viernes, 6 de noviembre de 2009

Ceremonial para las bodas de Jaime Vinicio y Raysa


(Jaimito es mi hijo, mi hermano y mi amigo. Falta una semana para su boda y yo quiero hacerme presente de alguna manera. Éste no es el ritual sacramental, sino su preparación durante esta semana de despedida de soltero. Rezuma dominicanidad e intimidad que se entrega en cuerpo y alma, lenguaje bíblico, que es lo mío, y espiritualidad de los corazones de Jesús y de María, que forman dos en uno. ¿Qué más podemos desear? El camino que nadie puede recorrer por ustedes dos, pero que no podrán caminar sin nuestra ayuda y aliento)


INTROITO

Jaime:
Voy a pedir su mano
al amor hay que dar de beber
voy a cortar un ramo (d)e nubes
para mojar su querer
voy a bajar por los yayales
en una yagua de tul
voy a pintar los manantiales
con óleos de cielo azul

Voy a prender tu cariñito
como cocuyo en el mar
y voy a hacerte un traje e novia
con hojas del platanal.


Raysa:
Viene a pedir mi mano, viene
vamo(s) a sonar unos palos
pa(ra) que me quiera por siempre


Coro:
Hay amores que luchan
Hay amores que esperan
Yo he visto amores que lloran
Hay amor que gobierna
y hay amor que se entrega

Hay amores que callan
Hay amores que sueñan
Yo he visto amores que sufren
Hay amores que matan
y hay amores que queman

Raysa:
Que su amor sea verdadero, ¡oh!
pa(ra) que me quiera, ¡ay!
Viene a pedir mi mano, viene
vamo(s) a sonar unos palos
pa que me quiera por siempre

Coro:
Hay amores que callan
Hay amores que sueñan
Yo he visto amores que sufren
Hay amores que matan
y hay amores que queman

LECTURA DE LA PALABRA

Efesios 5
“Así como la Iglesia se somete a Cristo, de la misma manera las mujeres
deben respetar en todo a los maridos. Maridos, amen a sus esposas
como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella.
Así tienen los maridos que amar a sus mujeres como a su cuerpo...
Así hace Cristo por la Iglesia, por nosotros, que somos los miembros de su cuerpo.
Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer,
y serán los dos una sola carne.
Ese símbolo es magnífico, y yo lo aplico a Cristo y a la Iglesia”.

Estatutos Laicos Misioneros de los Sagrados Corazones, 16
“El sacramento del matrimonio convierte a los esposos en otro signo expresivo
del amor de Cristo a su Iglesia.
Los Sagrados Corazones, que son dos en uno, nos sirven de inspiración
para hacer de la familia una Iglesia Doméstica” (Lumen Gentium, 35).

ENLACE MATRIMONIAL

(Vuelta al Cantar de los Cantares, del poeta dominicano Tomás Castro, 1959)

Jaime:
Paloma mía, que te escondes
En las grietas de las rocas...
Tú domas mis deseos
Me dejas corderillo
Ábreme mi paloma sin mancha
Que tengo la cabeza cuajada de rocío
Y mis cabellos cubiertos del relente de la
Noche
Lazarilla mía
Levántate de la soledad y anda
A mi cuerpo
En mi cuerpo
Con mi cuerpo
En el cuerpo que somos

Raysa:
Me levanto para abrirte
Mis manos destilan mirra
Mis dedos mirra que fluye
Por la manilla de la cerradura
La lluvia clama en el techo
Con sus panderos de agua
Convocándome a la ternura

Jaime:
En cada gota de agua te estoy viendo
La lluvia te nombra al caer
Quiero cambiarte el nombre cuando llueve
Decirte lluviana
A ti que fuiste nube distante
Y hoy me mojas y te baño de mí
Porque somos
Aguacero interminable

Raysa:
No te vayas con la noche
No me dejes tirada en tu última palabra
Arrástrame hasta el infinito
Muchachas de Jerusalén
Muchachas del mundo
Por las ciervas y las gacelas de los campos
Les pido que no despierten a mi amor
Hasta que él quiera

Jaime:
(Expresado con sus propias palabras)
“Raysa, tú no eres sólo la persona con la que voy a unir mi vida, sino que te veo
como un regalo de Dios, y pienso y siento que el mismo te puso en mi camino,
pues si hiciera yo mismo la elección, como dice la "sabiduría de nuestros viejecitos"
es probable que me quedaría con lo peor...

Siempre te he dicho, Raysa, que amar no es solo cuestión de sentimiento,
sino que es también una decisión, y yo la he tomado de manera firme con respecto a ti.
De las cualidades que te distinguen, eres una persona justa, atenta,

te preocupas por los demás, eres servicial,

dulce, y me acompañas en la búsqueda incesante por ser mejor persona,
te gusta que oremos juntos, y sientes temor de Dios.

Hace poco hicimos el "encuentro católico para novios",
allí tratamos de perfilar qué clase de hogar queremos formar,
y las cosas que anhelamos para nuestra futura familia...

Después de todos estos años de vida,
y de haber conocido muchas personas de muchos lugares de mi país,
siento que contigo, Raysa, estaré en buenas manos,
y que ambos estaremos en las manos de Dios...
Siento que eres el complemento en mi vida,
me ayudas a que florezca en el deseo de ser cada día mejor...
Te quiero para siempre”

ACCIÓN DE GRACIAS

Jaime:
Bendito el lugar y el motivo de estar ahí
bendita la coincidencia.
Bendito el reloj que nos puso puntual ahí
bendita sea tu presencia.
Bendito Dios por encontrarnos en el camino
y de quitarme esta soledad de mí destino.

Raysa:
Bendita la luz,
bendita la luz de tu mirada
bendita la luz.
Bendita la luz de tu mirada
desde el alma.

Coro de amigos:
Gloria divina de esta suerte,
del buen tino,
de encontrarte justo ahí,
en medio del camino.
Gloria al cielo de encontrarte ahora,
llevarte mi soledad
y coincidir en mi destino,
en el mismo destino… Épale!

Los dos nuevos esposos:
Bendita mirada, oh,
bendita mirada desde el alma.
Tu mirada, oh oh,
bendita, bendita,
bendita mirada,
bendita tu alma y bendita tu luz.
Tu mirada, oh oh.
Oh oh, te digo es tan bendita
tu luz amor
Y tu mirada

Todos los invitados a la boda:
Bendito el reloj y bendito el lugar,
benditos tus besos cerquita del mar.
Y tu mirada, oh, oh.
Amor amor, qué bendita tu mirada,
tu mirada amor.

(Letras y música de Juan L. Guerra que pueden encontrar en internet y youtube.com. Poesía de Tomás Castro. El amor de los novios. La bendición de Dios y de la comunidad)


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