3 ISAÍAS O LA
PEQUEÑA ESPERANZA
¿Qué es el profeta? El poeta
responde en una cuidada letanía que se esmera en definir la más profunda
identidad:
"Vidente, portavoz, lleva
voz. / Estandarte del sonido, / Boca del Grande, / mensajero sin alas de Lo
Quieto, / afirmador de la Fuerte Presencia Terrestre , / presentador de la
vida sin trabas... "
Isaías es "dura presencia
entre ladrillos y polvos... / Duro
testigo. Dura carga. Testamento duro".
En el Israel del siglo VIII a.
C. como en la República Dominicana
de hoy ("una tierra que aún discuten los ángeles, / las balas, los
árboles, la lluvia escasa... . / las hojas pocas", "pocas, en estas
tierras sin otoño, / de perpetuas cigarras, de luz fuerte", en esta tierra
sin primavera), "los múltiples granos de arena / contados por las
pulsaciones de unos hombres sin lágrimas. / Sequedad solamente. Piel con luz de
sudor". ¡DESIERTO!
Sospecho que el poeta denuncia
el entorno de Isaías, mundo de gente
ambigua ("de indefinible sexo, su neutralidad, su no tener ombligo, su
carecer de madre").
"¿Y qué de Serafines, qué
de Arcángeles, Dominaciones,
qué de Potestades y Potencias,
qué de Cabezas de Niños
sin hombros, de alitas amarillas
en estampas,
qué de Caridad, Esperanza y Fe,
-nombres ahora fuertes de
mujeres-,
qué de letras hebreas,
leídas, salmodiadas, de derecha
a izquierda en las tablillas,
en la oración monótona y
solemne?"
Isaías está bien definido.
"Oráculo del Santo de Israel-. / Voz de lija, sin pretensiones de manjar,
/ de miel, de azucarados higos, / voz de cortante hacha, de piedra casi, / como
la de todo desbrozador, / o abridor de caminos y de frentes, / desnucador de
corazones / que tropieza con algo sin florecer... " Luchador contra la
fuerte vanidad del poderoso. Contra el prevaricador, el que se esconde en la
sombra, el quemador de incienso corrompido.
El país "entre repletos
ejércitos de metales y piedra". "Llegaban los hombres vestidos de
metal", en pié de guerra, a pié de máquina, en plan de acelerada
reproducción.
"Se moría entonces entre
ladrillos / de una manera distraída... / Se moría entonces de un querer morir
en un país / que debió ser cobija recia y cómoda hecha con plumas de los
ángeles".
3. 2 El cáncer
El profeta se atreve, entonces,
a enfrentar el cáncer que es como el pecado original:
"Crecía carcomiendo la
Gracia
un terrible cangrejo
que devoraba viudas desde
adentro,
que corrompía los huérfanos,
que compraba perdones,
que pagaba lamentos oficiales,
que recibía dinero por cubrir
afrentas:
Oro, por el olvido,
plata, por la ceguera aparente,
incienso, por el no notar la
falta,
mirra, por la seguridad,
alcanfor, por no revelar las
desvestiduras del sexo,
áloe, por dejar de esperar a la
Esperanza.
Exoneraciones por cerrar los
párpados
y dejar quieta y oscura la
pupila".
3. 3 Los ojos dobles y profundos
Porque Isaías "desde muy
atrás de este fuego", "elegido antes del tizón ardiente", gozaba -"por la Gracia del
Grande"- del futuro verde, del cromatismo completo. Penetraba "atrás
de la montaña" ("donde no llega la vista del pastor, / donde no llega
el olor del requesón"). Descubría la pequeña vida que se mueve, crece y
perfuma, rica y a la vez amarga.
El profeta ve "con ojos
dobles y profundos, completamente otros"... un signo divino.
"Nata y miel para el Niño,
alimentos de penas y de nómadas" para la travesía del desierto. "
Esperanza de volver a la vida después de la Gran Sombra.. .,
esperanza de un día hacerse tierra carne hueso piedra, la Justicia". "Solamente pan y vino por ahora,
saboreo" (sacramento en la fe). Pronto, "roca para edificar" (la
vida personal y las estructuras sociales, el reino).
En ti, profeta, "quedó un
pequeño eco suave y un gemido pequeño", "ese Niño de Aguardo".
El exorcismo de los años del Imperio, de la dictadura, de los años oscuros, del
trópico de Cáncer. La entonación de la doxología perpetua porque tú
-"afirmador de la Fuerte Presencia Terrestre ", no lo
olvidemos"-
"sabías que crecería la
carne duradera
y el apacible bosque de la
gracia y el agua
y que el canto del Santo sería
el canto del mundo.
Porque santos son todos los
hombres
y Santas son todas las mujeres
y Santa es la tierra que pisamos
y Santo es el cuerpo que
crecemos,
donde crece la Vida y la palabra,
y Santa es la Tierra donde crece
el Trigo,
y Santa es esta Tierra donde
existe el abrazo verdadero".
Foto: Maternidad de Cándido Bidó
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