miércoles, 30 de marzo de 2011

EVANGELIO JOVEN: La Danza de la Transformación (IVª Cuaresma)


EL CIEGO DE SILOÉ Jn 9,1-41

(No me negarán que la imagen de la Conversión como un Pasar del Luto a la Danza es muy potente. Pero este "Curso para aprender a danzar con Jesús", puede parecer a algunos cada vez más místico y es difícil sostenerse sobre las puntas de los pies. Por esto les confesaré que yo no vivo la Cuaresma con un solo registro: Aquí, con ustedes, seguimos el Curso de danza dirigido por la hermana Mª Carmen Ferrero; en Binissalem, un taller de Lectura Comunitaria de EDV dirigido cada semana por una mujer distinta (Eva, Sara, Samaritana, Madre del ciego, Marta, Magdalena); las homilías dominicales, ayudado por el grupo sabatino de Lectio Divina de nuestro Santuario; las diarias, por Ángel Moreno de la Buenafuente… ¡Que no falte la música!)

Con el ciego de Siloé, nos vamos a ir metiendo en la Danza que transforma e ilumina. Una transformación que es posible, gracias “al barro que limpia nuestros ojos”.

Un buen momento para aprender “otro paso” de nuestra Danza Cuaresmal. Un “paso” que habla de: relajarnos, aflojar esas tensiones que nos hacen permanecer siempre en el mismo lugar de la pista y nos impiden abrirnos a la NOVEDAD.

Vamos a “soltar” todo lo que suena a rígido, lección aprendida e ideas inamovibles. Vamos a “desaprender”- hay una canción de Luís Guitarra, cuyo título es: desaprender, escuchadla si podéis- y nos vamos a atrever a dar un “giro total”.

Un giro de esos que nos deja a la intemperie, como cuando los trapecistas sueltan su trapecio y se lanzan al vacío… Vamos a soltar esos “agarraderos” que nos dan una sensación – bueno, se la dan a nuestro yo- de “seguridad”.

El primer movimiento de nuestra danza, nos invita a “cambiar de postura”: “No es éste el que estaba sentado pidiendo limosna”.

No podemos “danzar” sentadas, esperando que nos den… Es necesario levantarnos y quitarnos el barro de los ojos… ¡Ve y lávate!”, ponte en pié y déjate transformar… Descubre la realidad de Dios en tu vida.

Un “cambio de postura” cuyas notas suenan a FIARNOS de Aquel que toca nuestro barro y nos transforma en hombres y mujeres nuevas.

El ciego de nuestro relato, en un primer momento no sabe disfrutar de la transformación que se ha producido en su vida.

Simplemente se dedica a realizar aquello que le es mandado: “Ve a la piscina de Siloé y lávate…Y va… No hay planteamientos, nada se ha transformado en su interior. Por eso, cuando le preguntan quien le ha curado dice: “Ese individuo que se llama Jesús hizo barro, me untó los ojos y me dijo que fuera a lavarme. Fui, me lavé y recobré la vista”… ¡Y ya está! Hizo lo que le mandaron… Y se le “escapó” el ENCUENTRO personal que TRANSFORMA la oscuridad en Luz.

Ni sabe cómo se llama el que le regala la Luz, ni dónde está, ni quién es… repite una y otra vez el mismo discurso: “Hizo barro, me untó y me lavé y veo…”

Y Jesús lo busca otra vez…e interpela su vida: ¿Crees en ese Hombre?... ¿Quién es?...El que habla contigo… CREO, SEÑOR.

La experiencia personal, la personalización de nuestra fe, es lo que transforma nuestra vida y nos capacita para dar razón de nuestra esperanza.

No es posible un proceso de transformación, si no va acompañado de un proceso personal de nuestra fe.

El ENCUENTRO personal es lo que trasforma nuestro barro y nos permite “escuchar” la suave melodía que nos habla de FIARNOS… de CONFIANZA… de UNIDAD dinámica que nos va transformando en lo que ya SOMOS de fondo, aunque muchas veces caminemos por la vida sin ser conscientes de ello. Quizás porque vamos todavía con el “barro puesto”.

El ciego de Siloé “cree”, pero todavía no ha VISTO… por eso nada se ha transformado en él. Sólo “repite acciones” que le indican el camino de la luz, pero no ha saboreado y experimentado la LUZ.

En este “cambio de postura”, la melodía del ENCUENTRO nos va llevando: de la “práctica” de la religión, a la experiencia de la espiritualidad, a la experiencia del Misterio de lo Real, donde nada es separado…TODO ES.

Cuando somos capaces de ENCONTRARNOS con Aquel que nos susurra: “Lo estás VIENDO, el que habla contigo”… entonces se nos regala la capacidad de responder: CREO, SEÑOR. Un “creo” que suena a Encuentro, a experiencia, a cambio radical de postura…A “POSTRARNOS” ante Él, es decir, a ABANDONARNOS en Él…

A no “creer que vemos”, sino a experimentar que SOMOS el que VE y el que es VISTO, que somos Testigos de la LUZ.

Un Encuentro que nos va conduciendo por el camino de la UNIDAD plena.

Y desde esta Unidad que “presiento”, quiero “regalaros este anhelo de Unidad que hay en mí y que hace un tiempo se me regaló como experiencia de Unidad.

La Unidad que presiento

Durante casi toda mi vida he conjugado el verbo ser:

Yo soy… Tú… eres. El…es

Marcando distancias

Fortaleciendo el yo soy…

Separando el tú eres…

Diferenciando… él es

… Y me despertó la música de tu Presencia

con acordes infinitos que no tienen fin.

