La Congregación de MSSCC
echaba en falta un cuadro de los Sagrados Corazones de Jesús y de María que
expresara la relectura bíblica y espiritual que nosotros hemos hecho en los documentos capitulares y estudios de renovación
postconciliar. La comunidad del Santuari de Lluc ha tenido la oportunidad de
hacerlo. Para ello ha contado con el arte del pintor catalán Just Nicolás y con
la asesoría del P. Ramon Ballester, profesor de espiritualidad y responsable
del Museo de Lluc. Lo
piensan bendecir mañana 16 de Junio. Copiamos aquí el comentario que hemos
hecho en las páginas del Facebook escrito mayormente por el P. Ramon.
1. EL PINTOR JUST NICOLAS
Just Nicolàs es un artista que nació en El Vendrell (Tarragona) en 1946. Ha cultivado diversas técnicas (acuarela, aceite, acrílicos, cerámica, escultura) para expresar su riqueza interior, su admiración por las formas y colores de la naturaleza e, incluso, a lo que la trasciende, siempre con una ética y estética cautivadoras.
Autoretrato |
Sus obras han merecido
reconocimiento internacional, como, por ejemplo en el "Salon d'Automne des
Indépendents de Paris" que le seleccionó dos obras para la exposición de los
Grandes Palais.
A pesar de su proverbial
timidez, posee una buena formación académica y una cultura enriquecida con
intercambios amistosos con Joan Miró, Camilo J. Cela, Claude Picasso, Antoni
Clavé y Apel·les Fenosa. Su pintura es una síntesis personal de muchos ismos,
donde se pueden adivinar las huellas del cubismo, de Picasso, Braque y Miró y del
mencionado Apel·les Fenosa.
He aquí algunos comentarios
elogiosos que ha recibido su arte:
Baltasar Porcel en un artículo titulado "El arte muy vivo de Justo Nicolás" entre otras cosas escribe. "Sus colores son festivos, chillones, claros, y la composición de sus obras tiene un movimiento envidiable, limpio y ágil (...) En su obra distorsiona, exagera y combina la realidad buscándole su dimensión poética".
El historiador del arte S. Fabré de Balanzó: “ En observant sa peinture, je me suis rendu compte de la subtilité de ses formes, de l´abstraction de ses contenus. Just Nicolas peint par-delà la realité qui l´entoure, mais sans tout m’à fait l´oublier : comme s´il trouvait dans le profil qui la délimite”.
Baltasar Porcel en un artículo titulado "El arte muy vivo de Justo Nicolás" entre otras cosas escribe. "Sus colores son festivos, chillones, claros, y la composición de sus obras tiene un movimiento envidiable, limpio y ágil (...) En su obra distorsiona, exagera y combina la realidad buscándole su dimensión poética".
El historiador del arte S. Fabré de Balanzó: “ En observant sa peinture, je me suis rendu compte de la subtilité de ses formes, de l´abstraction de ses contenus. Just Nicolas peint par-delà la realité qui l´entoure, mais sans tout m’à fait l´oublier : comme s´il trouvait dans le profil qui la délimite”.
De otro crítico de arte,
Daniel Ventura y Solé: "El encanto del lenguaje que emplea Just Nicolàs
obra el milagro que nos hace rendir a la evidencia de encontrarnos ante un arte
auténtico".
De Tina Lago: "Just Nicolàs es un pintor del Penedés, quizás más conocido en las prestigiosas galerías alemanas o neoyorquinas que en nuestro propio país y comarca".
Finalmente, Lina Fuente: “Para llegar a su expresionismo poderoso y vital, sigue los caminos de un post-cubismo intelectual, pleno de color i dinamismo. Obra decidida, de formulación y lenguaje amplio”.
De Tina Lago: "Just Nicolàs es un pintor del Penedés, quizás más conocido en las prestigiosas galerías alemanas o neoyorquinas que en nuestro propio país y comarca".
Finalmente, Lina Fuente: “Para llegar a su expresionismo poderoso y vital, sigue los caminos de un post-cubismo intelectual, pleno de color i dinamismo. Obra decidida, de formulación y lenguaje amplio”.
