Estimado Jaume, considerando los temas que compartimos y la realidad que vivo, y que puede ser similar a la de otros jóvenes que como yo corren de un lado a otro, se llenan de responsabilidades, pero que sienten que les falta algo, más aun saben qué es o pudiera ser, lo que les falta, e incluso podrían saber dónde buscarlo o conseguirlo, pero siguen igual que YO -again- inertes...
Vayan aquí algunas consideraciones, acoto que parten desde mi propia experiencia, y que por demás estoy claro en que no existe fórmula perfecta para animar, acompañar o simplemente participar en algún grupo, sea este social, eclesial, apostólico, comunitario o de cualquier otra índole...
1. Lo primero es definir el perfil del grupo, definiendo el de los participantes... Edad comprendida entre...?? Casados, Solteros o ambos?
2. Las reuniones bien podrían bien ser mensuales o bimestrales... con uno o dos encuentros por año, en fecha que coincida con la reunión, para que la misma quede sustituida por dicho encuentro. Dicho encuentro podría de conviviencia-retiro si se quiere, que comprenda un fin de semana; el mismo podría estar compuesto de dos partes, una abierta donde se compartan experiencias, se dialogue, se hable, se trabaje en grupo, se traten temas, y otra por supuesto de celebración y oración individual y/o comunitaria... Poco importa si cada encuentro sigue el mismo esquema cada vez, ya que lo tratado será distinto y acorde al momento...
3. El acompañamiento tanto en las reuniones como en el (los) encuentro(s) es importante...
4. Bien podríamos tener alguna guía o material de estudio, el mismo se puede distribuir entre los participantes, o puede entregarse el material de la próxima reunión en la anterior, para que se estudie, se lea, se comparta... Es bueno tomar en cuenta a la hora de elaborar un material, preparar o compartir una reunión, además de las celebraciones, fechas y tiempos propios de nuestra iglesia dominical, hacerlo a la luz del evangelio, y entrelazarlos con nuestra identidad socio-cultural, si no es mucho pedir... Como grupo joven adulto que ya ha tenido otras experiencias, aprenderemos y estaremos dispuesto a compartir reuniones de al menos dos horas, e incluso cuando no podamos participar en alguna reunión, tendremos la posibilidad de saber que se va a tratar y de hacer alguna aportación (reflexión, lectura sugerida, canción, etc.) que entendamos apropiada para la ocasión... Cada reunión, podría terminar con algún compromiso, con algún apostolado personal, y de vez en cuando alguno grupal para la siguiente reunión de ser posible... cosas pequeñas, pero con amor...
5. Los medios electrónicos nos brindan una oportunidad abierta para compartir nuestras experiencias, reflexiones, sugerencias para nuestras próximas reuniones, y colgar de cuando en vez algo apropiado para el consumo y crecimiento de todos los miembros del grupo... esto además ayudará a estrechar los lazos, y el tiempo entre cada encuentro, y otras personas en otras latitudes podrían hacer los mismo y unirse en un mismo espíritu y carisma... igual si algún miembro no es asiduo a estos medios, podrá leer en algún material impreso los temas y "rumiarlos" un poco antes y después de cada reunión...
Perdona si parezco un poco idealista, o algo neurótico-organizado, pero entiendo que si no hemos madurado un poco en este aspecto de nuestras vidas, al menos habremos crecido de manera personal como para asumir compromisos de esta magnitud...
No les niego que me asusta un poco asumir nuevos compromisos, pero me asusta más dejar que se me pase el autobús (o el Metro de Sto. Dgo.) sin hacer algo... Jaume, si quieres hacer alguna propuesta concreta aprovecha que se acaba el año y a ver si el 2011 trae nuevos bríos...
En los mismos SSCC que desde hace 18 años... con cariño!!!
Jaimito
lunes, 1 de noviembre de 2010
Primera respuesta: Nuevo grupo de Laicos Jóvenes con familia y trabajo
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