrados Corazones no se hubiesen empeñado en su redención”.


Puede sorprendernos que la misericordia se llame, en primer lugar, “paciencia de los Sagrados Corazones”.

“Es una verdad de fe, que Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva (Ez 33,11). No he venido, decía el Divino Salvador Cristo Jesús a los escribas y fariseos, a buscar a los justos sino a los pecadores (Mt 9,13; Mc 2,17), los que están enfermos( Lc 5,31), misericordia quiero y no sacrificio ( Mt 9,13 51; Lc 9,59) Y a los discípulos que le rogaban mandase bajar fuego del cielo para castigo de los de Samaria, que no le habían querido recibir les dijo: no sabéis a que espíritu pertenecéis, no vine a perder sino a salvar ( Lc 9,55)”. Mas, en donde mejor se ve la paciencia del Corazón de Jesús y del Corazón de su Inmaculada Madre en tolerar a los pecadores es en la cima del Gólgota, cuando perdonan a sus verdugos (Lc 23,24).


“¡Pacientísimos Corazones! y ¿quién no se llenará de estupor al considerar tanta bondad, tanta mansedumbre, tan inalterable paciencia en sufrir a los pecadores…? ¿Quién no se llenará de esperanza…? ¡Qué fuera del mundo a no mediar la paciencia de los Sagrados Corazones!” (día 9).


El sufrido amor paterno-maternal


El P. Joaquim compara la misericordia divina al amor paterno-filial. “No hay padres que deseen tanto el bien y prosperidad de sus hijos, cuanto los Sagrados Corazones desean la salvación de los pecadores. ¡Qué no hace un padre, una madre, por los que considera ser pedazos de su corazón!... Todo viene a ser nada en comparación de los cuidados, sacrificios, molestias que se toman los Sagrados Corazones de Jesús y de María por la conversión de los pecadores”.

A este fin (“por nosotros y por nuestra salvación”) envió Dios Padre al mundo a su Unigénito del seno de María, se encarnó y murió en la cruz. “Por nosotros y por nuestra salud cooperó también María a esa grande obra, sufriendo su Corazón Inmaculado cuanto sufrió su Hijo durante su vida en su sacrosanto cuerpo… Por nosotros y para que se salvaran los pecadores, se inmolaron juntos esos dos Sacratísimos Corazones, para satisfacer así a la divina justicia”.

Recurre a la historia entrañable del rey David, cortado a la medida del corazón de Dios (1Sam 13,14; Hech 13,22) que llora la muerte del hijo rebelde (2Sam 18). Al oráculo enternecedor de Isaías: “Filios nutrivi et exaltavi, ipsi vero spreverunt me. Ay, que crié hijos, los exalté hasta colmarles de beneficios, mas ellos me han despreciado" (Is 1,2). Al modelo de Saulo/Pablo, encontrado por Jesucristo, y convertido de perseguidor en apóstol (Hech 9).

El corazón se derrama en afectos sobrados, pues donde crece el pecado, abunda la misericordia: “Enternecido mi corazón y movido a contrición mi alma no puedo menos, Sacratísimos Corazones, de derramar abundantes lágrimas en testimonio de mi sincero arrepentimiento. Soy grande pecador, lo confieso, no hay mandamiento de vuestra santa ley que no haya quebrantado, no hay pecado que no haya cometido. De pies a cabeza me veo hecho un apostemia, una asquerosa llaga de vicios y de miserias ¿qué fuera de mí, Corazones Sacratísimos, si a vista de mi pasada y tan continua resistencia, me hubierais abandonado? Sin duda el infierno fuera mi morada. Continuad llamándome, continuad y sea el golpe de vuestra gracia que hiera mi endurecido corazón de sí tan recio, que me forcéis a abriros la puerta y a exclamar con Saulo, cambiando como él ya en otro: Señor ¿qué queréis que haga? Habéis de mi triunfado, benditísimos Corazones, rindo armas... No al mundo quiero seguir más en adelante, sino a vosotros, pues que sois mis amorosos dueños, mi tesoro, mi todo...” (día 10).


Áncora, arca, alcázar


“Innumerables son los males que aquejan a la humanidad… ¡Infortunados hijos de Adán! si lanzados en el borrascoso mar del siglo, si oprimidos bajo el peso de tantas culpas y calamidades y cerniéndose sobre el borde del eterno suplicio, no vislumbraran una arca de salvación, un lugar de refugio, un puerto donde guarecerse contra los huracanados vientos de este mundo, contra los asaltos del infernal enemigo.

Mas Dios rico en bondad y misericordia para con los hijos de los hombres, no ha querido careciesen de unos medios de sí tan necesarios y les ha dado en los Sagrados Corazones de Jesús y de María ese puerto seguro, en donde, ¡pobres náufragos! combatidos siempre por las oleadas del pecado, pueden defenderse; ese alcázar inexpugnable, en que pueden refugiarse los que por llegar a ser un día tan crecido número de pecados, corren peligro de verse pronto víctima de las eternas venganzas! Ese lugar de paz y seguridad, contra el cual viniesen a estrellarse los filos de las huestes infernales y a cuya vista la justicia de Dios justamente airada cambiada en clemencia y en infinita misericordia”.