(RB)
Fragmento del Traspasado |
2 LA DANZA DE LA ESPADA.
Hace años tuve el atrevimiento de intentar montar una “Espiritualidad de los Sagrados Corazones” a partir de "los traspasados". Escribía desde el Tercer Mundo y me pareció adecuada una imagen del biblista Alonso Schökel titulada “la danza de la espada”. La espada corta sin parar, y por esto resumí los capítulos del estudio describiendo "la danza de la espada".
1 Baila el pueblo crucificado en la historia y traspasado por la injusticia, con las entrañas al descubierto. Al aire de la espiritualidad de los Traspasados: "Corazón de Cristo, Corazón del Pueblo, los dos traspasados y los dos abiertos"...
2 Primer paso contra la falsa imagen de un Dios que blande la espada de la cólera para castigar al pueblo. Derriba unos Sagrados Corazones revestidos de Reyes Católicos celestes, coaligados a los poderosos, ávidos de sumisión resignada. Paso al frente a un Jesucristo, corazón del Padre en la tierra, que ama y sufre por sus hijos. María, que ha experimentado la misericordia corno nadie, es prototipo de una Iglesia madre y al servicio de la misericordia.
3 La mujer (en comparsa con los negros e indígenas, los pobres y sufridos) con la espada clavada en la costilla. Se hace espacio abierto para engendrar el mundo. Dios nace de una mujer, nacido bajo la ley, para tender la mano a los que forman parte de la historia. La mujer María dignifica a la mujer, y la lglesia -petrina y mariana- aprende una eclesiología no de la gloria, sino del servicio.
4 María con el niño en brazos, icono de la ternura de Dios para los pobres. Dios se hace menor, del tamaño de un corazón. Un niño fajado para la vida y la muerte, sobre quien pesa amenazante la espada del dolor y la persecución. La pobreza se cura con pobreza.
5 La madre medita y guarda la palabra en su corazón, mientras prepara su alma para la espada. Memoria del pueblo, le recuerda su caminar con Dios. Memoria de su hijo Jesús, discípula antes que madre. Contemplativa del amor de Dios, que actúa en la historia. Hay que madurar el corazón para la hora del Padre.
6 La del corazón definido por la espada de la Palabra doblemente afilada. Junto a Jesús, que es el Reino entre nosotros, ella es la primera que lo acoge y se hace obrera del Reino. María animada, con amor de novia, de la pasión por Dios y de la pasión por los pobres de Dios, sufrida, puesto que sólo un Dios que sufre puede salvar.
7 El cordero traspasado en la cruz. Sólo un crucificado salva a los crucificados. La expresión más gráfica de un Dios que carga con el pecado del mundo, abierto para señalar el camino de acceso al Padre. Si él es el Siervo, ella la sierva; si él es el varón que restablece el derecho, ella la mujer de dolores al pie de la cruz.
8 El Hombre que viene a juzgar el mundo, acompañado de una nube de pobres; todos degollados, pero de pie. El mundo será juzgado por los traspasados. Ella se ha convertido en la comunidad de la herida abierta; en la Iglesia de los que creen en su amor y luchan por superar el mal, con la fuerza de los débiles.
9 El emblema de los Sagrados Corazones Unidos (en su "unidad de los dos") hace presente el Plan de la Alianza de Dios con el hombre de corazón nuevo. Traspasados por la espada y coronados por la cruz, firman el compromiso con los traspasados y crucificados hasta dar la vida para que vivan. Aportan un aspecto subversivo en el campo simbólico al juntar materialidad y espiritualidad, compasión y acción liberadora. Aureolados, confiesan la fe en la vida que nace de la sangre, la resurrección de la muerte. El pueblo se identifica con los Traspasados ("somos mucho más que dos") y entra en su dinamismo pascual de traspasado, muerto y resucitado. La espada de la boca ha hecho brotar una fuente para el pueblo. Hay un salmo (el 149) que canta esta victoria en forma de danza con espadas.
(El libro que publicó nuestra Delegación del Caribe era Contemplar que traspasaron) (JR)
Hace años tuve el atrevimiento de intentar montar una “Espiritualidad de los Sagrados Corazones” a partir de "los traspasados". Escribía desde el Tercer Mundo y me pareció adecuada una imagen del biblista Alonso Schökel titulada “la danza de la espada”. La espada corta sin parar, y por esto resumí los capítulos del estudio describiendo "la danza de la espada".
