Queridos hermanos congregantes, Laicas y Laicos MSSCC,
colaboradores de los Centros Educativos Joaquim
Rosselló, de la Fundación Concordia y de muchas otras obras :
Ya grana otra vez el mes de Junio, consagrado al Corazón
de Jesús, y este año me toca a mí -que suplo al P. Pere Riera, en su lecho de
enfermo-, recordarles que “Dios es amor” y que se nos ha revelado en los
Corazones de Jesús y de María. Recordarles nuestro Principio Dinámico: “Él nos
amó primero” (1Jn 4,10). Un nuevo ”Especial Propósito”:
“Los Sagrados
Corazones serán en adelante todo nuestro imán, el punto céntrico do converjan
todos los afectos de nuestra alma; nuestro lugar de refugio durante la vida,
nuestro solaz en la hora de la muerte, nuestra recompensa y corona en la patria
del cielo” (PE, día 6º).
1.
El tesoro encontrado
Me viene a la
mente la interpretación del P. Joaquim de la parábola de Mt 13,44:
“Simile est”, la
devoción al Sagrado Corazón de Jesús se parece a un tesoro escondido en el
campo de la Iglesia, “thesauro abscondito in agro”. Una vez conocido, no puedes
dejar de practicar esta devoción” (Tríduo al Corazón de Jesús, 1895).
Por
esta perla lo “vendió todo” (una vida de más de 30 años de ministerio
reconocido en la diócesis). Lo “encontró” en el desierto de Randa, la montaña
mística donde el gran Ramon Llull y una larga fila de seguidores buscaron al Amado
entre matorrales (“entre la vinya i el fonollar”). Allá lo “gozó” releyendo las
Sagradas Escrituras y a san Juan de la Cruz, en oración reposada ante el
sagrario y oteando el horizonte desde los amplios balcones de los miradores. Lo
“excavó” hasta lo insospechado, con el discernimiento del obispo y de otros
compañeros vocados a la contemplación.
“¡En los SS. Corazones está el tesoro de toda riqueza! En ellos el oro,
la plata y las piedras preciosas de todas las virtudes; en ellos la paz, el
gozo en el Espíritu Santo que constituyen el verdadero reinado de Cristo Dios
en nuestras almas” (Piadosos Ejercicios,
día 19).
El P. Joaquim esculpió su nombre en el mismo título de la
Congregación que fundó porque “ése y no otro” recogía la Providencia amorosa
que lo guió en el pasado y señalaría con entusiasmo el proyecto misionero del
futuro (cfr Reglas, Introducción histórica, p.18). De esta savia nos alimentamos, como las dos
ramas del mismo árbol, los congregantes religiosos y las laicas y laicos que nos
identificamos y colaboramos con su espiritualidad y misión.
2.
Continuar la tarea del P. Pere Riera
A vivir esta Buena Noticia nos convocaba el P. Pere, por
encargo recibido del último Capítulo General. ¿Cómo anunciaremos la Buena
Noticia de que Dios nos ama, especialmente a los pobres y a los jóvenes? Sus consignas eran: “Escuchar con el corazón
el grito de cada uno”. “Volver al sueño originario”. “Una pastoral del
encuentro”. Quería dar participación a la generación más joven y formar a los
formadores.
Las Hermanas
Calvarianas nos describen así el estilo del P. Pere: “Lo recordamos alegre, espontáneo,
tierno, profundo y cercano. Un hombre que siempre estaba en diálogo con el hoy
de la historia, actualizado, audaz para acompañar situaciones difíciles como a
los varones violentos en busca de su recuperación. El proceso personal que él
hizo de nuevas masculinidades lo contagiaba a otros y era una mediación muy
apropiada y oportuna para el empoderamiento de las mujeres. Este modo que él
tenía favoreció mucho su relación con las nuevas generaciones de la vida
religiosa y fue un aporte muy valioso para los religiosos jóvenes (REJO).