En el Corazón de la madre de Jesús, “viviendo aún en este mundo, se refugiaban (los discípulos), cuando tímidos, por sus enormes culpas, temían algún castigo. A ella acudió Pedro, después de sus negaciones, y alcanzó por su medio el perdón. A ese Corazón tiernísimo de Madre, si se hubiese acogido hasta el mismo Judas, como lo afirman algunos Padres de la Iglesia, hubiera alcanzado misericordia y perdón.

Y el Corazón Sacratísimo de Jesús cuya bondad y ternura jamás tuvo límites, ¿se sabe que rechazara a ningún pecador de los que iban a humillarse a sus pies? Cuando acusados éstos por los fariseos ¿no era él quien los defendía? ¿No los buscaba cuando se le huían? ¿No hacía fiesta y quería que sus discípulos se alegrasen, cuando encontraba y convertía alguno de ellos? ¿Y no era él también el paño de lágrimas de cuantos postrados a sus pies, rompían, arrepentidos de todas sus culpas?”

El P. Joaquim hace un recorrido por las parábolas de la misericordia (Lc 15). “Cuando predicaba del hijo pródigo no había hombre que no prorrumpiera en sollozos”, afirma un testigo, y otro aseguraba que “hasta las piedras lloraban”.

En su entusiasmo, ingenuo y ferviente, llega a afirmar que los primeros cristianos eran “devotos de los Sagrados Corazones”. En ellos hallaron amparo, calor y refugio.

Las meditaciones terminan siempre en confrontación más personal del vis a vis, corazón a corazones: “Rubor me causa mi ruin comportamiento con la inefable bondad y clemencia que habéis siempre usado conmigo. Hace tiempo que vais siguiendo mis pasos, que vais silbando tras de esta oveja descarriada, para que al oír vuestro reclamo se detenga de la carrera de sus vicios, y vuelva de nuevo a vuestro amoroso redil” (día 12).


En la ventana de esta misma www dedicada a Contemplación del Traspasado encontrarán materiales para rabajar el tema en este mes de marzo.


sábado, 20 de febrero de 2010

Memòries i Records del P. Bartomeu Pericàs, msscc (2)


Com va ser la meva vocació per arribar a Lluc

He de dir senzillament, que jo des de petit, crec que tenia inclinacions de ser capellà i tenia una tia que era molt bona dona; era una tia de ma mare. Ma mare va perdre la seva mare molt joveneta, casi, casi no l’havia coneguda, i resulta que aquesta tia en part li va fer de mare i va tenir sempre amb nosaltres molt bona relació. Aquesta tia estava a Ciutat i era també una devota d’aquelles de Sant Cayetano; era una “cayetanera”, i clar, jo alguna vegada havia anat a Ciutat i ella m’havia duit també a Sant Cayetano.

Crec que això influí en què la meva vocació de capellà se retiràs un poc cap a Lluc, especialment també per la relació que Campanet i la meva família tenien amb Lluc. Quan va ser l’hora de decidir-me, en part supòs també un poc de motiu econòmic, me varen dir: que t’estimaries més anar al Seminari o a Lluc? I vaig dir, a Lluc.

Aleshores un dia amb mon pare pujàrem a Lluc a peu –que va ser la primera vegada que jo record que vaig anar a Lluc- i parlàrem amb el Prior que aleshores era el Pare Miralles (Gabriel), i ja vàrem mig tractar l’ingrés... ; però s’havia d’esperar un cert temps, jo havia de tenir una mica de preparació, etc. Aleshores vaig començar a anar a escola a Campanet, no a l’escola pública sinó a una escola privada que li deien del Capità Gràcia, que era un Capità retirat de Guàrdies Civils (per cert tenia uns modes d’ensenyança molt rigorosos, molt rígids), i bé, hi vaig anar un any o dos, no ho sé, amb aquell, mestre, i llavors va ser hora –jo devia ser molt petit encara- i llavors quan tenia devers nou anys vàrem ja arreglar la meva anada a Lluc.

Record que el dia que vaig entrar com al·lot blau era el dia de Sant Francesc i m’hi varen acompanyar amb un carro on hi havia el cofret de la roba, el peu de ribella, el matalàs, i tot allò que havíem de dur. Precisament el capvespre, després d’haver dinat, entràrem per aquella barrera que hi ha al pont, i quan se va tancar aquella barrera, ma mare me va donar una besada abans i ens despedírem d’ella i jo vaig començar a ser al·lot blau.

He de dir que me vaig enyorar molt, en part perquè vaig entrar pel mes d’Octubre, i a Lluc començava a enfosquir prest; aleshores, quan venia el toc d’Ave Maria que era l’hora que entrava la fosca, també entrava la meva enyorança. Però, en mig de tot, vaig anar aguantant.

Els Preceptors

A Lluc quan hi vaig arribar vaig trobar de Prior al Pare Joan Albertí, i com a Col·legials hi havia d’organista el Pare Francesc Reynés, i que estaven allà, hi havia el Pare Joan Pasqual jove (que era un germanastre del Germà Pere Joan Pasqual, naturals de Bunyola) i el Pare Bartomeu Payeras, però hi estaren relativament poc; aquests dos se’n varen anar prest.