…Y me sacaste a bailar la Danza de la UNIDAD…

Sujetándome tan fuerte…

que Tú y yo

no somos Tú…y yo…

Somos: “YO SOY”

No hay espacio para “dos”

…y siento que me llevas…

y que soy llevada.

Pero no hay dos…

Una sola Danza… y un BAILARÍN

Somos NO-DOS.

No hay distancias…

Somos FUSIÓN.

Formas de una misma REALIDAD…

Abrazados hasta ser:

El Abrazo y lo abrazado,

El Beso y la besada

El Amante y la amada

Eres en mí.

Y el “mí” deja de existir

Para ser en Ti…sin Ti

No hay tú… ni yo…ni nosotros…

Solo hay SER.

Ser… sin “hay”

No hay nada, todo ES;

VACÍO Y NADA, recreado en PLENITUD.

Y Respiro PRESENCIA…

Y todo huele a vida…

Y todo SABE a SER.

Y siento que mi cuerpo se estremece,

Y mis ojos se bañan en lágrimas

que son SILENCIO agradecido

Y me abrazo fuerte… sin poseerte

En el AQUÍ Y AHORA de la UNIDAD que SOMOS…

En el Misterio que desborda y abre a la vida

donde todo ES y te REGALAS. ¡¡Gracias!!

martes, 22 de marzo de 2011

EVANGELIO JOVEN: La danza del abandono (IIIº Cuaresma)


LA SAMARITANA Jn 4, 5-42

(Seguimos con el "Curso para aprender a danzar con Jesús", dirigido por Mª Carmen Ferrero hcsa)

En la danza no cabe la rigidez, la danza nos habla de flexibilidad, de abandono, de VACIAMIENTO total, de sabernos y sentirnos SOSTENIDAS por el abrazo del “DANZANTE”. Así que, en este aprendizaje que vamos recorriendo, hoy nos toca: APRENDER A ABANDONARNOS… VACIARNOS


Detenemos nuestra atención en ese cántaro que va y viene al pozo, pero que no es capaz de saciar nuestra sed… Todos los días lo mismo: coger el cántaro vacío, ir al “pozo” y volver… No hay más anhelos ni más deseos. La rutina nos impide descubrir la NOVEDAD del AGUA que salta hasta la vida eterna y, que nos regala ese NOMBRE nuevo con el que Dios nos sorprende cada día y, con el que nos invita a dejar “nuestro cántaro” vacío junto al pozo…


Dejar el cántaro y aventurarnos a vivir desde el abandono, despojadas de todo aquello que nos impide Saborear el Agua Viva.Para Danzar es imprescindible DESPOJARSE de todo lo que nos impide “movernos “al compás del Espíritu y, descubrir su Presencia amorosa en cualquier “medio día” de nuestra vida. Necesitamos despojarnos de todo lo que nos impide vivir en plenitud:


Despojarnos de ideas aprendidas que paralizan nuestra “danza” porque andamos divagando si es en este monte o en el otro donde hay que adorar a Dios, si es este el “lugar sagrado” o es otro… Y en las cavilaciones mentales se nos escapa la oportunidad de vivir la vida y lo cotidiano, como el ESPACIO SAGRADO por donde Dios se nos manifiesta.


Despojarnos de esas ideas que nos hacen vivir desde la superioridad y nos van conduciendo por el camino de la intolerancia, dentro y fuera de nuestros espacios comunitarios… “¿Vas a ser tú más que nuestro padre Jacob?”


Despojarnos de esa agua que no sacia nuestra sed profunda – sólo apacigua nuestro ego- y abandonarnos a la corriente desbordada, Fuente de vida en plenitud: “Todos los seres vivos que bullan allí donde desemboca la corriente, tendrán vida…Y habrá vida dondequiera que llegue la corriente” (Ez 47,1-12). Esta es el Agua que sacia nuestra SED

Sólo cuando nos despojamos de todo lo que nos impide vivirnos en plenitud, es cuando podemos abrazarnos al Danzante y permitir que ese Abrazo vaya marcando el ritmo de nuestra vida con movimientos de abandono y despojo… no para “hacer” la voluntad del Padre, sino para SER su voluntad en el AQUÍ y AHORA…

Dios no “necesita” que vayamos día tras día a buscar el agua, no “necesita” de nuestros agobios y tareas, de nuestras acciones para “hacer “su voluntad… Dios quiere que SEAMOS su VOLUNTAD…que dejemos a Dios SER a través de nuestra “forma”… así saciaremos nuestra SED profunda, que sólo puede saciarse desde Él, que es el AGUA y la SED.

Y esto es abandonarse, vivirse desde la DOCILIDAD de fondo, de esa Docilidad que nos Habita y que llamamos: Dios, Presencia, Abbá, Agua, Sed… MISTERIO.

Danzar al ritmo de la Música del Padre, es dejar que las cosas sucedan y entregarnos a lo que acontece, desde una CONSCIENCIA y Atención plena que nos permita experimentar que: “No tener nada es tenerlo TODO” (Maestro Eckhart ), que dejando el cántaro vacío junto al pozo, paradójicamente, no tendremos jamás más sed… porque sólo en Él encontramos: el pozo, el agua, el cántaro y la SED…UNIDAD que no deja nada fuera, UNIDAD en la que TODO ES y en la que todos SOMOS.

Este es el lenguaje de Dios: perder para ganar, menguar para crecer, despojarnos para experimentarnos PLENOS en su PLENITUD.

