lunes, 23 de octubre de 2017

Génesis Taíno – Génesis Cristiano: El Paraíso (5)

Atrapasueños (Wikipedia)
      1. Los pueblos originarios de América fueron grandes buscadores del Paraíso[1].

Los aztecas mexicanos hablaban de una región de extraordinaria riqueza y exhuberancia (Tlapallan), donde habrían vivido los primeros padres. Los quichés creían que en “la tierra entre la caída de las aguas” (Pan-paxil-pacayala) “ni se podían contar los frutos ni calcular la cantidad de miel y de alimentos”.

Durante siglos los nativos de Cuba, Yucatán y Honduras salieron al mar en busca de las aguas de la juventud. Si no regresaban, sus parientes pensaban que tal vez habían sido retenidos por el hechizo de la Tierra Prometida.

Los caribes decían que “en el principio la tierra era blanda, el sol después la ha endurecido al igual que la del cielo; pues allí en lo alto hay más bellos huertos que los de aquí, bellas sabanas y bellos ríos; el uicu (especie de cerveza) allí corre sin cesar, y no se bebe agua; los bohíos, las casas comunales, están mejor hechas allí, donde viven sus cemís, y también ellos, después de la muerte; allá tienen más mujeres que aquí y cantidad de hijos. Allí no se trabaja, todo brota sin sembrarlo; no se hace más que beber y danzar, y no se está enfermo jamás”[2].

Los tupís-guaraníes suspiraban por la “Tierra sin males”, un mito que sigue vivo en la literatura, la música, la espiritualidad...
Buscando las islas del Japón (Cipango)
    
          2. También Colón buscaba el Paraíso

y estaba convenido de ser elegido por Dios para descubrir el Paraíso Terrenal: “Bien dijeron los sacros teólogos y los sabios filósofos (escribió al regreso de su primer viaje, según testimonio de Las Casas) que el Paraíso Terrenal está en el fin de Oriente, porque es lugar temperadísimo”[3]

Así bautizó un lugar en la Costa Noroeste de la Española como Valparaíso y otro como Jardines (¿del Edén?) en las costas de Paria.



¿Dónde está el Paraíso?

Pervive este antiguo mito en los dominicanos que cantan a Quisqueya: “No hay tierra tan hermosa como la mía”. O en el canto a América de Nino Bravo: “Cuando Dios hizo el Edén pensó en América”...

“El Paraíso no está en Paria – como creyó don Cristóbal Colón – “... muy lindas tierras, atán fermosas y verdes – como las Huertas de Valencia en Marzo...” – Ni – en Antigua donde la temperatura no sube de 80º - y el baño es casi perfecto, y hay electricidad – y no hay malaria, y hay tres campos de golf – ni en Santa Lucía – paraíso de los pintores y fotógrafos – ni en la Isla del Caimán (sin impuestos sobre la renta) – donde Ud. puede todavía buscar un tesoro de pirata – y vivir en un hotel por $6.00 Dls. al día ...”[4]
  • ¿Ha existido nunca en Santo Domingo un paraíso parecido al que soñaban los indígenas y el Almirante?  
  • ¿Vale la pena perder el tiempo hablando del Paraíso?


3. El Paraíso bíblico

Rudolf von Ems, Regensburg, ca. 1400-1410
Como dice Cardenal, el poeta nicaragüense: “Yo he añorado el paraíso, toda mi vida, lo he buscado como un guaraní, pero ya sé que no está en el pasado (un error científico en la Biblia que Cristo ha corregido) sino en el futuro”.

Tampoco no ha existido nunca un Paraíso terrenal en los términos que nos propone el Génesis bíblico.

“El paraíso no es algo que ya pertenece al pasado, sino más bien al futuro... El paraíso es como la maqueta del mundo. Es el plano de la construcción que debe realizar el arquitecto que es el hombre. Es un proyecto que desafía constantemente la fe y la valentía del hombre. Está colocado al comienzo de la Biblia, porque antes de que alguien haga cualquier cosa, debe saber lo que quiere, y debe elaborar un proyecto que se puede realizar... Por eso puede decirse que el paraíso es una profecía, proyectada en el pasado”[5].



Los profetas nos describen el Sueño-la Utopía-el Paraíso de Dios sobre el mundo: Por ej. Isaías 11,6-9.
  • ¿Cómo imaginaríamos nosotros el Paraíso en términos modernos?
  • ¿Qué podemos hacer para encontrarlo?




[1] Sobre este tema se puede consultar mi librito Génesis. Lecturas liberadoras de la Biblia, 29-34.
[2] Borde, Señor de La, “La relación sobre los caribes del señor de La Borde”, publicada por M. Cárdenas Ruiz en Eme Eme 26(1976)69.
[3] Diario de a bordo, Historia 16. Madrid, 1985, 208.                                                  
[4] Cardenal, E., Cántico cósmico. Trotta. Madrid,1992, p.108.
[5] Mesters, C. Paraíso terrestre. ¿Nostalgia o esperanza? Paulinas. Bogotá, 1989, 40-41.


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