jueves, 26 de noviembre de 2009

El modelo de Ramon Llull, ayer y hoy (1)


Mañana, viernes 27, celebramos en nuestra diócesis de Mallorca la fiesta del beato Ramon, lo foll (el loco de Dios), y me parece oportuno hacer algunos comentarios sobre Ramon Llull y los sacerdotes, la inspiración que ejerció en el proyecto del prebítero Joaquim Rosselló y el modelo que representa para nosotros, los misioneros de los Sagrados Corazones, hoy. Me ayudo de la biografía de nuestro fundador escrita por el P. J. Amengual i Batle, Columna y Antorcha de la Iglesia de Mallorca (CA) MSSCC. Madrid 1996, ps. 215-218 y de los textos que se refieren al Doctor Iluminado en nuestro corpus congregacional.

1. La atracción de Ramon Llull
“Sant Honorat tenía un encanto especial para la iglesia de Mallorca en la época de la restauración. La figura gigantesca del Beato Ramon Llull inspiraba a los hijos del romanticismo... No podemos eludir un cierto deje de pesimismo en los católicos, al recordar la historia de este gran personaje y compararla con la realidad de las luchas del s. XIX… Si en el siglo XVIII la Ilustración mostró interés por Ramon Llull como pensador y hasta como científico, los católicos mallorquines de la Restauración lo tomaron como místico, solitario y mártir. Hasta la identidad mallorquina heredada del medioevo lo invocó como ejemplar del católico de su época. A finales del s. XIX, cuando la Renaixença llegaba a la madurez en Mallorca, Ramon Llull emergió como la principal figura que consolidó la lengua catalana y fueron presbíteros y laicos católicos quienes promovieron la edición crítica de sus obras”.

Nuestra amiga Mª. Isabel Ripoll ha escrito un artículo sobre los estudios lulísticos a principios del s. XXI (Revista LLUC 841). J. Muntaner González, una historia de la iconografía luliana hasta hoy (Revista LLUC 867). Aprovecho para manifestar que hemos quedado gratamente sorprendidos del esfuerzo de nuestro amigo J. Falconer por penetrar y expresar el cosmos luliano, tan ligado a la montaña de Randa. Agradecemos desde aquí su deferencia de regalar cuatro de sus cuadros a nuestra comunidad de S. Honorat. Un viento luliano que viene de lejos sacude las hojas de nuestros árboles en las ramas de la ciencia, de la investigación, de la astronomía, de la novela, de la música, de la pintura… No hace mucho que G. Frontera ironizaba sobre la abundancia de personajillos sin preparación que se atreven a pontificar sobre un mundo tan complejo y hermético… Tal vez haya algo de verdad, pero estaremos de acuerdo en que nuestro máximo icono cultural, como el asteroide "9900LLULL", sigue su curso en el firmamento…
Ahora salta la pregunta del preámbulo: Y ¿cuál es su influjo en el mundo religioso de hoy, popular y eclesiástico?
Constatamos un movimiento que proviene de la Causa de Postulación, de los Franciscanos TOR, de algunos “amics de la muntanya de Randa”, de algunas Instituciones públicas con su nombre… que promueven exposiciones, conferencias, debates y nuevas aproximaciones. Llama la atención una convocatoria para el sábado próximo en el santuario de Cura: “Ramon Llull vist amb ulls de dona”. Mañana se presentará la nueva biografía escrita por Mn. Teodor Suau, Ramon Llull, miracle i misteri…

Me interesa recoger aquí el interés que suscitaba el Beato entre el clero mallorquín de finales del s. XIX. Me refiero a un canónigo penitenciario, al obispo valenciano, a los sacerdotes que preferían el ermitorio de Sant Honorat y a un conocido sacerdote diocesano, que se hizo primero filipense y luego fundador de un nuevo Instituto misionero.

El canónigo se llamaba D. Magí Vidal i Verdera, antiguo compañero de curso del P. Joaquim Rosselló. Como buen nativo de Llucmajor, era un enamorado de Sant Honorat, lugar privilegiado de retiro, espléndida balconada en el mismo centro de la isla, lugar cargado de mística desde donde promover la renovación del clero de la diócesis. D. Magí supo los deseos vehementes de retirarse a la soledad del tan conocido P. Joaquim, y “contando con su prestigio ante el clero todo, y sus aptitudes para dirigir los ejercicios”, lo involucró en el plan que había convenido con el nuevo obispo J. Mª. Cervera.
El obispo valenciano lo expuso así: “Desde la primera vez que visitamos las cumbres del monte de Randa, venimos acariciando la idea del establecimiento de una comunidad religiosa en alguno de sus ermitorios, bajo la especial protección del que dio celebridad y renombre a aquellas soledades, el Beato Raimundo Lulio” (Circular 26.04.1890).