Abandonarse… vaciarse… no aferrarse a nada para poder sorprendernos por el derroche del TODO.


Desde el Despojo, es desde donde nace nuestra capacidad de asombro y nuestra capacidad para VER y ACOGER la DESMESURA de Dios, que sobrepasa nuestras pequeñas expectativas:


El hijo pródigo sólo buscaba el perdón del Padre para poder comer… y se encontró con el Padre que corrió a su encuentro y se fundió en abrazo hecho Derroche y Fiesta.


Los jornaleros de la plaza buscaban el salario de última hora, y se encontraron con una “paga extra”.


Los discípulos de Emaús sólo querían desahogar su corazón afligido, y sintieron como su corazón abrasaba.

Danzar desde el ABANDONO… nos va introduciendo en la Danza de la DESMESURA: donde no tener nada… nos conduce a la experiencia del TODO.

¿Por qué si Dios es la DESMESURA nos empeñamos en seguir “bailando” la danza de la posesión, y nos cuesta desprendernos de tantos “cántaros” que no sacian nuestra sed, y nos hacen mujeres rígidas y sin movimiento ante la Música de la Banda Sonora del Reino?

“¿Con quién te compararé? ¿A quién te pareces?... Tocamos la flauta en la plaza y no bailaste ni te alegraste”

Tomar conciencia de la Melodía del Reino, es atrevernos a escuchar la Música que nos habla de abandonar nuestro cántaro vacío y, consentir que su Manantial de Agua Viva nos colme hasta la DESMESURA… hasta el DERROCHE.

El que no vive despojado de sí mismo, es incapaz de “percibir” el susurro de la “DANZA”, incapaz de lanzarse a la corriente, porque le basta “su gota de agua”… Y al mirarse, solo puede ver el reflejo de su propia imagen.

El DESPOJO, el ABANDONO… nos va conduciendo a esta DANZA que nos hace “girar y girar” siempre desde el Centro… Y desde ahí, HABITADAS y llevadas por el DANZARÍN, saborearemos el GOZO de sentirnos y sabernos ENAMORADAS…

Desde el CENTRO… AMOR, AMANTE Y AMADO SON UNA SOLA COSA… Y al “mirarnos” veremos la Belleza de Dios…UNIDAD de todo lo que ES. Derroche de AGUA VIVA.

Foto de Victória Cànaves (Museo de Lluc)

viernes, 18 de marzo de 2011

EVANGELIO JOVEN: La Danza de la Confianza, a pesar de la Ira (IIº Cuaresma)

Nos adentramos en la Cuaresma y el desierto que encontramos es sobrecogedor. La tensión de la catástrofe del Japón, que han definido apocalíptica, y que en Europa preocupa más por la amenaza nuclear que por los muertos y víctimas. Los conflictos en el norte de África, Libia especialmente, cuando parece que los Organismos Internacionales han decidido intervenir y el general amenaza con extender la guerra al mediterráneo. Los muertos sin contar, y apenas sin cuota de pantalla, del Medio Oriente, de Irak, de la infancia desnutrida, de la violencia de género, etc. No está el horno para bollos ni la situación para fiestas.

1. Indignaos y danzad

¿Cómo seguiremos hablando de danza? Voy a servirme de un magnífico post del teólogo José Arregui (que parte del libro de Stéphane Hessel, “Indignez-vous!”, que arrasa por estas latitudes):

“Enteraos, ahora es momento de bailar, y bailemos. El Reino de Dios, el mundo nuevo, no hay quien nos lo quite. Mirad los pájaros del cielo que cantan a la lluvia. Mirad los lirios del campo, ¡cómo los viste Dios! Cuando hay que indignarse y hacer duelo, indignaos y haced duelo. Y cuando hay que danzar, danzad. Y no tengáis miedo, pues Dios os cuida. Cuidaos del miedo. Y si por cualquier razón o sin razón alguna os aflige la angustia, danzad en espiral con el cuerpo y el alma, y ayudad a Dios a liberaros o a liberarse de la angustia en vosotros. Yo danzo para ti. Dios danza en ti para ti. Danza también tú en Dios para Dios.

Necesitamos esa espiritualidad de la indignación y de la danza. La indignación cuando hay que indignarse contra la impiedad. La danza cuando hay que dar rienda suelta a la vida y la dicha, a la paz y la confianza, a la bondad y la belleza. Necesitamos la espiritualidad de la indignación que sabe resolverse en danza. La danza, ese arte integral que libera el impulso originario de la vida que late en las entrañas del hombre, en las entrañas de la mujer, en las entrañas de la Tierra, en las entrañas de Dios.

Necesitamos recuperar esa espiritualidad. No quiero decir que necesitamos recuperar la espiritualidad perdida, como si la hubiéramos tenido en el pasado, como si el tiempo pasado hubiera sido mejor. Necesitamos espiritualidad, espíritu, respiro. Necesitamos espiritualidad en esta sociedad perpleja que somos, en este tiempo incierto que vivimos, en este planeta amenazado que habitamos, mejor, que somos”.

2. Transfiguración: La danza de la Confianza

“Un nuevo paso en nuestro aprendizaje… DEJARNOS LLEVAR POR EL BAILARIN hasta vivirnos como esa nota irrepetible en la sinfonía de Dios, hasta experimentarnos como el que baila y el que ES bailado… Levántate y no tengas miedo porque en la Danza de mi Amor no importa que los pasos no salgan perfectos, lo tuyo es DESCANSAR en el BAILARÍN y dejarte llevar: “Todo lo demás se os dará por añadidura”.

