lunes, 18 de septiembre de 2017

Una manera muy dominicana de leer la Biblia


 

En Septiembre la Iglesia celebra “el mes de la Biblia” porque fue un día 26 de Septiembre de 1569 cuando se acabó de imprimir totalmente la Biblia en español. En Septiembre acabo de regresar de Santo Domingo donde dediqué muchos años de mi vida a partir este Pan de la Palabra con los pobres. Lo recogí en un libro “Historia de la Salvación desde América Latina” (Ed. Paulinas y MSC, Amigo del Hogar 2000)... y que ahora, al reabrirlo para volverlo a presentar, me ha parecido más actual que nunca.
Hay mucha hambre de la Palabra de Dios en RD. Muchos se alimentan en comunidades carismáticas, que no puedo desaprobar… Pero ¿no sería una pena que desconociéramos nuestra manera propia de leer la Biblia?
“La llamamos "una manera muy dominicana" porque fue obra de la primera comunidad dominica, o dominicana, que llegó a esta isla en 1510, y porque fue aquí - bautizada precisamente con el nombre del fundador de los dominicos: Santo Domingo de Guzmán -, donde se convirtió en "manera-estilo-método" propios…  
 UNA TRADICIÓN QUE NOS HONRA
Es un estilo que nace con el archi-famoso sermón de Adviento, preparado y firmado por la comunidad entera, y pronunciado por Antón de Montesinos, como "voz de Cristo en el desierto de esta isla": "Decid, ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre a estos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados... ¿Y qué cuidado tenéis de quien los doctrine... ¿Estos, no son hombres? ¿No tienen almas racionales? ¿No estáis obligados a amarlos como a vosotros mismos?" (21.12.1511).         
Se ratifica en la "conversión" del clérigo encomendero Bartolomé de las Casas que, predicando el día de la Asunción de 1514 un sermón de la vida contemplativa y activa: "Dicho esto, comenzó a declararles su ceguedad, injusticias y tiranías y crueldades que cometían en aquellas gentes inocentes y mansísimas ".  
Se ha convertido en una tradición a la que se apela a lo largo de la historia. Por ejemplo, la orden dominica (con sus diversos grupos de frailes y monjas) lo defiende como un carisma válido para nuestro tiempo, creando con este nombre centros de promoción de la justicia, levantando la voz contra los desalojos que se imponen en vistas a levantar un "monumento a los profetas", o contra la repatriación forzada y malos tratos de haitianos” (Por ej. En el documento del 29.10.97 o cuando el fraile Miguel Angel Gullón Gullón levanta su cruz contra los todopoderosos Vicini en 2017).
“La recuerdan quienes favorecen una espiritualidad dominicana: "Históricamente República Dominicana será siempre el lugar donde Antonio Montesinos pronunció las palabras que todo el mundo, también Europa, conoce, precisamente a través de otro Dominico universal (también ampliamente dominicano), que fue el Padre Bartolomé de las Casas" (A. Guerra).
La mantienen distintas voces laicas, desde instancias extra-eclesiales, como el historiador Frank Moya Pons: "Aquellas preguntas que conmovieron políticamente el gobierno colonial de la Española y resonaron con fuerza en la corte de España, todavía resuenan hoy y todavía nos obligan a preguntar: ¿Es que no eran seres humanos? ¿Es que no tenían almas? ¿Es que no eran también hijos de Dios? ¿Por qué se celebra y se justifica hoy la desaparición de los indígenas? ¿Por qué se justifican hoy aquellas matanzas y aquella explotación como si fuesen la obra abstracta de una época y no de cristianos malos? ¿No era un crimen matar gente hace quinientos años como lo es también hoy, o como lo era hace dos mil años?".  
Como el eco que nos llega envuelto en las páginas calientes de la prensa: "En este desierto... hace falta un Montesinos" (Santiago Hirujo); "Oh Montesinos!, ¿con qué derecho y qué calidad destruyen las libertades del pueblo dominicano sus clases dominantes?" (J.E. Gautier); "Ironía, que para rendir homenaje a un justo como lo fue Montesinos, se cometan injusticias" (J. Bujosa Mieses); "¿Quién dijo que los haitianos en la República Dominicana forman una minoría con derechos a reconocerse? Y estamos hablando de la tierra donde se lanzó el precursor discurso reclamando estos derechos, con el famosísimo discurso de Fray Antón de Montesinos" (M. Sang Ben)...
Es una tradición que se apropia el pueblo, en su lenguaje colorido y chispeante, recogido en la memoria de los poetas: "Yo quiero decir aquí cuatro verdades, / cuatro verdades picantes / como otros tantos ajíes de esos / que por casa llaman montesinos" (H. Incháustegui Cabral)”.
Esta manera "muy dominicana" de leer la Biblia la ha asumido la Conferencia Episcopal Dominicana (con motivo de los 500 años del famoso sermón). Se ha desarrollado y estructurado en la teología de la liberación, un método latinoamericano antes ampliamente discutido y que está en la base del magisterio del latinoamericano papa Francisco. 
Invito a l@s interesad@s que sigan las lecturas que empezaré a publicar sobre el Génesis taíno - Génesis cristiano. Las asambleas y grupos bíblicos que se reúnen en nuestras parroquias, los grupos juveniles, los noviciados y seminarios, todas las personas que –como Elías- sentimos que nos tocan el costado y nos dicen: “¡Levántate y come! Que el camino es superior a tus fuerzas” (1Re 19,7).
 
 

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