1 Baila el pueblo crucificado en la historia y traspasado por la injusticia, con las entrañas al descubierto. Al aire de la espiritualidad de los Traspasados: "Corazón de Cristo, Corazón del Pueblo, los dos traspasados y los dos abiertos"...
2 Primer paso contra la falsa imagen de un Dios que blande la espada de la cólera para castigar al pueblo. Derriba unos Sagrados Corazones revestidos de Reyes Católicos celestes, coaligados a los poderosos, ávidos de sumisión resignada. Paso al frente a un Jesucristo, corazón del Padre en la tierra, que ama y sufre por sus hijos. María, que ha experimentado la misericordia corno nadie, es prototipo de una Iglesia madre y al servicio de la misericordia.
3 La mujer (en comparsa con los negros e indígenas, los pobres y sufridos) con la espada clavada en la costilla. Se hace espacio abierto para engendrar el mundo. Dios nace de una mujer, nacido bajo la ley, para tender la mano a los que forman parte de la historia. La mujer María dignifica a la mujer, y la lglesia -petrina y mariana- aprende una eclesiología no de la gloria, sino del servicio.
4 María con el niño en brazos, icono de la ternura de Dios para los pobres. Dios se hace menor, del tamaño de un corazón. Un niño fajado para la vida y la muerte, sobre quien pesa amenazante la espada del dolor y la persecución. La pobreza se cura con pobreza.
5 La madre medita y guarda la palabra en su corazón, mientras prepara su alma para la espada. Memoria del pueblo, le recuerda su caminar con Dios. Memoria de su hijo Jesús, discípula antes que madre. Contemplativa del amor de Dios, que actúa en la historia. Hay que madurar el corazón para la hora del Padre.
6 La del corazón definido por la espada de la Palabra doblemente afilada. Junto a Jesús, que es el Reino entre nosotros, ella es la primera que lo acoge y se hace obrera del Reino. María animada, con amor de novia, de la pasión por Dios y de la pasión por los pobres de Dios, sufrida, puesto que sólo un Dios que sufre puede salvar.
7 El cordero traspasado en la cruz. Sólo un crucificado salva a los crucificados. La expresión más gráfica de un Dios que carga con el pecado del mundo, abierto para señalar el camino de acceso al Padre. Si él es el Siervo, ella la sierva; si él es el varón que restablece el derecho, ella la mujer de dolores al pie de la cruz.
8 El Hombre que viene a juzgar el mundo, acompañado de una nube de pobres; todos degollados, pero de pie. El mundo será juzgado por los traspasados. Ella se ha convertido en la comunidad de la herida abierta; en la Iglesia de los que creen en su amor y luchan por superar el mal, con la fuerza de los débiles.
9 El emblema de los Sagrados Corazones Unidos (en su "unidad de los dos") hace presente el Plan de la Alianza de Dios con el hombre de corazón nuevo. Traspasados por la espada y coronados por la cruz, firman el compromiso con los traspasados y crucificados hasta dar la vida para que vivan. Aportan un aspecto subversivo en el campo simbólico al juntar materialidad y espiritualidad, compasión y acción liberadora. Aureolados, confiesan la fe en la vida que nace de la sangre, la resurrección de la muerte. El pueblo se identifica con los Traspasados ("somos mucho más que dos") y entra en su dinamismo pascual de traspasado, muerto y resucitado. La espada de la boca ha hecho brotar una fuente para el pueblo. Hay un salmo (el 149) que canta esta victoria en forma de danza con espadas.
(El libro que publicó nuestra Delegación del Caribe era Contemplar que traspasaron) (JR)
3 LA NUEVA IMAGEN DEL
CORAZÓN DE JESÚS
En la pintura de Just Nicolàs, Jesús Resucitado muestra las llagas de la Pasión, testimonio del amor más grande, hasta dónde pudo llegar su entrega por amor (Jn 15) (Reglas, 10).
Se destaca el pecho que muestra el corazón abierto, traspasado con la herida de la lanza (Jn 19,34-35). Es un Cristo triunfante de la muerte, ante una gran cruz de trono dramático pero glorificador. Rejuvenecido y con una sonrisa insinuada en el rostro que confirma la esperanza de los creyentes. Su melena despeinada, como en los tiempos bíblicos, y el lienzo azulado ondeado por el viento, pueden sugerir el movimiento del Espíritu que se entrega. “Porque tres son los que dan testimonio: El Espíritu, el Agua y la Sangre, y los tres concuerdan” (1 Jn 5,8).