Poder danzar desde la Confianza no es cuestión de méritos, ni de “propósitos espirituales”. Confiar es cuestión de saber DESCANSAR EN ÉL, de abrirnos a Dios como nuestro DESCANSO y permitir que Él “se vaya diciendo” en nuestra vida y en la vida de todo lo que ES”.

ORAMOS…

Jesús sube al monte, / con los suyos, a hacer oración. Y se repite la experiencia.

¿Dónde?

No sé. A lo mejor no es arriba, sino dentro. A lo mejor la luz está dentro. A lo mejor la palabra del Padre resuena dentro, y te repite: Sí, hijo mío. A lo mejor la alegría viene de dentro. A lo mejor, Dios mío, todo está dentro.

¿Dónde? No sé. A lo mejor no es arriba, sino al lado. A lo mejor la dicha está en el grupo de hermanos. A lo mejor en los amigos encuentras la luz y la palabra. A lo mejor en la familia sientes la nube sagrada del amor que te envuelve. A lo mejor el Tabor siempre está junto a ti, en el otro, en los hermanos.

¿Dónde?

No sé, a lo mejor no está arriba, sino abajo. A lo mejor encuentras la dicha en el sufrimiento. A lo mejor Dios desde abajo te interpela: “Son mis hijos más queridos” A lo mejor, entre los pobres, te envuelve la nube santa de la misericordia. A lo mejor, tú puedes hacer que todo sea más Tabor.

¿Dónde el Tabor? No sé. Pero lo encontrarás si lo buscas de veras, si te abres a la luz, si te dejar guiar por el amor; o tal vez no lo encuentres, tal vez se te regale cuando dejes de buscarlo, o tal vez la misma búsqueda sea un Tabor”.

miércoles, 9 de marzo de 2011

EVANGELIO JOVEN: La Danza de la Totalidad (Iº Cuaresma)

CUARESMA, 40 días para aprender a DANZAR

(Hay diversas propuestas para el tiempo de Cuaresma, pero entre todas me parece sugerente la de Mª Carmen Ferrero hcsa. Este comentario quiere presentar un Evangelio Joven y esto de mover el esqueleto es rabiosamente juvenil.

“Cambiaste mi luto en Danza” (Sal 30) puede ser una bella parábola de lo que significa CONVERSIÓN. Me agrada, además, porque esa imagen del profeta Oseas “el desierto: tiempo de enamoramiento” está en nuestra Regla fundamental).

  • Un cursillo intensivo de Danza

A mí la Cuaresma, hoy, AQUÍ Y AHORA, me suena a DANZA…, a una danza cuya banda sonora está compuesta en movimiento “allegretto” y en cuyas notas desafina hasta la estridencia aquello de: “Perdona a tu pueblo Señor… no estés eternamente enojado… perdón y clemencia…”

¿Por qué nos empeñamos en mantener una “música de fondo” cuya imagen de Dios es la de un Dios enfurecido, enojado y que perdona cuando hacemos determinados actos piadosos? Esta música no nos invita a danzar, al contrario, paraliza nuestro ritmo y nos deja “agarrotadas” en la pista de baile de la vida, incapaces de oír la música que suena a seducción y festejo: “La seduciré, la llevaré al desierto le hablaré al corazón y me casaré con ella” (Os 2,14-15).

Hoy hay muchos libros de autoestima que tiene títulos sugerentes: “Aprenda a ser feliz en diez días” “Como vencer la timidez en treinta días”… Pues yo propongo otro título: “Como aprender a danzar con la Banda sonora del Evangelio ¡en cuarenta días!”.

Vamos a recorrer los evangelios de los cinco domingos de Cuaresma y dejarnos llevar por la música de fondo: cinco pasos de la Danza de Dios.

  • EL DESIERTO Y LAS TENTACIONES. Mt 4,1-11: LA DANZA DE LA TOTALIDAD

“Entonces el Espíritu llevó a Jesús al desierto…”

El “desierto” es un lugar privilegiado para iniciar “nuestra danza cuaresmal”, un espacio especial para aprender a Danzar al ritmo del Espíritu. Jesús, nuestro Maestro de “baile”, fue llevado por el Espíritu, es decir, es un Maestro que “sabe mucho” de esto de “dejarse mover” desde dentro por el Dinamismo del Padre. Desde este dejarse mover, acoge el “desierto” como ese espacio donde se nos revela que nada es nuestro y nos remite en TOTALIDAD al Dador de la VIDA, al que nos SOSTIENE.

“Al Señor tu Dios adorarás y a él solo darás culto”… Esta es la “música de fondo” que nos susurra el desierto y esta es la música que marca los primeros pasos de nuestra Danza.

Quizás en este primer momento sea necesario “desaprender” muchos de los ritmos con los que nos hemos vivido hasta ahora, y que han marcado nuestro estilo de “bailar” y de movernos en la vida.

Quizás estos ritmos están marcados por la música del: TENER, PODER Y APARENTAR… donde el ego se constituye en el “director de orquesta” de nuestra vida.

  • TENER

… Porque hemos introyectado en nuestra vida aquello de: “tanto tienes, tanto vales”, y en el tener hemos puesto toda nuestra seguridad sin darnos cuenta, de que la seguridad en nuestra vida no la da el tener sino el SER

  • PODER

Poder que se nos cuela hasta en nuestras relaciones y acciones cotidianas, en nuestras expresiones hacia los otros, poder que ejercemos con nuestras posiciones inamovibles y nuestras ideas intocables, creyendo que las ideas forman parte de mi “identidad” y olvidando, de éste modo, que la identidad no está en la cabecita, ni “soy” aquello que pienso sino que tiene su origen en Aquel que es la FUENTE de nuestra IDENTIDAD, la PRESENCIA que “desvela” nuestra verdadera Identidad hasta vivirnos como PRESENCIA.