De Preceptor de l’Escolania hi havia el Pare Jaume Allès. En aquell temps va dir Missa el Pare Simó Reynés, i també va estar una temporada per Lluc; estava un poc malaltís.

Els estudis (molt copiats de lo que es feia en el Seminari diocesà), estaven conformats de la següent manera: començàvem amb l’any d’Ingrés; llavors venia el primer i el segon any de llatí. En temps meu, acabat el segon any de llatí, ja deixàvem el Santuari i anàvem a estudiar humanitats a La Real.

Com a Professor jo vaig tenir el Pare Jaume Allès, i clar, el Pare Allès (Preceptor de l’Escolania); al mateix temps era Professor d’Ingrés on estudiàvem un poc d’Història Sagrada, un poc de Gramàtica, un poc de Geografia, etc...; tota una Ensenyança primària. De llatí, ens ne va ensenyar com va poder, sobretot ens feia aprendre molt de memòria els “pretèrits i supins”, els “gèneres”, etc. Record que els vaig saber i me va regalar un llibre que es deia: “Juanito, libro para lecturas”. Me’n record d’aquest fet.

El seu mètode d’ensenyança era bastant duret: era aquell sistema de què “la letra con sangre entra!” i per lo tant hi havia garrot, hi havia cops forts, de vegades sobretot damunt la mà, etc. Endemés, l’organització de l’Escolania tenia tot un muntatge molt ordenat, però també de tipus molt rigorós i que era molt exigent.

Precisament en temps meu va resultar un fet un poc llastimós degut a aquesta actuació pedagògica excessivament rigorista que hi havia, un bon dia –jo era petit i no vaig estar dins l’entramat- un matí ens despertàrem i vàrem veure que hi faltaven a l’Escolania, uns, no sé si deu, dotze, no puc precisar es número d’al·lots. Una protesta d’aquest rigorisme excessiu. Alguns d’aquests tornaren; altres ja no varen tornar.

Llavors, quan varen nomenar Bisbe de Vic el Pare Perelló, degut a que va deixar el superiorat General, hi va haver Capítol i en aquest Capítol va sortir Superior General el Pare Jaume Rosselló, i hi va haver canvi de personal.

Aleshores a Lluc, vàrem tenir canvi de Prior, va venir el Pare Josep Miralles Martorell; i de Preceptor va venir el Pare Guillem Pont que feia poc havia acabat el Noviciat. El Pare Pont era un capellà diocesà -crec que era Vicari de Sant Llorenç, no sé si va ser Vicari de Manacor, etc., i llavors es va fer nostre. Ell ja havia estat ficat en qüestions de nins, perquè, estant al Seminari, quan era seminarista major, cuidava especialment d’un grupet que eren els qui anaven a cantar i a fer els serveis a la Catedral i ell els hi acompanyava. Precisament en aquells temps el Pare Simó Reynés també estudiava al Seminari diocesà i era cantadoret, per lo tant el Pare Pont el coneixia i l’havia acompanyat a la Seu, i havia tingut un poc sa cura d’ell, d’aquell grupet.

El Pare Pont era un home molt humà; hi va haver tot un canvi de decoració en la manera d’actuar a dins l’Escolania: hi va haver més alegria, hi va haver més distensió, etc. i el Pare Pont va aconseguir bastantes millores, sobretot en qüestió de menjar; ens donaven cafè amb llet els matins amb un panet; també ens posaren berenar al capvespre. Inclús se va estilar uns rebostets on cadascun, si li enviaven qualque cosa de ca seva, ho guardava i ho aprofitava per berenar: una sobrassada, un poc de formatge, un xocolata, etc.

Per Nadal, tots érem aquí, a Lluc, no anàvem a ca nostra més que una vegada a l’any: quan jo vaig arribar, crec que se dividien en grups: uns hi anaven per Nadal i altres per Pasqua; però llavors varen posar per costum anar-hi els darrers dies abans de Quaresma, i hi estàvem escassament una setmana. Doncs bé, el Pare Pont va aconseguir que el dia de Nadal dinàssim tots, l’Escolania i la Comunitat, plegats. Va ser un detall, un fet molt important en aquest sentit de llevar la distinció de classes i d’autoritarisme i de més familiaritat i de més humanitat.

Al mateix temps havien vingut com a professor el Pare Antoni Mascaró, i d’organista, el Pare Miquel. Cerdà. El Pare Francesc Reynés se n’havia anat a estudiar a Roma. Una vegada arribat a Roma, ens va enviar per cada nin que ell havia deixat, una estampeta, que eren com a postaletes, com a retrats del Papa, que aleshores era Pius XI, i a darrera de cada un hi havia escrita una petita frase. Però no varen voler que allò arribàs a mans dels nins. (Continuarà)


miércoles, 10 de febrero de 2010

Domingo VI: Dichosas las víctimas del terremoto de Haití



El ciclo C proclama las bienaventuranzas según san Lucas 6, 17. 30-36, que parecen muy próximas a las proclamadas por Jesús de Nazaret (“vosotros”) con una insistencia en la situación presente (“ahora”) y contraponiendo las lamentaciones (“ay, qué pena”) anunciadoras de la misma inversión del magnificat:

“En aquel tiempo, bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo (lit: les decía): -Dichosos los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. -Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. -Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. -Dichosos vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del Hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo: porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya tenéis vuestro consuelo! ¡Ay de vosotros, los que estáis saciados, porque tendréis hambre! ¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis! ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas”.