Su actitud invita a la contemplación y al compromiso de seguir contemplándoLo en quienes tienen hoy el corazón traspasado y de servirLo, en ellos, con amor samaritano.
(RB)
En la pintura de Just Nicolàs, Jesús Resucitado muestra las llagas de la Pasión, testimonio del amor más grande, hasta dónde pudo llegar su entrega por amor (Jn 15) (Reglas, 10).
Se destaca el pecho que muestra el corazón abierto, traspasado con la herida de la lanza (Jn 19,34-35). Es un Cristo triunfante de la muerte, ante una gran cruz de trono dramático pero glorificador. Rejuvenecido y con una sonrisa insinuada en el rostro que confirma la esperanza de los creyentes. Su melena despeinada, como en los tiempos bíblicos, y el lienzo azulado ondeado por el viento, pueden sugerir el movimiento del Espíritu que se entrega. “Porque tres son los que dan testimonio: El Espíritu, el Agua y la Sangre, y los tres concuerdan” (1 Jn 5,8).
Su actitud invita a la contemplación y al compromiso de seguir contemplándoLo en quienes tienen hoy el corazón traspasado y de servirLo, en ellos, con amor samaritano.
(RB)
Cuadro completo |
4 MARÍA, LA MUJER NUEVA
María, de pie en el calvario y levantada al amanecer del domingo, al lado del Cristo Traspasado y Glorificado. En oración de intercesión, la que participó de la Pasión de su Hijo: con el alma atravesada por la espada que le profetizó el viejo Simeón (Lc 2, 35), la que nos fue dada como Madre desde la cruz (Jn 19,26-27).
La que conserva en su corazón tantos recuerdos del Hijo (Lc 2,51), la que nos hace memoria del sí de la Encarnación, suplicando que se hagan carne ahora en nosotros las palabras del Evangelio. La que se atreve a profetizar, contra toda esperanza, el nacimiento de un mundo nuevo donde los poderosos sean derrocados y los pobres enaltecidos (cf Reglas, 11-12).
El pintor lo ha querido expresar con unos grandes pies bien afincados en la tierra, sus grandes manos de madre avezados a interceder, su cintura ceñida para el servicio gratuito, su velo como una gran caracola abierta a recoger el eco de la Palabra, su mirada serena y tímidamente sonriente, su corazón de fuego. (RB)
María, de pie en el calvario y levantada al amanecer del domingo, al lado del Cristo Traspasado y Glorificado. En oración de intercesión, la que participó de la Pasión de su Hijo: con el alma atravesada por la espada que le profetizó el viejo Simeón (Lc 2, 35), la que nos fue dada como Madre desde la cruz (Jn 19,26-27).
La que conserva en su corazón tantos recuerdos del Hijo (Lc 2,51), la que nos hace memoria del sí de la Encarnación, suplicando que se hagan carne ahora en nosotros las palabras del Evangelio. La que se atreve a profetizar, contra toda esperanza, el nacimiento de un mundo nuevo donde los poderosos sean derrocados y los pobres enaltecidos (cf Reglas, 11-12).
El pintor lo ha querido expresar con unos grandes pies bien afincados en la tierra, sus grandes manos de madre avezados a interceder, su cintura ceñida para el servicio gratuito, su velo como una gran caracola abierta a recoger el eco de la Palabra, su mirada serena y tímidamente sonriente, su corazón de fuego. (RB)
5 NUEVA PINTURA EN LA CAPILLA PRIVADA DE LA COMUNIDAD DEL SANTUARI DE LLUC
La pintura de Just Nicolás recuerda los viejos estandartes de las procesiones de Semana Santa (las vexil·la que evocaban la escalera, el látigo, los clavos, las espinas…) con la espada de María y la lanza de Jesús, pero ahora convertidos en una gozosa bandera pascual... Los colores mediterráneos superan el invierno de la Pasión. El Resucitado muestra las heridas de la pasión porque es el Crucificado. Al resucitar a su Hijo, Víctima inocente, Dios se pone de parte de las víctimas de todos los tiempos. El Amor es más fuerte que la muerte!
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