viernes, 14 de diciembre de 2012

LOS PROFETAS de M. Avilés Blonda (4)



4 JEREMÍAS, SIGNADO POR EL FUEGO

4. 1 "Igual que una mujer traiciona a su amante" 3, 20

El poeta empieza definiendo al pueblo con la vigorosa imagen conyugal de Jeremías. Una nación "como hembra veleidosa, de lúbricas caderas", adultera con "el travieso amante de un minuto". Pueblo Puto que se olvida "del calor donde creció su fuerza".

4. 2 "Antes de formarte en el vientre te escogí" 1, 5

Es la vocación totalmente gratuita, antes de todo merecimiento (5 veces repetido en el poema).
"Y así, yo, hijo de Helcías,
uno más entre tantos sacerdotes,
recibí la palabra
antes de hacerme lengua,
antes de hacerme boca y cavidad sonora,
antes de ser cuerpo, garganta,
sólo semilla ajustada al surco de un buen vientre.
Pero era consagrado para palabra dura
como piedra tirada con malicia...
Fuí consagrado desde antes del agua de mi tibio reposo
desde antes de la semilla en el surco del vientre:
Lengua dura e hiriente de verdad... "
El profeta teme. "Tal vez poca fe en la palabra seca del padre" que le puso el nombre teofórico "Yahvé ha establecido" (yirmeyahu).

"Y me pasaron palabras a mi boca.
Me dejaron caer rocío a mi tierno torso
y me sentí Varón de la Palabra...
Me sentí espiga denunciadora y ardorosa,
vara de almendro agitada,
fustigadora fusta, foete,
látigo de esperanza y corazón... "

La difícil misión profética. "La Palabra que pesaba sobre mí como piedra ardorosa. / Contra viento, mareas, cambiar de lunas y de dunas... "
"Todo el que mira lejos resulta siempre sospechoso.
Resulta con incógnitas grandes el que mira la suerte,
resulta con oscuros misterios quien señala el color verdadero de las cosas,
resulta gran poeta o sospechoso... "
Es la crisis del profeta/poeta que fracasa.

4. 3 "Si vuelves" 15, 19

Dios no retira, sino que reitera sus exigencias: "Si vuelves, te haré volver y estar a mi servicio, si apartas el metal de la escoria, serás mi boca" Jr 15, 19. El Señor le pide una segunda con-versión más madura. El poeta habla de volver a nacer.
"Por entones pensé que todo pasa
si el corazón corta amarras y se hace niño nuevo
y juega con la Roca como piedra niñera,
como tronco de niño,
como juguete viejo que brinca muchos aires,
como ansia de volar entre las nubes,
si sabe esperar que la piedra se haga agua,
se haga niño de nuevo
y sepa volver al vientre de la joven,
sepa encontrar su ombligo necesario
y sepa renacer" (51).

Volver al "roqueño Padre, nutritivo, / apagador de sed de largo y seco viaje, / la ardorosa piedra-manantial" de su juventud.
"Él me dio estos hijos / a mí, que fui soltero siempre, / a mí, que no conocí mujer... Abrigué siempre calor en mi corazón circuncidado... "

Grita con brío como se cumple "la Promesa de quien dice Yo Soy", el estallido teilhardiano de la evolución universal: Se hace el todo que respira, la justicia por encima de la ley, la pura equidad más allá de los pequeños reglamentos y las pequeñas normas. "Se hace todo más grande con el crecer de tierras, / con el crecer del amor, del sacrificio, / los granos para muchos, el florido sarmiento y la ternura, / se hace más grande con las grandes crecidas de los ríos... "

"Todo el que mira lejos resulta siempre sospechoso", repito. Dice Alonso Schökel: "Como su rollo, Jeremías es `el profeta quemado´. Tras una etapa de ilusión y gozo en su ministerio, sucede la resistencia pasiva del pueblo y activa y creciente de sus rivales... En su actuación va fracasando paso a paso, hasta desaparecer en tierra ajena. Algunos hablan de `la pasión de Jeremías´.
 Avilés dibuja un Jeremías como "cántaro roto de palabra, vasija vidriada, estrellada". Sentado desde entonces en el dintel del templo, no apaga su voz. Busca compañeros: "Oh, mi Baruc, tú, amado Baruc, compañero y hermano", ¿serán Virgilio Díaz y Aida, sus amigos poetas? ¿Seremos nosotros, lectores y lectoras?. 