1. “¿Cómo me voy a atrever yo, un exegeta bien acomodado, a interpretar las bienaventuranzas en un mundo pobre? En todo caso, no puedo imponerlas a los demás. El único lugar que me corresponde no está al lado de Jesús, sino entre sus oyentes. El único derecho que tengo es a escucharlas. Esta fue, al parecer, la actitud de Lucas, que ni siquiera se atreve quizás a identificar a los discípulos con los pobres. El vosotros de las bienaventuranzas y de las maldiciones planea por encima de los asistentes y describe de una forma casi apocalíptica a los verdaderos bienaventurados y a los verdaderos desdichados. Pero todos deben sentirse aludidos” (F. Bovon, El evangelio según san Lucas, I, 424).
Las de Mt se dirigen, en primer lugar, a los discípulos; las de Lc a todo el mundo, recordando que los pobres son los preferidos del Reino. “Crossan da un paso más cuando considera que las bienaventuranzas declaran benditos no a los pobres, sino a los súperpobres, que son los menesterosos indigentes..., para todos aquellos que se situaban fuera de la sociedad” (I. Gómez Acebo, Lucas, 172.). O sea, que en este año 2010 deberíamos traducir: “Dichosas las víctimas del terremoto de Haití, porque vuestro es el reino de Dios”

2. “Lucas su comunidad y sus lectores potenciales pertenecen a una clase acomodada; no son pobres y por eso les atormenta el problema de la propiedad. Lucas está influido teológicamente por una tradición apocalíptica sobre la suerte reservada en el último juicio a los ricos y a los pobres. Mientras que en el antiguo testamento la metáfora que traducía la ruptura de la relación entre los creyentes y Dios era la porneía (la “lujuria”), en Lucas es la ruptura de la relación de los hombres y de las mujeres con la propiedad lo que atestigua el compromiso de la fe” (Bovon, 425-426).
Magnífico modelo de identificación para nuestras comunidades: a) Empecemos por reconocer que no somos pobres como los haitianos, los inmigrantes sin papeles o ese porcentaje creciente de gente en paro. “Hay un gran abismo entre nosotros y vosotros, que no se puede cruzar” (Lc 16,26).- b) Demos gracias a Dios, si no hemos perdido aquel cierto sentido de culpabilidad del joven rico: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer?” (Lc 18,18-27).- c) Ojalá podamos seguir avanzando en el concepto postconciliar del pecado de una propiedad administrada sin ninguna hipoteca social.

3. “¿Cómo es posible llamar dichosos a los pobres? Jesús y Lucas están de acuerdo con el antiguo testamento en decir que la pobreza no es ni un estado envidiable ni un ideal. Pero, desde el fondo de su pobreza, los ptochoí (los pobres) pueden conocer la felicidad porque saben que el reino de Dios es para ellos. ¿Qué quiere decir esto? Que Dios va a reinar pronto y que instalará su justicia” (Bovon, 426-427). Lucas subraya el kerigma: “Para quienes quieran oír, makarioi (“dichosos”) suena a alegría, ya que esta dicha es inmerecida, inesperada. La voz del Hijo del hombre (élegen, “decía”, y no el aoristo eipen, “dijo”) puede seguir resonando en la Iglesia por labios y en la pluma de los cristianos. Así es como desde ahora, en una situación dramática, los hombres y las mujeres pueden tener parte, una parte anticipada, en la felicidad escatológica” (l.c. 434).

¿Cómo nos vamos a atrever hoy, cristianos bienestantes, a proclamar que los haitianos son dichosos? A) Lc nos llama a salvar la memoria del kerigma de Jesús: El Reino es, primeramente, para ellos. Alabemos el movimiento de solidaridad que se ha suscitado, pero vayamos más allá: ayudemos a tomar conciencia de dónde viene “el desastre del pueblo” y denunciemos nuestras complicidades.- a) En cuanto ricos, cuestionémonos humildemente: “Maestro, ¿qué debo hacer?” con el propósito de avanzar en la koinonía (el compartir los bienes indisolublemente ligado al compartir la fe y la eucaristía). Como nos recuerda Hechos 4,34 no ha de haber necesitados entre los cristianos.- c) Si llegamos a pasar privaciones, aprendamos a mirar lo invisible y a valorar la felicidad escatológica.

Es el camino para proclamar con honestidad la Palabra que nos acusa y nos salva. El modo de que llegue a ser Evangelio (Buena Noticia) para los pobres, tentados de perder la esperanza. Para que nuestro cristianismo instalado se convierta con la salvación que nos llega de los pobres.

martes, 9 de febrero de 2010

Memòries i Records del P. Bartomeu Pericàs, msscc (1)

Mot introductori

Aquestes Memòries i records són el recull de tot un anecdotari i de les experiències viscudes pel P. Bartomeu Pericàs al llarg de la seva vida de comunitat, principalment els anys més propers al que en podríem dir les primeres generacions de la Congregació de Missioners dels Sagrats Cors.

