domingo, 18 de mayo de 2014

Lo importante es el Camino y los Compañeros (Domingo V Pascua, Jn 14,1-12)

El evangelio de este domingo se puede resumir en las dos preguntas que formulan los apóstoles.


Preguntó Tomás, aquel que duda siempre: Señor,  ¿a dónde vamos? ¿Y cómo sabremos el camino? Jesús le responde: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Si crees en mí, si caminas conmigo… llegarás a la meta.

Y Felipe, el pescador de Betsaida, avezado a contar la pesca por canastos, le pide: Señor, si conociéramos el fin de la historia, ¡muéstranos el cielo y revélanos al  Padre!

También nosotros vivimos con un desasosiego permanente. No leemos la brújula. Ya no sabemos a dónde vamos ni de dónde venimos…  Preocupados por cuál será el futuro de nuestros hijos, peor que el nuestro. El futuro de nuestra Iglesia y de nuestra Congregación religiosa después de nosotros… ¡Si pudiéramos atisbar el futuro por una rendija! ¡Si viéramos algunos resultados, aunque modestos!

Y el Señor nos contesta: No renuncien a la fe ni a la esperanza. Disfruten del camino.

Repasemos la segunda lectura de 2 Pedro 2,4-9: Construyamos el edificio comunitario, del cual todos somos una piedra (pequeña, solo una, pero viva e importante). Descansemos sobre la piedra angular, que es Cristo, escogida y segura.

A la mente me viene  el Viaje a Ítaca de Kadafis, con la música de Ll. Llach:                           Traducción catalana: 
“Quan surts per fer el viatge cap Ítaca,
has de pregar que el camí sigui llarg, 

ple d'aventures, ple de coneixences… 
Has d'arribar-hi, és el teu destí. 
Però no forcis gens la travessia. 
És preferible que duri molts anys 
i que ja siguis vell quan fondegis a l'illa, 
ric de tot el que hauràs guanyat fent el camí, 
sense esperar que t'hagi de dar riqueses Ítaca.                                                                                                                                                          Ítaca t'ha donat el bell viatge”. 


Traducción castellana: 
“Cuando emprendas tu viaje a Itaca 
pide que el camino sea largo, 

lleno de aventuras, lleno de experiencias.                                                                                     Pide que el camino sea largo.                                                                                                         Ten siempre a Itaca en tu mente. 
Llegar allí es tu destino. 
Mas no apresures nunca el viaje. 
Mejor que dure muchos años 
y atracar, viejo ya, en la isla, 
enriquecido de cuanto ganaste en el camino 
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.                                                                                            Itaca te brindó tan hermoso viaje”. 


Lo importante es que el Señor Jesús es nuestro Compañero de camino y conoce bien el mapa y el itinerario. Él es la Verdad que buscamos. La Vida ya se vive desde ahora, aunque no completamente, siempre hay más Vida…