Quienes participaron de dichos encuentros están sumamente agradecidos por este
acompañamiento. Su cercanía de hermano y su capacidad de escucha, hizo posible
y fortaleció la
inter-congregacionalidad”.
Nos alegra
reconocer que algunas de las últimas
iniciativas llevadas a cabo son fruto de su espíritu: Las Jornadas para
formadores en Rwanda, en Guatemala y en Mallorca. Las Misiones Populares compartidas
en la Delegación del Plata, en Valcheta (Patagonia) y en el barrio 22 de
Enero.- La Misión que comparten estos días en Dominicana religiosos y laicos,
jóvenes y adultos, bajo el lema “Creemos en los Corazones de Jesús y de
María”.- La campaña de las Jornadas de Vida y Fe en nuestros colegios de
España, con la colaboración de los responsables de la Pastoral Juvenil y de la
Pastoral de CEJR, implicando a los
alumnos mayores de ESO, etc.
El
P. Pere dio “testimonio de la verdad”, como Juan el precursor, y nosotros
pudimos “disfrutar un rato de su luz” (Jn 5,35). Ahora nos toca a nosotros
continuar la tarea del P. Pere, si es que creemos en el Proyecto del último
Capítulo General. Llevémoslo adelante.
3.
Declaración de las Virtudes Heroicas del Fundador
La celebración de nuestros Titulares coincide este año con
el reconocimiento que acaba de hacer la Iglesia de la figura de nuestro
Fundador (3.5.2013). La Causa de Beatificación empezada hace 79 años (1934) ha
recibido el sello de garantía dela Iglesia.
Pedimos a todas las Delegaciones que aprovechen la
próxima Fiesta de los SS. Corazones para dar gracias a Dios que nos ha
bendecido con el tesoro del Amor de Dios, encontrado en el campo de la
Congregación y en la Iglesia. Presentemos a los hermanos sacerdotes y al pueblo
fiel el camino espiritual de nuestro Fundador. Démoslo a conocer. Supliquémosle
que interceda por nosotros ante Jesucristo, pues vivió todas las virtudes en un
grado heroico.
Para
ello me parecen muy sugerentes las reflexiones que escribe el P. Josep Amengual en el Boletín de
la Causa de Beatificación:
“El
Papa ha reconocido la constancia, a lo largo de una larga vida, en la
contemplación, en la predicación, en el servicio a los pobres, en la fidelidad
a los pastores de la Iglesia. La Iglesia ha reconocido como el mensaje de
contemplación de Dios, que es amor, y de la misión cordial, sin condenar a
nadie, es válido. La escuela en el interior de los Corazones de Jesús y de
María, es para nuestro mundo.
El decreto
romano ha reconocido actos heroicos, de obediencia, de servicio a los
apestados, de ser fiel a la vocación, a pesar de tantos obstáculos. Pero lo
importante son la fortaleza y perseverancia, hasta el final. La fidelidad sin
fisuras a Dios, a la Iglesia, a su comunidad misionera, a los pobres”.
Se ha reconocido a un hijo
eminente de la diócesis de Mallorca: “Oráculo del clero de su tiempo” (Mn. Gabriel Fiol Vallés). Confirma el carisma de una Congregación que
desea ser “Competente socorro” para las necesidades de la Iglesia. Un camino de
santidad para todo el pueblo cristiano, pues la primera Bienaventuranza y
Felicidad consiste en sentirse
amados por el Padre y adentrados en el Corazón del Traspasado, Como experimentó
en su corazón María de Nazaret, la que dijo: “En adelante me felicitarán todas
las generaciones” (Lc 1, 48).
Me parece oportuno concluir esta carta con la
despedida que ponía el P. Joaquim al Estudiante Bernat Beltrán:
“Macte animo,
esfuérzate y ten confianza en los Sagrados. Corazones que, pasada la borrasca,
que quizá te espera, pondráse luego la mar tranquila y navegarás viento en popa”
(21/08/1905).
Foto: Vitral de la capilla del Santísimo de la iglesia SSCC de Palma