No somos lo que “pensamos”, somos LO QUE SOMOS EN EL QUE ES. En ese lugar, desaparece todo signo de “poder” porque solo hay VACÍO… NADA… PLENITUD… TODO. La “banda sonora del poder, del tener, del aparentar… sólo está en nuestra mente, una mente alimentada por el ego porque necesita: tener, poder y apariencia para vivir.

  • APARENTAR

Tras el disfraz de la imagen ocultamos nuestros vacíos y temores y buscamos el aplauso de los otros para sentirnos más o menos bien en nuestra piel. Tras el disfraz de la apariencia vamos ocultando nuestra necesidad de que nos tengan en cuenta, nuestro deseo inconfesable de ser la guinda del pastel… nuestra hambre de cariño.

  • Primera lección de la Danza de la TOTALIDAD.

Giro de 360º y vuelta entera…

Un “giro” total y una vuelta total de nuestra vida para salir de ese espacio que aprisiona nuestra vida y poder saltar al CENTRO de la pista , agarrarnos fuertemente al “BAILARÍN” y descubrir que abrazadas al Bailarín:

Dejaremos de buscar nuestro propio “pan” para preparar la mesa de la fraternidad universal donde todo sabe a pan y a hogar y nos experimentamos UNOS en el UNO

Dejaremos de necesitar que “los ángeles nos lleven en volandas” y aferradas al Maestro, llevaremos a otros y cantaremos mientras danzamos: “todas mis fuentes están en Ti”

Dejaremos de escondernos en los mil pliegues del poder, para vivir desde el servicio y ser expresión de la vida, y vida en Plenitud.

Con el “giro” de esta Danza, saltamos al Centro donde se nos regala el ritmo de la TOTALIDAD y donde saboreamos que dar culto a Dios y adorar a Dios en totalidad, nos va introduciendo en el “baile de la confianza plena”… en la música de la DOCILIDAD a Dios como único MAESTRO y BAILARIN de nuestra vida.

La voluntad de Dios marcó el ritmo en la vida de Jesús, y lo marca en la nuestra si nos abrimos a su Música que se nos manifiesta en ALTA FIDELIDAD.

Desde ahí, aprenderemos a danzar acogiendo el DARSE de Dios y nos convertiremos en la “DANZA” de su DARSE en el mundo. “La creación es la Danza de Dios” (Willigis Jäger).

miércoles, 2 de marzo de 2011

EVANGELIO JOVEN: ¿Sobre roca o arena? (Dom IX Mt 7,21-27)


1. “¿Por qué no se suicidan los pobres?”

Anteanoche concluimos el taller sobre Lectura Comunitaria de la Biblia que hemos hecho en Selva, el lindo pueblo que está a la falda de nuestra Sierra. Este año hemos tenido el privilegio de dedicar 6 domingos a la proclamación litúrgica del Sermón de la Montaña. Desde luego no bastan, y hacemos el propósito de abrir de nuevo el evangelio para hacer una lectura más personalizada del conjunto Mt 5-7. Comentamos las respuestas que vienen en el último número de Foc Nou a la pregunta: Cuál es tu sermón de la montaña. Coincidimos en los versículos preferidos sobre”bienaventurados los misericordiosos”, “no se angustien por el mañana”, “busquen primero el Reino de Dios”…

A mí me han hecho bien estas palabras de V. Codina: “A la pregunta de Gustavo Gutiérrez “¿dónde van a dormir los pobres?”, podemos añadir otro interrogante: ¿por qué no se suicidan los pobres?, sino que luchan por la vida, se casan, tienen hijos, esperan un mañana mejor, compran flores y celebran fiestas? La respuesta es profunda y sencilla al mismo tiempo: el Señor que les revela los misterios del Reino suscita en ellos una gran esperanza, sienten que Diosito siempre les acompaña… por esto el pueblo no se suicida colectivamente” (“La fe de los insignificantes”, RLT 76(2009)89-97).

Recogemos la queja de que esta propuesta de Jesús no esté todavía bastante en las manos del pueblo. Con su radicalismo, su honestidad y la paz serena que infunde como una gracia. Nos proponemos formar dos grupos (en Selva y Campanet) que continúen alimentándose con el evangelio dominical.

2. Escuchar y practicar

Hoy leemos la conclusión del Sermón de la Montaña: “El criterio de discernimiento es claro: los frutos. No es cuestión de doctrina correcta, de ortodoxia, sino de ortopraxis. Jesús anatematiza a los que nunca recorrieron la senda del pobre y al final se encontraron sin los frutos del reinado: “lo que no hicieron a uno de estos más pequeños no me hicieron a mí” (La Biblia de nuestro Pueblo). No basta el devoto reconocimiento de la divinidad de Jesús (Señor, Señor), ni las obras extraordinarias (profecías, exorcismos y sanaciones) si no nacen del amor ni tienden a construir una humanidad nueva.

“Ser cristiano implica la práctica de los preceptos de Jesús. En esta práctica hay experiencias de gracia y de oración. Esto lo proclama el sermón de la montaña desde las bienaventuranzas hasta el final. De esta práctica depende la supervivencia o la ruina en el juicio” (U Luz).

