En Septiembre la Iglesia celebra “el mes de la Biblia”
porque fue un día 26 de Septiembre de 1569 cuando se acabó de imprimir
totalmente la Biblia en español. En Septiembre acabo de regresar de Santo
Domingo donde dediqué muchos años de mi vida a partir este Pan de la Palabra
con los pobres. Lo recogí en un libro “Historia de la Salvación desde América
Latina” (Ed. Paulinas y MSC, Amigo del Hogar 2000)... y que ahora, al reabrirlo
para volverlo a presentar, me ha parecido más actual que nunca.
Hay mucha hambre de la Palabra de Dios en RD. Muchos se
alimentan en comunidades carismáticas, que no puedo desaprobar… Pero ¿no sería una
pena que desconociéramos nuestra manera propia de leer la Biblia?
“La llamamos "una manera muy dominicana" porque
fue obra de la primera comunidad dominica, o dominicana, que llegó a esta isla
en 1510, y porque fue aquí - bautizada precisamente con el nombre del fundador
de los dominicos: Santo Domingo de Guzmán -, donde se convirtió en "manera-estilo-método"
propios…
Es un estilo que nace con el archi-famoso sermón de
Adviento, preparado y firmado por la comunidad entera, y pronunciado por Antón
de Montesinos, como "voz de Cristo en el desierto de esta isla":
"Decid, ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible
servidumbre a estos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables
guerras? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados... ¿Y qué cuidado tenéis de
quien los doctrine... ¿Estos, no son hombres? ¿No tienen almas racionales? ¿No
estáis obligados a amarlos como a vosotros mismos?" (21.12.1511).
Se ratifica en la "conversión" del clérigo
encomendero Bartolomé de las Casas que, predicando el día de la Asunción de
1514 un sermón de la vida contemplativa y activa: "Dicho esto, comenzó a
declararles su ceguedad, injusticias y tiranías y crueldades que cometían en
aquellas gentes inocentes y mansísimas ".
Se ha convertido en una tradición a la que se apela a lo
largo de la historia. Por ejemplo, la orden dominica (con sus diversos grupos
de frailes y monjas) lo defiende como un carisma válido para nuestro tiempo,
creando con este nombre centros de promoción de la justicia, levantando la voz
contra los desalojos que se imponen en vistas a levantar un "monumento a
los profetas", o contra la repatriación forzada y malos tratos de
haitianos” (Por ej. En el documento del 29.10.97 o cuando el fraile Miguel
Angel Gullón Gullón levanta su cruz contra los todopoderosos Vicini en 2017).
“La recuerdan quienes favorecen una espiritualidad
dominicana: "Históricamente República Dominicana será siempre el lugar
donde Antonio Montesinos pronunció las palabras que todo el mundo, también
Europa, conoce, precisamente a través de otro Dominico universal (también
ampliamente dominicano), que fue el Padre Bartolomé de las Casas" (A.
Guerra).
La mantienen distintas voces laicas, desde instancias
extra-eclesiales, como el historiador Frank Moya Pons: "Aquellas preguntas
que conmovieron políticamente el gobierno colonial de la Española y resonaron
con fuerza en la corte de España, todavía resuenan hoy y todavía nos obligan a
preguntar: ¿Es que no eran seres humanos? ¿Es que no tenían almas? ¿Es que no
eran también hijos de Dios? ¿Por qué se celebra y se justifica hoy la
desaparición de los indígenas? ¿Por qué se justifican hoy aquellas matanzas y
aquella explotación como si fuesen la obra abstracta de una época y no de
cristianos malos? ¿No era un crimen matar gente hace quinientos años como lo es
también hoy, o como lo era hace dos mil años?".
Como el eco que nos llega envuelto en las páginas calientes
de la prensa: "En este desierto... hace falta un Montesinos"
(Santiago Hirujo); "Oh Montesinos!, ¿con qué derecho y qué calidad
destruyen las libertades del pueblo dominicano sus clases dominantes?"
(J.E. Gautier); "Ironía, que para rendir homenaje a un justo como lo fue
Montesinos, se cometan injusticias" (J. Bujosa Mieses); "¿Quién dijo
que los haitianos en la República Dominicana forman una minoría con derechos a
reconocerse? Y estamos hablando de la tierra donde se lanzó el precursor
discurso reclamando estos derechos, con el famosísimo discurso de Fray Antón de
Montesinos" (M. Sang Ben)...
Es una tradición que se apropia el pueblo, en su lenguaje
colorido y chispeante, recogido en la memoria de los poetas: "Yo quiero
decir aquí cuatro verdades, / cuatro verdades picantes / como otros tantos
ajíes de esos / que por casa llaman montesinos" (H. Incháustegui Cabral)”.
Esta manera "muy dominicana" de leer la Biblia la
ha asumido la Conferencia Episcopal Dominicana (con motivo de los 500 años del
famoso sermón). Se ha desarrollado y estructurado en la teología de la
liberación, un método latinoamericano antes ampliamente discutido y que está en
la base del magisterio del latinoamericano papa Francisco.
Invito a l@s interesad@s que sigan las lecturas que empezaré
a publicar sobre el Génesis taíno - Génesis cristiano. Las asambleas y grupos bíblicos que se
reúnen en nuestras parroquias, los grupos juveniles, los noviciados y seminarios,
todas las personas que –como Elías- sentimos que nos tocan el costado y nos
dicen: “¡Levántate y come! Que el camino es superior a tus fuerzas” (1Re 19,7).
No hay comentarios:
Publicar un comentario