lunes, 3 de diciembre de 2012

LOS PROFETAS de M. Avilés Blonda (II)


2. DÉBORA O LA MATERNIDAD PROFÉTICA

Débora, "la poetisa y juez se adelanta conociendo el futuro y la función de los profetas venideros. Del texto bíblico, Avilés toma su matrimonio con Lappidad, el cargo, la traducción de su nombre (=Abeja) y los cuarenta años de paz, pero en lugar del canto de victoria, se adentra en la problemática de la mujer que se levantó `tal como una madre en Israel´ para sumergirse en la maternidad frustrada" (122-123). Una mujer sentada a la Sombra de una pequeña Palmera del desierto, como sacerdotisa que rinde culto al Sol. Desentrañemos los símbolos creados por el poeta:

 2. 1 Mujer
que entona un canto a sí misma: "yo sola entre letras machacadas, / entre palabras dichas, / yo sola entre tantos hombres de barbas, / de vellos muchos en los torsos, / hombres dispuestos al fuego o a la espada. "
(La imagen recurrente del vello indica la dureza de la hombría. En Elías, "varón de vellos, muchos. Ceñido cinturón de cuero" (36). En Amós, llamado desde su adolescencia, "aún con el vello creciéndome en el pubis y en mi pecho; con mi picazón, mi escozor por el crecer del vello" (69).

 2. 2 Madre
"Yo la única entre todos con matriz, útero y canto".
Mujer todavía estéril, "matriz seca de arena", "vientre de arena y vidrio", pero "útero con sentencias". Húmeda y abierta, preparada: "y yo soy el agua que alimenta la Palmera de Sombra / porque soy el agua desde siempre / y la aguardo en mi vientre, / en suave barriga dulce, / como agua madre para el canto de la Gracia".
 (El tema recurrente del agua madre de vida, del agua nutricia en todas las vocaciones de Avilés Blonda: En las biografías de Jonás y Jeremías que veremos después. En Elías, "Te elegí antes del agua del vientre y del ombligo" (39). En Ezequiel "Fue junto al agua el llamado, / fue junto al río que la mano se posó / con viento huracanado, / con apretados nubarrones... " (56). En Nahum, "Yo, nacido junto al pozo, / junto al agua fresca que sube con el cubo / del centro de la tierra" (77)).
Mujer enamorada que sabe guardar el calor de la Palabra, como guarda en los huesos, en los tuétanos, el calor del abrazo de Lappidad, su esposo; como aguarda el beso fecundador de Dios: "¡Espero que amanezca y me beses / sin prisa en la mañana!"

2. 3 Servidora de la Justicia
La Palmera, hija del Sol y madre de la Sombra: "¡Buenos días, Sol! ¿Sigues caliente?... ¡No te ocultes". Es un Sol de Justicia, y Débora "administrando justicia en el nombre del Grande, / impartiendo sabia justicia a la sombra de mi Majestad y mi Palmera". Dios, "Tú eres el agua fina. / La ternura en el Viento. / La Justicia en el oído". "Yo escogida entre todos sin ser virgen / para aguardar la llegada del Silbido / que previene, Yo antigua desde entonces / bajo una triste palma, / bajo una corta sombra de esa Palma / que protege la Espera". "Yo soy Madre y espero... / (La sombra de la Palmera se me acorta). / ¡Tengo Sed!... Yo sola, / Yo espero, / tengo mi vientre abierto / a la codicia del Grande... / Soy de útero abierto, Soy de entrada. / Soy la Matriz del Tiempo y la Esperanza. ¡Buenas noches a todos! / (¡Ya amanece!)".

Débora pre-anuncia el día mesiánico ("después del agua caída / después que sacudió su cabellera el Mundo") brilla el Sol de Justicia y resplandece la Majestad encarnada. "Y yo soy desde entonces / Pozo. / Agua. / Dulce. / Abeja". Como Pozo para el pueblo, "tal como una madre para Israel". Magnífica re-lectura femenina de lo que es un profeta.
Cuadro de Fabio Domínguez

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