La font d’aquest aplec és un conjunt de 19 cassettes gravades en tres ocasions diverses. No es tracta d’una història paral·lela a la Història de la Congregació, sinó, més tost, d’una història entranyable d’anècdotes casolanes i temperamentals que il·lustren la Història Gran i la fan més humana i familiar. El P. Guillem Gayà en feu la transcripció i el P. Ricar Janer, l’edició i una mínima correcció.


Introducció: Elogi dels homes il·lustres

Siràcida (o Eclesiàstic) 44 – 50: “Fem ara l'elogi dels homes il·lustres, dels nostres pares, tal com s'han anat succeint.
És gran la glòria que el Senyor ha creat, ha mostrat la seva grandesa des de sempre.
Hi ha hagut els qui han regnat en els seus reialmes, els qui han estat homes famosos pel seu poder, els consellers notables per la seva intel·ligència, els qui han parlat amb anuncis profètics.
Hi ha hagut els caps que guiaven el poble amb les seves decisions, els qui l'instruïen amb la seva intel·ligència i els qui ensenyaven amb paraules sàvies.
Hi ha hagut els compositors de melodies, els escriptors de poemes, els homes rics, els qui tenien poder i els qui vivien en pau a casa seva.
Tots ells van rebre honors dels seus contemporanis, els tingueren per motiu d'orgull mentre van viure.
Alguns d'ells han deixat un nom, i encara avui en fem l'elogi.
D'altres, però, no han deixat cap record, han desaparegut com si no haguessin existit, han passat com si no haguessin arribat a ser, igual que els fills que han vingut darrere d'ells.
Els nostres avantpassats van ser homes de bé i les seves obres justes no han estat oblidades.
Amb la seva descendència es conserva la bella herència que va sortir d'ells.
Els seus descendents han estat fidels a l'aliança i, gràcies a ells, també els seus fills.
La seva descendència continuarà per sempre i la seva glòria no s'esborrarà.
Els seus cossos van ser sepultats en pau, però el seu record perdura de generació en generació.
Totes les nacions parlaran de la seva saviesa i l'assemblea del poble en farà l'elogi”.

Com veis, això és el pròleg, la introducció. Llavors comença a parlar d’Enoc, d’Israel, de Moisès, d’Aaron... fins al gran sacerdot Simó. Per tant, és molt conforme a la Paraula de Déu aquest record gloriós que en tenim dels nostres avantpassats, i que ens pot servir també per a la nostra instrucció i, recordant el que ells feren, també en certa manera són glòries nostres, glòries dels fills.

A l’Església, a més de les Cartes de Pau i dels records de Sant Lluc en els Fets dels Apòstols, en el segle IV, comencen a introduir-se els calendaris eclesiàstics per a recordar, en dies determinats, personatges, i fets.

Hi ha un calendari molt cèlebre i que és un escrit, en el sentit artístic, degut a un miniaturista anomenat Dionisio Filopalo. I el que en diuen “Depositiones Episcoporum”, que narren gestes i records de papes i bisbes ja difunts. Les ”Depositiones Martyrum” comencen a enregistrar els primer records dels màrtirs. Després n’hi ha un altre que és el calendari de “Nicomèdia”. Ja en el segle V comencen a sorgir els Martirologis, que no solament recorden tal dia un fet, d’un o de diversos cristians, sobretot màrtirs, perquè el culte comença amb el record dels Apòstols, dels Màrtirs, i més tard venen els ascetes, sobretot monjos, i llavors les verges, i els confessors en general. Encara que es diguin Martirologis, inclouen tots els sants, tant si són màrtirs com si són confessors.
El primer Sant que rebé culte i no es “màrtir” fou Sant Martí de Tours. Comencen els Martirologis. N’hi ha un que és molt cèlebre i que es el que va donar origen al “Martirologi Romà”; és el “Martirologi Jeronimià”, falsament atribuït a sant Jeroni.
Llavors venen els Martirologis que es diuen “Històrics” que comencen ja en el segle VIIIè o IXè. El primer Martirologi històric es el de “Sant Pere”. És Gregori XIIIè el primer papa que publica un “Martirologi Romà” oficial, en el segle XVIè, 1584. El Martirologi era obligació llegir-lo quan el rés era públic. Als monestirs encara hi havia un altre costum. Quan moria un monjo, s’enviaven cartes -que eren com un elogi fúnebre- als altres monestirs.
Ara, anem a lo nostre. He volgut fer una miqueta d’introducció per a saber de què anàvem, ve a ser com un Martirologi, com les Cartes d’edificació per als nostres germans. Nosaltres, en la Congregació, tenim com una mica del que cont en aquest pròleg. El P. Zubitegui, feu un breu historial de cada un dels congregants difunts.

Quan era jove, a Ciutat, en el refectori de S. Gaietà, llegíem el “Martirologio mallorquín”, en castellà, d’en Furió, i deia: “dia tal”, i posava tots els fets històrics d’aquell dia. I així, llegint allò, vaig sentir per primera vegada la idea de poder també nosaltres tenir com un Calendari historiat de lo nostre; no dels personatges, sinó dels fets; i el P. Munar, efectivament, va treballar en aquest sentit. Tenia la intenció de fer-ho. Contar no solament el fet: “avui ha mort el Pare Joaquim Rosselló, fundador de la Congregació”, sinó, “avui va succeir tal cosa”, un fet important per la nostra història. Tot això seria molt interessant: p.e.: “tal dia se va beneir la tomba del Cementiri de Lluc on hi estan enterrats. etc. etc.”; “tal dia con avui, va sortir una biografieta del P. Munar, escrita per Josep Nicolau”, etc..

