Nuestro noviciado de Butare (Rwanda) ha publicado un número especial de su Boletín Le Transpercé (El Traspasado) 3(2010) dedicado a la Historia de las Delegaciones de África (1967-2010).
El trabajo tiene su interés, pues apenas se han escrito crónicas de los primeros 40 años, y los novicios han contado con la ayuda de su maestro , el P. Laurent Rutinduka, que se ha doctorado en Historia de la Iglesia precisamente con una tesis sobre la primera evangelización de Rwanda. Aunque convendrá hacer una revisión más cuidadosa de los datos (corregir algunos errores y completar algunos nombres), reconocemos que los novicios han hecho un trabajo encomiable. Han sabido resumir con orden y pulcritud las etapas principales de estas páginas de la Historia de las Misiones en África, que son la Historia de nuestra Congregación.
Parten de la primera idea de la fundación en África, nacida en los años de nuestro Estudiantado en la Schola Christi, incubada y eclosionada con el nuevo Pentecostés del Concilio Vaticano II.
Actualmente, nuestra Congregación cuenta allí con dos Delegaciones:
La Delegación del África Oriental (Rwanda)
El primer puerto donde desembarcaron nuestros misioneros: Kiziguro (desde 1969), Rukara (1970-1994), Butare (desde 1981).
Nuestro ministerio se ha centrado hasta el momento sobre todo en Pastoral parroquial (con la construcción de centrales misioneras en las colinas) y en la Pastoral social de promoción de los pobres (escuelas, atención sanitaria, construcción de casas, agricultura, etc…) Sólo en Kiziguro, por ej., en el período comprendido entre 1969-2010 (exceptuando los años 1984-1994 cuando las llamas y el abandono consumieron los libros del archivo) se celebraron 54.141 bautismos y 7.107 matrimonios.
La herida que todavía supura es pensar cómo muchos de estos nuevos cristianos se involucraron después en el genocidio. “¡Qué pena para estos misioneros, evangelizadores y pastores, contemplar a muchas ovejas convertidas en lobos rabiosos contra sus hermanos inocentes!” (p.19).
El primer grupo de misioneros españoles se vio forzado a abandonar el país, sacando a los seminaristas nativos escondidos bajo los asientos de la camioneta (10.4.1994). Pero no se arredraron ni el Gobierno general ni la pequeña Delegación rwandesa: Reorganizaron prontamente los estudios para que se siguieran formando en el exilio de España y República Dominicana. Algunos Padres hicieron la opción de acompañar a sus feligreses en los campos de refugiados de Tanzania. Y regresaron a Rwanda, cuando fue posible, para la difícil tarea de “sanar los corazones heridos” por la reconstrucción y la reconciliación (5.2.1995). Produce escalofríos leer el nombre de los primeros laicos o de los parientes de algún congregante que cayeron víctimas de aquella masacre. Como también algunas entrevistas a misioneros y misioneras de los SS. Corazones, protagonistas de aquel éxodo, publicadas en los medios españoles.
Los misioneros españoles de la primera generación son 10 (creo que tendrían que computarse también otras colaboraciones temporales y las ayudas de laicos solidarios).
Hasta hoy se han ordenado 13 sacerdotes nativos de Rwanda y hay un diácono a punto (18 diciembre). La Delegación acoge el único noviciado Inter-africano (en Butare) y contamos con un buen número de estudiantes rwandeses en formación. Desde la Junta Consultiva de 2008 se tiene el visto bueno para nuevas fundaciones, que esperamos ver realizadas próximamente.
Las persecuciones suelen ampliar los campos de misión, como ya atestiguan los Hechos de los Apóstoles., y así nuestra Congregación dio el salto al Cameroun (27.9.94), empujada por los días violentos de Rwanda. Cameroun es una miniatura de África, uno de los países más abiertos y que ha resultado más estable de todo el continente.
Esta segunda Delegación tiene fundaciones en Yaoundé (a partir de 1994) con la Parroquia Ntre. Dame du Lac y la Casa de Formación P. Joaquim Rosselló (para estudios de filosofía, 1977)), y en Zamengoe (Obala, desde 2004) con un Centro de Formación en Valores y Prenoviciado.
El novicio E. Balikile resume el apostolado ejercido, diciendo que “va a velocidad de crucero” (p. 47): Pastoral sacramental en comunidades, atención a los movimientos de acción católica, la formación de cristianos, la pastoral vocacional y la enseñanza. Pero lamenta que no se hayan cuidado otros ministerios específicamente congregacionales como las misiones populares (p. 48).
El número especial acaba con unos Suplementos, que resultan útiles para la historia de nuestras misiones en África: Una decidida reivindicación de la figura del P. Gérard Karuranga (81958-1994), el primer rwandés ordenado y que murió en un accidente de carretera en vísperas del genocidio.- Una mención a lo que ha supuesto nuestra Procura de Misiones, que exige una crónica mucho más detallada, así como a las múltiples realizaciones de la Fundación Concordia.- Otro dedicado a la rama de Misioneros Laicos de los SS. Corazones.- Un interesante recuento del número y procedencia de vocaciones africanas que han pasado por nuestros centros de acogida. Hasta hoy se han ordenado 4 sacerdotes cameruneses y 2 diáconos a punto de ordenarse. Tenemos también 1 sacerdote y algunos congoleños en formación; un primer diácono nigeriano a punto de ordenarse y un grupo centroafricano. El Boletín reflexiona sobre las ventajas y dificultades que comporta la interculturalidad.
El P. Laurent, coordinador del Boletín:, lo sintetiza en esta frase: ”Es la gracia de contar con una pluralidad de culturas dentro de una misma cultura: la cultura de los Sagrados Corazones” (p. 6).