Jesús habla de dos clases de personas, la diferencia está en si construimos nuestra vida (la casa) cumpliendo la doctrina de Jesús, cuyo meollo son las bienaventuranzas. Sólo así seremos capaces de resistir el embate de las crisis, persecuciones y desastres.

3. ¿Construimos sobre roca o arena?

Prueben de escribir esta pregunta en el buscador de internet y se sorprenderán de la cantidad de respuestas. La doble parábola de Jesús es muy actual, y la podemos aplicar a los niveles que nos interesen.

  • Edificar nuestra propia vida

¿Es la Palabra de Dios la PIEDRA FIRME en la cual estoy construyendo mi vida? ¿Dónde he puesto mi confianza, en mis propios criterios o en la Palabra de Dios?

Cuando llegan las lluvias y las tormentas a mi vida, ¿siento que mi vida se cae como la casa construida en arena o me siento como una Piedra Firme?

¿Cómo puedo empezar a construir mi vida sobre una piedra firme? (cfr http://www.lectionautas.com)

  • Ante la crisis económica mundial:

Las palabras del papa Benedicto XVI (06.10.2008) vuelven a resonar este domingo y suscitan muchos comentarios; "Vemos con el colapso de los grandes bancos que el dinero sencillamente desaparece, que no significa nada, y que todas las cosas que nos parecen tan importantes, en realidad son secundarias. Quien construye la casa de su propia vida sólo en base a las cosas materiales visibles, como el éxito, la carrera y el dinero, construye sobre arena . Sólo la voz de Dios es la única realidad duradera" .

¿Qué opinamos nosotros: Nuestra economía se funda en arenas movedizas?

  • ¿Qué fundamentos tienen nuestras Instituciones? Francisco Rodríguez Barragán hace un comentario muy radical sobre la crisis de valores de la familia, la educación, la organización política local, autonómica y estatal de España, la Comunidad Europea o la ONU: “ Qué podemos hacer? Propongo, para empezar, que cada cual revise su propia vida y vea si la está construyendo sobre la roca firme de valores permanentes o sobre la arena movediza del consumismo, el hedonismo, el relativismo y el mínimo esfuerzo”.

  • La Iglesia en América Latina y el Caribe: ¿está edificada sobre roca o sobre arena?

Les invito a leer el valiente artículo de mi admirado condiscípulo Pablo Richard, donde analiza los 6 fundamentos mínimos que permiten a la Iglesia Latinoamericana resistir “lluvias, torrentes y vientos, pero ella no va a caer”... El santo Alberto Hurtado decía: “cuando se te acabe el entusiasmo agárrate de la fe”. Creo que ha llegado la hora de la fe” (Parte I)

En una segunda parte se atreve a denunciar la falta de decisión en la reforma de la Iglesia. “Entre los años 1948-2008 la Iglesia Católica vive sesenta años de reforma (movimiento de teología europea desde 1948, Concilio Vaticano II, conferencias de Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida). Sin embargo, esta reforma de sesenta años no logra superar totalmente los cuatrocientos años de contrarreforma. Mas bien, desde el decenio de los ochenta empieza a perfilarse una clara corriente conservadora. En general el documento final de Aparecida fue positivo, aunque no predomina una orientación clara hacia una reforma de la Iglesia. Hay textos para una u otra posición. Todos pueden elegir”.

(Pablo incluy un análisis crítico de la Misión Continental: no basta tener los sujetos y el entusiasmo, es necesario tener también definiciones, contenidos y objetivos claros. La Misión Continental es un instrumento demasiado pequeño e ilusorio para enfrentar los grandes desafíos que Aparecida propuso a la Iglesia en la actualidad.)

Escuchar las enseñanzas de Jesús y llevarlas a la praxi, como podamos, con el mejor deseo de seguir al Maestro.

Fotografías: La casa de Sant Honorat construida sobre la roca de una montaña y casita rwandesa.

Obispo dominicano: "El pueblo no vive de números" (500 aniv. Sermón Montesinos)


HOMILIA PRONUNCIADA EN LA CATEDRAL PRIMADA CON OCASIÓN

DEL 167º ANIVERSARIO DE LA INDEPENDENCIA DOMINICANA

Mons. Víctor Masalles - 27 de Febrero 2011

(Me resistía a dedicar otro post a los Obispos Dominicanos, pero viendo la aceptación que tuvo la Carta Pastoral sobre el Sermón de Montesinos, no me puedo resistir a añadir este complemento. Las hermanas dominicas Dioselyn y Estíbaliz me hacen llegar la valiente intervención de este obispo, catalán de nacimiento, nombrado recientemente auxiliar de Santo Domingo. Dicen: "LEANLO, NO tiene desperdicio, por esta vez la Iglesia habló claro y nos dejó muy bien a las religiosas y religiosos, como quienes estamos al lado del Pueblo y de las situaciones de miseria en que vive..... y ante quienes derrama lágrimas por su desesperación")

La Iglesia Dominicana invita a su feligresía dos veces al año al canto del Te Deum como una expresión de gracias al Señor por los beneficios concedidos a nuestro amado pueblo dominicano. Una de ellas es el 27 de febrero, fecha en la que recordamos la Independencia de nuestra amada República.

Hoy se cumplen 167 años de aquel glorioso 27 de Febrero en el que un grupo de patriotas tomó la decisión de liberar nuestro territorio del dominio haitiano. Cada vez que celebramos ese día lo hacemos con respeto y veneración a esos hombres que soñaron una Patria libre y soberana, e idearon una nación que comenzó a gestarse a través de una Sociedad Secreta llamada La Trinitaria.