El P. Munar va iniciar aquesta tasca, com també de les notes necrològiques quan moria un congregant i, d’aquests reculls , el P. Zubitegui va poder redactar les “Semblanzas”. Bé es mereix tenir aquí un record de les persones que hi varen treballar: el P. Munar, el primer, i altres com els PP. Rotger, Carbonell, Zubitegui, Nicolau...

La Congregació se va fundar l’any 1890, i el primer que va morir va ser el Fundador, P. Joaquim Rosselló, l’any nou del segle següent; gairebé vint anys després de la fundació. L’any 1910 morí el Germà Agustí Maspons, que tampoc vaig conèixer; aleshores jo encara no havia nat. Tampoc he conegut el Germans Bernat Beltran, Joan Rosselló Suau, Antoni Perelló Cladera, Joan Muntaner Torrandell, i els PP. Francesc Solivellas Company i Julià Mut Carbonell. Per lo tant, hi ha vuit congregants que jo no he conegut mai; tots el altres els he conegut.

Era molt jove quan vaig conèixer tres dels que més tard serien els màrtirs del Coll. Aquests eren: El Germà Francesc Mayol que ja era profés, el Pare Ponset (Miquel Pons) i el Pare Simó Reynés. De tots jo en guard memòria i molts de records.

martes, 2 de febrero de 2010

Devoció d'Eivissa a la Mare de Déu de Lluc (i 2)


2. Visites i Pelegrinacions d'eivissencs a Lluc
No tenim a mà detalls de la Confraria de la Mare de Déu de Lluc, present a Eivissa des del segle XVI, i que segurament ajudà a mantenir-ne viva la devoció. L’estimació dels eivissencs pel Santuari és patent també a una dita popular, que ha resistit tots els canvis de la modernitat: “Qui va a Mallorca i no va a Lluc, se’n va ase i torna ruc”.

Entre totes les pelegrinacions eivissenques a Lluc és memorable la de 1910 que subvencionà el petit monument aixecat al lloc de la Trobada. Fou encapçalada pels bisbes D. Antoni Cardona Tur (bisbe de Sion i més tard Patriarca de les Índies) i D. Joan Torres Ribas (bisbe de Menorca), ambdós fills d’aquesta illa d’Eivissa.
L’any 1932, en presidí una altra el bisbe D. Salvio Huix i Miralpeix (aleshores administrador apostòlic d’Eivissa i que seria assassinat a la guerra del 36), acompanyat de 80 diocesans.
L’any 1934 pujaren a Lluc 5 sacerdots amb un grup de 20 eivissencs.
Es recorda molt especialment la de l’Any marià (1954), anomenada “model de pelegrinacions”: Els dies 1-3 de setembre pelegrinà a Lluc un centenar de persones, amb el bisbe D. Antoni Cardona, 4 canonges i una bona representació del clergat parroquial i civil dels ajuntaments. La parròquia de Sant Josep, com a més nombrosa, rebé l’obsequi d’una imatge de la Mare de Déu de mida natural.
50 anys després (1984), amb motiu del Centenari de la Coronació, el bisbe D. Josep Gea, escrigué una Carta en la qual convidava els seus diocesans a pelegrinar a Lluc. Es va fer dia 27 de maig, presidida pel mateix Prelat i organitzada pel rector de Sant Jordi, Mn. Joan Alarcon. També se’ls regalà una imatge de mida natural, venerada en aquesta parròquia. Hi participà el president del Consell Insular d’Eivissa, D. Cosme Vidal, que ofrenà una bandera. El grup de danses “S’Estol de Migjorn” alegrà la trobada amb amb els seus balls de pagès i féu deixa d'unes castanyoles i un tambor eivissencs. El bisbe emèrit, D. Francesc Planas, mallorquí i ben amic de Lluc, no faltà a la cloenda del Centenari.

Podríem citar moltes visites individuals o en parella de les quals es guarda constància a l’Arxiu del Santuari. N’espigolam uns exemples de fitxes disperses: el 18.11.1726 el patró Bernat Tur, d’Eivissa, paga una missa a Lluc; el 26.11.1953 D. Mariano Roig i la seva esposa Dª. Beatriu Guasch donen gràcies pels favors rebuts; el 25.02.1954 D. Josep R. Prats puja a peu des de Selva complint una promesa; el mes de maig de 1954 puja D. Lluc Costa Costa; per l’agost del mateix any D. Josep Guasch Ferrer, de S. Carles, agraint la salut d’una neboda; el 19.09.1954 D. Pere Guasch, de S. Eulàlia, ofereix una missa i encén 7 ciris. El 25.01.2010 un anònim escriu al Llibre del Cambril: “Vengo de Ibiza y no puedo irme sin venir a Lluc a ver a la Virgen. Te pido la salud para toda mi familia”. Aprofit per a citar també la família de la meva germana Catalina Reynés i el seu marit Francesc Perelló, mallorquins de neixement i eivissencs des de fa mig segle, que no deixen de visitar la Moreneta, li han ofert unes estovalles brodades per l'altar del Cambril i una imatge perquè es veneri a la parròquia de sant Antoni.
Certament, avui no s’organitzen tantes pelegrinacions religioses. Però, atesa la força que han pres les excursions de la tercera edat, gosaríem dir que mai com ara els eivissencs havien visitat tant la Mare de Déu i el Santuari de Lluc.

