jueves, 20 de octubre de 2011

COMPETENTE SOCORRO: Jóvenes en el Hoy de nuestra historia


(Regresando de S. Domingo, publico los materiales de los Laicos Jóvenes que están preparando el VI Encuentro interparroquial de Jóvenes 2011 para el 30 de octubre en Montecristi. En Facebook pueden ver su magnífico vídeo: "Yo soy competente socorro en RD")

1. Entrando en oración.
Iniciemos nuestro momento de compartir con un silencio. Dejemos que la Palabra del Señor nos penetre. Nos conmocione. Leemos el verso de Mt. 6,33. Silencio. Lo leemos otra vez. Agradecemos al Señor este espacio y estos amigo/asen este día.

2. En torno a los términos.
Nos preguntamos entre nosotros, qué es eso de ser “competente”, y “socorro”. Qué significado tiene en nuestro lenguaje coloquial, en lo ordinario. Cuando usamos una de esas palabras, por qué la usamos, qué sentido poseen. Cada quien aporte un sinónimo, una idea, un me parece a…

3. Competencia y auxilio: P. Joaquim.

La expresión de “competente socorro” pareciera que desaparece con celeridad de nuestro vocabulario hasta quedar, amorfa, vacía, sin sentido. A “vuelo de pájaro” si preguntamos “sin ton ni son” que significa para nosotros hoy (sobre todo los más jóvenes) ser “competente socorro” al estilo del P. Joaquim, puede ser que nos quedemos navegando en un limbo de palabras vagas que no constituyan una vivencia real del servicio implícito que conlleva la expresión joaquiniana.
Sin embargo, este ser “competente socorro” en el P. Joaquim no viene dado como una frase o expresión de cuña bonita, sino que es el legajo de una vasta experiencia que se ha tenido a lo largo de unos cincuenta años de vida entregada en el corre y corre y los vaivenes de la Iglesia mallorquina del tiempo del Padre Fundador y a solicitud del obispo Cervera, se dio siempre la presencia entregada del P. Joaquim y de la pequeña y floreciente Congregación de padres misioneros. “Finalmente, la iglesia de Mallorca disponía de una comunidad que cumplía con aquellos sueños, de organizar el clero en su cuidado espiritual, en su formación teológica, en su comunión con el obispo y en su ardor misionero…”. Desde la óptica del obispo, podemos notar que “con aquella congregación se había dado respuesta mucho más que cumplida, de consolidar una casa de espiritualidad comarcal, para la renovación del clero”. “Y hasta se había pasado a abrirla a los laicos”. Si miramos más de cien años atrás, podemos notar una gran visión de futuro en el P. Joaquim.
El Santuario de Nuestra Señora del Lluc (regentado por la Congregación) “tenía una comunidad estable… la liturgia se dignificó. La atención a los peregrinos se adaptó a las frecuentes y más nutridas peregrinaciones… las celebraciones de la eucaristía y de la penitencia se volvieron a veces multitudinarias. …la Escolanía de blauets se reorganizó… El socorro a la diócesis también lo ofreció el P. Fundador, cuando la nueva feligresía de La Real había entrado en grave crisis”…

4. Y nosotros qué?
Podemos preguntarnos hoy, desde nuestro ser joven Caribeño: qué podemos nosotros ofrecer en nuestro barrio, sector, en nuestra zona, en nuestro grupo? En las convulsiones y desenfrenos de nuestro mundo actual, cuál sería nuestro ser competente, dónde vemos las carencias juveniles, qué engulle a nuestros jóvenes? Cómo podemos ser un socorro un auxilio? Con qué calidad ofrecemos nuestro ser jóvenes misioneros en nuestras parroquias? Cuál es nuestro deseo-celo apostólico? Se asemeja al del P. Joaquim?
Es tiempo de que nos tomemos en serio y empecemos a inventariar-contabilizar nuestro hacer (nuestro ser antes que todo). Verificar las obras nuestras cada día, las horas que invertimos en trabajos sociales, en acompañamiento a otros jóvenes de la comunidad, en ayuda-servicio, cuánto tiempo invertimos en reuniones eclesiales y sociales, qué hacemos para intentar resolver y hacer cada día más digna la vida de la gente. Es tiempo de que nos preguntemos de qué hablamos en nuestros grupos, no sólo en las reuniones formales, sino en lo informal, en el día, en torno a qué giran nuestras conversaciones, es acaso provechoso para la gente escuchar nuestras palabras? le ayuda a crecer como persona? Nos preguntamos si nuestras palabras dejan una sensación de vaciedad en quien busca de Dios? Ayudamos a que el Pueblo de Dios, con nuestras palabras en la Palabra, se sienta animado en la espera esperanzada. O somos “uno más del montón” que no sabemos ni siquiera lo que, en la Buena Noticia, vamos a comunicar de novedad gozosa a los hijos e hijas de Dios.

5. Es verdad

que el trabajo y la misión juvenil se hacen cada vez más fatigosos, las ofertas exteriores que tienen nuestros jóvenes parecen más atractiva que estar en una reunión o actividad en pro de la sociedad, pero la decisión del corazón fraguado al ardor del Corazón de Jesús no puede hacer otra cosa que no sea arder como el de los discípulos de Emaús.

(Publicado por Ana E. Frías en el grupo de Lìderes MSSCC)

1 comentario:

  1. COMPETENTE SOCORRO EN R. DOMINICANA

    Está bien que veamos cómo fue el P. Joaquim Rosselló competente socorro en su diócesis de Mallorca entre 1890 y 1909, desde que fundó su Congregación Misionera hasta que entregó su alma inquieta al Padre que tanto buscó.
    Pero creo que también tendríamos que echar una mirada a cómo han sido Competente Socorro los hijos del P. Joaquim en nuestro país. Cómo adaptaron esta consigna a la realidad de aquí.
    Para hacerlo de manera sencilla hagamos un repaso por la geografía dominicana donde están o estuvieron presentes desde 1954.
    Cómo han sido Competente Socorro en la Línea Noroeste? En esta tierra de frontera, casi desierto, donde parecía que se sufría un exilio, los MSSCC han servido en Montecristi, Santiago Rodríguez, Monción, Los Almácigos, Villa Vásquez, Guayubín, Manzanillo… Qué respuesta han dado al clamor de los pobres, de los campesinos, de los haitianos, de sus jóvenes, de sus emigrantes?
    Cómo lo han sido en el Cibao? Su primera presencia fue en Fantino, luego en Santiago (en las parroquias del Ejido y de la Gallera). Qué respuesta han dado en la periferia de la ciudad, en las lomas de Jacagua Adentro. Qué ha supuesto la Casa de Espiritualidad de la Islita. Cómo ha sido su presencia en Fantino (campos y ciudad) y cómo dieron respuesta a la vida que clamaba de tantas maneras.
    Cómo han sido Competente Socorro en la capital? (En las parroquias de Santa Rosa, de La Altagracia y la Resurrección del Iván) Cómo atendieron a su gente, cómo formaron comunidades, cómo evangelizaron y promocionaron especialmente a los jóvenes. Qué aportaron desde los distintos seminarios que erigieron atendiendo a las vocaciones nativas.

    ¿Cómo podemos ser nosotros Competente Socorro hoy y aquí? ¿Cuál es el clamor que nos llega hoy en nuestro ambiente allá donde la vida sufre violencia? Estos dos interrogantes (la tradición joaquiniana y la vida dominicana) nos ofrecen el marco de nuestra respuesta.
    Jaume Reynés Matas

    ResponderEliminar