Los fundadores de la dominicanidad eran hombres de fe, que la confesaban en el juramento de sus miembros: “En nombre de la Santísima, Augustísima e Indivisible Trinidad de Dios Omnipotente…”. Es una confesión cristiana que revela un reconocimiento de la existencia del Dios Uno y Trino. Ese juramento llama sacramentales a las palabras: Dios, Patria y Libertad, entendiendo a Dios como el norte de la Repúbli-ca Dominicana. Estos hombres meritorios tuvieron a bien colocar el símbolo cristiano de la Cruz en el centro de la bandera, y en el escudo colocaron una Biblia abierta en el capítulo 8 versículo 32 del Evangelio de Juan: “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”. Sobre esas bases tuvo nacimiento una nación erigida constitucionalmente.

Hace ya un tiempo nuestra nación se comprometió arduamente en los trabajos de una Cumbre que pasó largo tiempo elaborando una Reforma Constitucional en donde fueron representados gran parte de los diferentes sectores del país. Después de este monumental esfuerzo, el Excelentísimo Señor Presidente calificó el trabajo final como “La Constitución del siglo XXI” y garante de la democracia[1]. Incluso en la Reunión Plenaria de los Obispos de julio del año pasado nos visitaron los senadores electos de la Republica Dominicana y nos regalaron un hermoso volumen de esta Nueva Constitución. Con ello nos daban a entender el valor sagrado que tiene y el compromiso que tenían con que el espíritu de la misma fuese implementada.

Nosotros los Obispos hemos reiterado en diversas ocasiones que tenemos que hacer realidad el ejercicio de la misma. Es preciso que todos y cada uno de estos principios los hagamos valer si realmente tenemos respeto por nuestro país y deseamos una nación digna que se sabe dar a respetar y que protege los derechos fundamentales del ser humano, como son la vida, la libertad, la seguridad, alimentación, vivienda, salud y educación, entre otros. Se impone construir un estado de derecho en donde se pongan en práctica estos principios y sean respetadas las leyes dominicanas[2].

La tarea de la Iglesia en el país ha sido bien recogida en la Carta Pastoral del 21 de Enero del presente año. En ella reconoce con humildad y valentía que ha cometido errores y ha confesado no siempre haber esta-do a la altura de la fe y de su compromiso[3]. Pocas cosas engrandecen más al ser humano y a las instituciones que el reconocimiento de sus propios errores. Es algo que sería muy sano ver más frecuentemente en la vida nacional.

Nuestro pueblo ha sido tradicionalmente religioso, con una fe sincera en Dios y un profundo amor a María Santísima. Es indudable que la base de la dominicanidad descansa en valores cristianos, en los que la Iglesia ha sido un valioso instrumento para la implantación de los mismos. La fe cristiana ha sido el apoyo para que muchos de nuestros ciudadanos hayan podido mostrar lo mejor de sí en la historia.

La Iglesia tiene un rol social y político innegable en la vida dominicana. Estoy convencido que es de las que conoce mejor el alma dominicana y puede detectar cuándo los intereses políticos y económicos buscan corromperla. El rol de denunciar las decisiones y acciones injustas, es una tarea absolutamente imprescindible. Es necesaria esa retroalimentación que la Iglesia le ofrece a la nación para poder tomarle el pulso social. Por esta razón es bueno no querer ni acallarla, ni comprarla, ni silenciarla, ni manipularla, ni difamarla, intentando convertir el foro nacional en un monólogo.

Seamos sinceros, ¿Qué sería de la historia de nuestra isla sin el Sermón de Montesino o sin la Carta Pastoral de 1960? Sólo quien aspira a una dictadura, aunque sea democrática, desearía que esa voz se callara. Por esta razón es necesario un apoyo irrestricto a tantos religiosos y religio-sas que han gastado y siguen gastando sus vidas entregados al servicio del pueblo desde los barrios marginados y los campos más recónditos del territorio dominicano. Ellos se dedican a recoger el sentir del pueblo. Ellos son muchas veces el principal pañuelo en donde nuestros domini-canos mas sufridos secan sus lagrimas manifestando su experiencia de abandono.

El profeta Isaías nos presenta un tierno pasaje de un pueblo que se siente abandonado, y Dios le dice: “¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré”: La Iglesia, en su rol de Mater et Magistra, tiene como tarea el velar por todos sus hijos, tanto por los más cercanos como por los más lejanos de ella.

La Iglesia ha tenido y tendrá la misión de evangelizar y de defender la dignidad humana, y con ello colabora con un adecuado desenvolvimiento de la vida nacional. Ni a los gobernantes ni a los gobernados les conviene verse privados de esa voz que ayuda a medir más la situación de un país en el que las frías cifras muestran sólo un crecimiento global, pero no justicia distributiva o desarrollo humano. El pueblo no vive de números.

Por esto, es necesario un auténtico servicio a un país al que todos nos comprometimos servir, pues sólo el bienestar de la mayoría podrá ser el juez definitivo de los esfuerzos que cada uno habrá puesto en el desarrollo nacional. No se le puede ofrecer al pueblo un cheque sin fondos. Me niego a pensar que las arcas nacionales devuelvan ese cheque por falta de fondos en una nación que se precia de haber tenido un creci-miento del PBI de más de 5% desde la caída del Tirano en 1961 hasta la fecha, cuando la media en América Latina ha sido de un 3.4% en ese mismo período.

