lunes, 16 de agosto de 2010

Los MSSCC en África (II)

Hay palabras peligrosas, palabras prohibidas que no se pueden predicar ni para animar la esperanza. Lo experimenté, por ejemplo, en tiempo de la dictadura militar argentina en un adviento en que tocaban las lecturas apocalípticas de Daniel. Palabras que no se podían escribir en una república caribeña, pongo otro ejemplo, hablando simplemente de pobres y oprimidos, el obispo puede llamarte la atención; o atreverte a comparar el país con un batey de haitianos cortadores de caña, porque resulta denigrante. No tengáis la ingenuidad de escribir Apocalipsis 19, 17-18: “Venid, reuníos para el gran banquete de Dios: carne de reyes, carne de generales, carne de poderosos…” Porque la embajada americana puede obligar a retirar toda una edición de miles de ejemplares. Hay palabras desterradas del diccionario como la palabra “gen…”, mejor no la escribo; o la palabra “traspasados” aunque se hable en términos de espiritualidad.


No está bien visto recordar que los pobres son empobrecidos. Denunciar que los marginados son traspasados por muchas lanzas, espadas y opresiones siempre bien afiladas… Ya lo sabían los antiguos mayas cuando pintaban un corazón traspasado en sus pirámides. Y reconozco que este lenguaje de liberación no lo ha tenido fácil para penetrar en nuestras comunidades africanas. Allí se hablaba más de inculturación cuando nosotros mencionábamos las palabras claves opresión-liberación.


Por esto me alegro de comprobar como el mismo Boletín de nuestro noviciado inter-africano está coloreado desde su mismo título por nuestra espiritualidad propia: Le Transpercé, El Traspasado. Y como en el número especial sobre Historia de las Delegaciones Africanas frecuentemente los novicios habla, con naturalidad, de la promoción hecha por la Procura de Misiones y por la Fundación Concordia en términos de servicio al Traspasado (Jesucristo) en los pobres traspasados, por la evangelización y la promoción social.


En este post quisiera recuperar un Taller que hicimos en Artajona (Navarra), en un lejano Julio de 1997, para salvarlo del olvido. Éste fue el resumen que preparamos para el momento de compartir con los otros grupos.


Claves de la espiritualidad renovada desde la Biblia y desde los pobres.

1° En un mundo sin corazón queremos poner corazón:

Con esto queremos expresar nuestro deseo de vivir la espiritualidad de los Sagrados

Corazones como respuesta al sufrimiento atroz que sufre nuestro pueblo r. en estos momentos, con el compromiso genérico de defender los derechos humanos como derechos divinos.


2°. Contemplamos al Traspasado junto a María al pie de la cruz:

* Contemplar al Traspasado

La revelación más clara del Amor de Dios, la descubrimos en Jesús crucificado y resucitado, o sea, el Traspasado de la escena de Jn 19 (Cfr Reglas, 10). Esto significa:

- que no condenamos a nadie, sino que acogemos a todo el mundo con misericordia.

- nos negamos a creer que tanta sangre ha sido derramada inútilmente. Al contrario

creemos "contra toda esperanza" y trabajamos para que llegue un futuro mejor

- si vivimos nuestra espiritualidad, aportamos algo importante al pueblo de R. y justificamos la presencia de nuestra Congregación allá.

.

* Junto a María, nos situamos al pie de los crucificados de la tierra, en el lugar privilegiado que es el calvario del pueblo r.

Esto se hace en un proceso que tiene diversos niveles:

- interesarse y ayudar a los pobres y sufridos

- colaborar en sus causas y luchas

- vivir con ellos y como ellos


3°. Reconocemos la imagen viva del Corazón de Jesús en nuestro pueblo crucificado, que se parece al Siervo de Yavé.

Pero ¿cómo sabremos con exactitud en qué sentido el pueblo r. es hoy la continuación del Siervo de Yavé?

- es un pueblo privado de todos los derechos fundamentales, ante quien se vuelve el rostro porque ya no es noticia

- es aquella parte del pueblo que intenta implantar un nuevo derecho y justicia: pisoteado, no se venga, sino que lucha por la liberación de todos (no sólo de su etnia, raza o su familia) y repara las ruinas dejadas por el odio y la guerra

- especialmente son aquellos y aquellas reprimidos y perseguidos cuando se consagran a la reconciliación nacional y a la defensa de los perseguidos

- y, sobre todo, aquellos poquitos que tienen conciencia de que su vida y muerte pueden dar luz a un nuevo pueblo, verdaderamente cristiano y unido.


4°. Nos proponemos construir la imagen de los Sagrados Corazones

- en una Congregación contemplativa, unida, inculturada y misionera.

- en unos laicos y laicas que participen de nuestra espiritualidad y misión.

- en un pueblo que llegue a unir las diferencias raciales y regionales en una sola patria; la identidad cultural con la fe cristiana en una iglesia más africana; el ser hombre o mujer en una humanidad nueva.


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