3. Blauets i missioners dels Sagrats Cors eivissencs

L’Escolania de Lluc té més de 500 anys i no tenim registrat tots els que n’han format part. Però podem afirmar que en els darrers 100 anys hi ha hagut 10 blauets eivissencs (4 Santa Eulàlia, 3 de Vila, 1 de Sant Antoni de Portmany, 1 de San Salvador i 1 de Sant Miquel): (1923) Joan Lliteras Melis i Jaume Palou Covas, de Santa Eulàlia; (1932) Miquel Torres Salas, de Sant Miquel; (1938) Vicenç Costa Ribas, de Santa Eulàlia; (1939) Antoni Costa Ribas, de Santa Eulàlia i Francesc Torres Planells, de Sant Salvador; (1943) Josep Juan del Campo i Moisès Juan del Campo, d'Eivissa; (1948) Bartomeu Ramon Ramon, de Sant Antoni; (1962) Anselm Pérez Chorat, d'Eivissa...

També hem de comptar 3 missioners dels Sagrats Cors (la congregació fundada pel P. Joaquim Rosselló que des de 1891 es feu càrrec del Santuari), un dels quals exercí el càrrec de Prior :
El P. Rafel Juan Escandell (el Pilar, Formentera 1884 — la Real, Mallorca 1973) De família pagesa, cursà estudis eclesiàstics en el Seminari d’Eivissa i fou ordenat de sacerdot el 1907. Fou ecònom de la parròquia del Salvador del barri de la Marina, vicari de Sant Josep de sa Talaia, ecònom i rector del Salvador i, després, fou nomenat canonge de la catedral d’Eivissa, càrrec que alternà amb el de professor de moral i director espiritual del Seminari. A causa del freqüent contacte amb el pare Jaume Rosselló, missioner del Sagrat Cor que predicà diverses vegades a Eivissa, va decidir entrar en aquesta congregació, cosa que va fer el 1930 i va romandre durant un temps en el noviciat de sant Honorat. El 1933 fou nomenat superior del santuari-parròquia del Coll a Barcelona. Entre 1934 i 1939 fou prior de Lluc. Aquest últim any fou destinat a Vic com a familiar del bisbe. Entre 1940 i 1945 fou superior d’Artajona (Osca); l’any 1945 retornà a Lluc com a professor de moral i dret canònic. En el capítol de 1951 fou elegit 3r conseller general i, poc després, mestre de novicis amb residència a la Real, d’on fou superior el trienni 1954-57. Després d’aquesta data continuà prestant els seus serveis a les cases d’Artajona, Sant Honorat i Lluc fins a la seva mort. Va col·laborar assíduament a la revista Lluc, editada per la seva congregació, en la qual va relatar les peripècies que li succeïren les primeres setmanes de la Guerra Civil Espanyola, que l’agafà a Eivissa on desenvolupava diverses tasques sacerdotals. [EEiF].

El Germà Joan Juan Ferrer (El Pilar, Formentera 1921-La Real, Mallorca 2000), nebot de l’anterior.

Finalment, l' Estudiant Bartomeu Ramon Ramon (Sant Antoni 1933), que no s’arribà a ordenar.

A molts de pobles de l’illa predicaren missions i exercicis espirituals els Missioners dels SS. Cors (per ex. El famós P. Jaume Rosselló, els PP. Rafel Juan Escandell, Antoni Mascaró i Bartomeu Pericàs a Sant Miquel, Sant Llorenç, San Jordi, Sant Josep, etc.).

L’Escolania hi anà a cantar anteriorment al manco en dues ocasions. Convidada al Primer Congrés de Cultura Pitiüsa (1980) i a la presentació del segon volum de l’Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera (1997).
5. Mostres eivissenques al Museu de Lluc
Procedents de la deixa de D. Antoni Mulet, el Museu de Lluc exhibeix algunes joies preuades de la cultura eivissenca: Vestits, joies i instruments típics d’una parella evissenca. I almanco tres pintures: El port d'Eivissa (anònim), Ibicenca d’ Enrique Ochoa i una altra Ibicenca de Rigoberto Soler.