Me niego a pensar que ante semejante crecimiento de la riqueza en la República Dominicana le devolvamos al país cifras con menos de la mitad de la región en la salud y la educación, y aparezcamos como de los peores a nivel mundial de competitividad en educación, energía eléctrica, desvío de fondos públicos y favoritismos en las decisiones gubernamentales, según el reporte del Foro Mundial de competitividad del 2010-2011[4].

En el mensaje de los Obispos dominicanos de este día se ha hecho una lectura de la realidad a la luz del sermón de Fray Antón de Montesino. Hemos podido constatar que el mensaje ha recibido acogida incluso en muchos ambientes y personas habitualmente hostiles a la Iglesia. El Sermón de Montesino al final sentencia con vehemencia: “En ese estado de cosas no podéis salvaros”. Esta expresión causó un gran revuelo entre los encomenderos de la época, porque, con todo y la barbarie de entonces, la salvación era algo que al menos les preocupaba.

Pero yo me pregunto ¿Qué efecto puede causar ese discurso en personas a las que la salvación no les dice nada? ¿Qué efecto puede producir esto en personas que no creen que deben dar cuentas a Dios de sus actos? ¿Qué efecto puede producir en personas que no creen que después de la muerte hay un Juicio Divino? Quizás muchos encomenderos de hoy se habrían reído de Montesino si hubiesen estado sentados presentes en aquella época escuchando aquél amenazante sermón.

Pero yo me pregunto ¿cómo podemos pensar que a un narcotraficante de hoy día, a un funcionario corrupto, a un empresario que explota de manera inmisericorde a sus hermanos, a un policía o militar al servicio de intereses abyectos, a un juez que sentencia contra la verdad o a cual-quier otra lacra parecida de nuestro país le pueda llegar a la conciencia este majestuoso mensaje? Definitivamente no podemos pedirle peras al olmo.

Nuestra juventud ve a diario maleantes como modelos y héroes que gozan de impunidad, celebridades que muestran los peores antivalores de cualquier código moral, deportistas rompiendo reglas éticas para lograr metas ilícitas a cualquier costo. Nuestro país se ha educado sistemáticamente en este tipo de cosas. De esta manera educamos a nuestros jóvenes a emular ejemplos contrarios a los valores patrios.

Dicen que la historia de aquí abajo está escrita siempre por lo que dominan, pero el juicio de la historia se hace sobre la verdad que permanece muchas veces velada ante los hombres. Por esta razón, el lema de Dios, Patria y Libertad son el único marco jurídico para que la dignidad humana sea defendida, entendiendo al hombre como ser creado a imagen y semejanza de Dios, pues en eso radica su mayor dignidad.

El Evangelio de hoy es radical cuando presenta al Dinero como el com-petidor de Dios en el corazón del hombre. San Pablo nos advierte que el afán de riquezas y el amor al Dinero es el principio de todos los males[5]. Muchos jóvenes de nuestra generación han sido educados para el despilfarro, en un proceso educativo incapaz de valorar el trabajo honesto para el debido sostenimiento. Dinero sin trabajo es una de las tragedias más patéticas en la que puede caer el ser humano.

El dinero trae consigo la preocupación por defenderlo, por hacerlo crecer, por preocuparse por el mañana incierto. Jesús nos dice que nos quiere ver libres de estas cosas: “No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido?” La vida humana y la calidad de la misma no se miden por el dinero, antes bien, muchas veces puede entorpecerlas. A fin de cuentas Dios será el juez definitivo de cuál ha sido el verdadero señor de nuestras vidas.

En las manos del Excelentísimo Señor Presidente, han sido depositados el destino inmediato de la nación. Por esto oramos por él y por su gabinete de gobierno, para que, a la luz de los principios cristianos de los valores patrios, Dios les conduzca por sendas edificantes que construyan el sueño de nuestros fundadores de la Patria y de los de su partido, pues en realidad, los ideales de todos los partidos políticos tienen de fondo la construcción de una Patria digna al unísono de los ideales patrios. No secuestremos los ideales ni los de los partidos y mucho menos los patrios, pues en ello se traiciona la misión de la construcción de una auténtica dominicanidad.

El pueblo lo escogió como aquel que ha tomado el relevo del proyecto de la nación, que es un proyecto nunca acabado, nunca concluido, sino en proceso de realización. El mandatario es el que encabeza este proyecto y ponemos la confianza en sus manos. Le reiteramos a él nuestra oración y apoyo a todo lo que sea constitucional y responda a las expetativas de un pueblo que espera decisiones certeras. Que Dios lo ilumi-ne, y le ayude a corresponder dignamente a la confianza que el pueblo ha depositado en él.

Con estos sentimientos patrios y con los deseos nacionales de una Patria resplandeciente nos disponemos a cantar esta acción de gracias en el Te Deum que resume todos los beneficios recibidos del señor y nos une como dominicanos en una nación que, aunque sabe reconocer sus debilidades, le da gracias a Dios por todo lo conseguido hasta el día de hoy y todo lo que podemos realizar de ahora en adelante.


[1] Cfr. Periódico Hoy, 28 de Enero de 2010.

[2] 500 Años de Misión Evangelizando la Nación, Carta Pastoral 21 Enero 2011, CED, 3.

[3] Ibid, 27-28.

[4] The Global Competitiveness Report 2010-2011 © 2010 World Economic Forum. El reporte presenta que de 139 países, la República Dominicana está en el 139 en competitividad en Favoritismo en la decisiones gubernamentales, 138 en el Malgasto del Gasto de Gobierno, 137 en Educación primaria, 133 en Educación en general y 132 en la calidad de la energía eléctrica.

[5] Cfr. 1Tim 6,10.