2. El P. Joaquim Rosselló a la zaga de Ramon Barbaflorida
El P. Joaquim, probablemente, “conoció mejor la vida que las obras del Beato Ramon Llull” (CA 151) y aprovechaba su ministerio para citarlo como ejemplo de conversión radical.

“Llevamos el nombre de cristianos, es verdad, pero no acompañan las obras de tales… ¡Oh sí, nos hemos olvidado hasta de nuestra profesión! de que somos discípulos de un Dios crucificado…
Se lee en la historia de Mallorca, que en el siglo trece reconoció estas verdades un joven
disoluto llamado Raymundo Lulio. Vivía éste, encenegado en los vicios; y llegó a tal grado su
corrupción que hasta llegó un día a no respetar el sagrado de uno de los principales templos de la
ciudad de Palma. Noble, experto y de talento, empleaba desgraciadamente su pluma en
componer versos amatorios y provocativos, para leerlos después en ciertas bacanales reuniones,
a que asistía y de las cuales venía a ser el alma.
Hallábase cabalmente en tiempo, en que por muchos han comenzado ya las fiestas del
carnaval, día veinte y cinco de Enero, festividad de la conversión de San Pablo. Cuando Jesús
Crucificado se le aparece una y otra vez y le habla y le dice: Raymundo, Raymundo, ¿hasta
cuándo... hasta cuándo? Y Raymundo que no había entendido ni en la primera, ni en la segunda
vez el significado de estas palabras, y que más bien le pareció todo una ilusión, un sueño; despierta como de profundo letargo, comprende lo que el Corazón de su amado exige de él; y soltando de su mano la pluma, postrado a los pies de un Crucifijo rompe en acerbo llanto,
prepárase para una confesión general, que hace, convertidos sus ojos en ríos de lágrimas,
aborrece todo cuanto hasta con delirio amaba, hermosuras terrenas, placeres, bailes, teatros...
huye a la soledad de Randa y da allí principio a la eminente santidad, que todos admiramos y
que fue coronada con el martirio”
(Piadosos Ejercicios en honor de los SS. Corazones, día 15. 3º).

El P. Rosselló se había enamorado del espíritu contemplativo del autor del “Llibre de l’Amic e Amat”. Lo deja escrito en su correspondencia de aquellos días:

“Mi queridísimo Prelado: Obtenido el permiso de V. E. de pasar al monte de Randa, para morar los días que me restaren de vida en la ermita de San Honorato, me he resuelto a ponerlo por obra… Me ha movido (el ejemplo del) tan venerado Bto. Raymundo Lulio, el cual por mucho tiempo moró y santificó con su presencia aquel escogidísimo lugar” (Carta al obispo Cervera, 17/04/1890).

“Por ahora, conviene aún llenarme más de Dios; morando por este desierto de Randa santificado por nuestro ilustre hermano y compatricio Bto. Raymundo Lulio y por las muchas apariciones que tuvo de J. C. Nuestro Señor y de nuestra Purísima Madre” (Carta a la Abadesa de las Capuchinas, 12/06/1890).

La crónica de la fundación del nuevo Instituto de MSSCC publicada en el Boletín oficial del Obispado, recordarà el peso de la tradición luliana y de la preferencia sacerdotal de la “Muntanya dels tres santuaris”: “Hacía tiempo que nuestro celosísimo Prelado acariciaba la idea de convertir la ermita de San Honorato, situada en el histórico monte de Randa, en centro poderoso de vida religiosa para la isla. Los imperecederos recuerdos que en aquellas soledades dejó el ínclito mártir y sabio mallorquín, Beato Raimundo Lulio; la predilección que por aquel punto demostraban muchos sacerdotes, que acudían en varias tandas todos los años a practicar los Santos Ejercicios…” (Boletín del 30(1890), 224-226, reproducida en El Áncora del 23.08.1890).

Su identificación con “Ramon, lo foll” lo llevó a que también a él lo llamaran loco. Decían y publicaban
“que se le carcomían los sesos; que se le vaciaban los aposentos de la cabeza, en ella encajándose el disparate de más tomo que se imaginó jamás; que tales arrestos de vida solitaria paniaguados iban de locura más que de discreción, como flores de cantueso vendrían a parar en nada, sino en volver atrás confundido” (M. Rosselló i Llull, Anales de la Congregación de MSSCC III, 81).

El P. Joaquim contestaba, sin perder la paz interior: “Esta mi determinación, entre los del mundo se habrá considerado como una locura y entre los que no lo son, sino que son de Dios, por cosa muy rara, ¿pero, quién (no) sabe que lo que le suele pasar por tal a la vista de los hombres, es tenido, las más de las veces, por harta cordura delante de Dios?” (A la Abadesa de las Capuchinas, 12/06/1890).

(Continuará)

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