Acabaré amb unes paraules de l’escriptor mallorquí, Guillem Frontera: “Però tal vegada la prova decisiva de la capacitat miraculosa d’aquesta Mare de Déu ens la proporciona el testimoni literari d’Enrique Fajarnés, que en el seu llibre Lo que Ibiza me enseñó, consigna la devoció dels eivissencs a la Mare de Déu de Lluc, per més que ens parli de dues illes separades per tota casta de suspicàcies i greuges. La devoció dels eivissencs a la nostra Mare de Déu és un fet inqüestionablement miraculós. Quan la lectura d’aquest llibre m’obrí els ulls a aquesta meravellosa realitat, se’m va despertar el somni d’un país que més o menys coincidiria geogràficament amb el que ara és el territori d’una simple comunitat autònoma” (Pregó de La Diada de l'any passat, 2.009).
I tant jo que les citava, com l'eurodiputat D. Bernat Juan que assistí al concert de sant Josep, les volem fer nostres.

lunes, 1 de febrero de 2010

Devoció d'Eivissa a la Mare de Déu de Lluc (1)


El dies 21-23 de gener vaig viatjar a Eivissa amb l’Escolania de Blauets, contractada per oferir un bell concert a la parròquia de sant Josep de Sa Talaia. En aquesta ocasió vaig recollir algunes dades de la devoció de les Pitiüses a la Reina de les muntanyes de Lluc. En un parlament, necessàriament breu, vaig fer memòria de quatre punts, que són testimonis indelebles dels vincles que hi ha hagut entre Eivissa i Lluc des de temps immemorials: Els miracles eivissencs, les visites i pelegrinacions al Santuari, els Blauets de les Pitiusses, les mostres eivissenques al Museu.

1. Els miracles eivissencs
En el Llibre de la invenció i miracles de Mn. Rafel Busquets (1684) trobam alguns miracles a favor dels fills de l’illa germana:
“Anant Joan Tur d’Eivissa de camí per la mateixa Illa, li sortiren dos contraris seus, els quals amb moltes coltellades i punyalades que li pegaren, el deixaren, creguts que ja havia acabat la vida; però ell, invocant sempre interiorment Nostra Senyora de Lluch, implorà el seu auxili i li prometé visitar-la en la seva Casa, si escapava amb vida d’aquell perill..., i el 20 d’agost de 1621 arribà a la Santa Casa a rendir a Nostra Senyora les gràcies, i contà als Col·legials lo que li havia succeït” (pàg. 175-176).

El prior Juan Bautista Cànaves, “interrogat digue que sap de un miñó d’Esvissa a qui tirà una pernada un matxo i estigué 12 hores mort i per intercessió de Nostra Senyora de Lluc fonc curat” (Procés sobre el culte de 1642, n. 41a, p.86).

El més famós de tots és l’anomenat “el nin d’Eivissa”: “Un matrimoni d’Eivissa, desitjós de tenir successió prometé a Nostra Senyora de Lluch visitar devotament la seva Imatge, si li alcançava fruit de benedicció. Obtingueren lo que desitjaven... i quan arribà als vuit anys, s’embarcaren amb ell per a oferir-lo a Santa Maria de Lluch... Impensandament caigué a la mar... Però la fe i l’esperança que mostraren (els pares) fonc tan extraordinària com la del Patriarca Abraham... Així amb gran pena i devoció arribaren fins a Lluch... comparegué (l’infant)... es posà entre son pare i sa mare i els agafà les mans i ple d’alegria els contà que una Senyora l’havia guardat de perill” (pàg. 91-92).
Jo em vaig esforçar per explicar a l’auditori com, segons els crítics, sembla que aquest podria ser un dels dos únics “miracles” de caràcter llegendari. El primer en podria ser el de la Bella Dona (localitzat al pas del Grau de la Bretxa Vella), que també trobam atribuït a altres santuaris de Tarragona i Segòvia. El segon seria el del minyó d’Eivissa.
“És probable que l’aplicació de la llegenda general al santuari sorgeixi de l’explicació donada a qualque retauló votiu de caràcter mariner, mig perdut” (G. Llompart-R. Juan, Introducció al Llibre, p. 22). “¿En qué se podía apoyar una tradición así? Pues en una falsa lectura de un retablillo que traía un niño que se caía al agua (Núm. 27) más una concomitancia con una leyenda semejante que se atribuía a Montserrat y que traía el abad Pedro de Burgos en su Libro de Milagros” (G. Llompart, Nostra Dona Santa María de Lluc, Analecta Sacra Tarraconensia vol 61-62 (1988-1989)273. En resum, ja se’n contava un de semblant a Montserrat i, a més, hi havia molts de casos d’al·lots salvats de l’aigua, de borrasca o d’un safareig. Pot ser que així s’ampliàs un fet amb ribets llegendaris.
Voldria haver donat a entendre que aquesta explicació no resta punts a l’autenticitat del patrocini celestial que alimenta la nostra devoció mariana: “Llevat d’aquestes dues històries, l’autenticitat de les quals resulta a priori sospitosa, totes les altres són un entreteixit d’episodis de la vida de cada dia de la pagesia i de la marineria mallorquines. Per les planes del llibre de mossèn Busquets veim desfilar pelegrinant a Lluc minyons caiguts a safareigs i a pous, nines caigudes de torres i terrats, pagesos precipitats d’arbres i de talaies, ciutadans ferits de punyalades, tirs, pedrades, traginers arrossegats per bísties, famílies salvades del foc o de l’enrunament de la casa, malalts alliberats de febres i de mals parts, de hidropesia i de càncer, del mal de pedra i de nirvis, llenyaters que surten en vida de davall del pi que tomen, mariners que troben calma o port, col·legials de Lluc que donen gràcies perquè els corsaris moros desembarcats per robar al santuari perden el camí...” (21-22).

La vida de cada dia estava confiada i beneïda sempre per la Moreneta de Lluc. (Continuarà)