Pintura: Crucificado de Cándido Bidó

domingo, 9 de diciembre de 2012

LOS PROFETAS de M. Avilés Blonda (3)


3 ISAÍAS O LA PEQUEÑA ESPERANZA

3. 1 Declaración de identidad

¿Qué es el profeta? El poeta responde en una cuidada letanía que se esmera en definir la más profunda identidad:
"Vidente, portavoz, lleva voz. / Estandarte del sonido, / Boca del Grande, / mensajero sin alas de Lo Quieto, / afirmador de la Fuerte Presencia Terrestre, / presentador de la vida sin trabas... "
Isaías es "dura presencia entre ladrillos y polvos... / Duro testigo. Dura carga. Testamento duro".
En el Israel del siglo VIII a. C. como en la República Dominicana de hoy ("una tierra que aún discuten los ángeles, / las balas, los árboles, la lluvia escasa... . / las hojas pocas", "pocas, en estas tierras sin otoño, / de perpetuas cigarras, de luz fuerte", en esta tierra sin primavera), "los múltiples granos de arena / contados por las pulsaciones de unos hombres sin lágrimas. / Sequedad solamente. Piel con luz de sudor". ¡DESIERTO!
Sospecho que el poeta denuncia el entorno de Isaías, mundo de gente ambigua ("de indefinible sexo, su neutralidad, su no tener ombligo, su carecer de madre").
"¿Y qué de Serafines, qué de Arcángeles, Dominaciones,
qué de Potestades y Potencias, qué de Cabezas de Niños
sin hombros, de alitas amarillas en estampas,
qué de Caridad, Esperanza y Fe,
-nombres ahora fuertes de mujeres-,
qué de letras hebreas,
leídas, salmodiadas, de derecha a izquierda en las tablillas,
en la oración monótona y solemne?"

Isaías está bien definido. "Oráculo del Santo de Israel-. / Voz de lija, sin pretensiones de manjar, / de miel, de azucarados higos, / voz de cortante hacha, de piedra casi, / como la de todo desbrozador, / o abridor de caminos y de frentes, / desnucador de corazones / que tropieza con algo sin florecer... " Luchador contra la fuerte vanidad del poderoso. Contra el prevaricador, el que se esconde en la sombra, el quemador de incienso corrompido.
El país "entre repletos ejércitos de metales y piedra". "Llegaban los hombres vestidos de metal", en pié de guerra, a pié de máquina, en plan de acelerada reproducción.
"Se moría entonces entre ladrillos / de una manera distraída... / Se moría entonces de un querer morir en un país / que debió ser cobija recia y cómoda hecha con plumas de los ángeles".

3. 2 El cáncer

El profeta se atreve, entonces, a enfrentar el cáncer que es como el pecado original:
"Crecía carcomiendo la Gracia
un terrible cangrejo
que devoraba viudas desde adentro,
que corrompía los huérfanos,
que compraba perdones,
que pagaba lamentos oficiales,
que recibía dinero por cubrir afrentas:
Oro, por el olvido,
plata, por la ceguera aparente,
incienso, por el no notar la falta,
mirra, por la seguridad,
alcanfor, por no revelar las desvestiduras del sexo,
áloe, por dejar de esperar a la Esperanza.
Exoneraciones por cerrar los párpados
y dejar quieta y oscura la pupila".

3. 3 Los ojos dobles y profundos

Porque Isaías "desde muy atrás de este fuego", "elegido antes del tizón ardiente", gozaba -"por la Gracia del Grande"- del futuro verde, del cromatismo completo. Penetraba "atrás de la montaña" ("donde no llega la vista del pastor, / donde no llega el olor del requesón"). Descubría la pequeña vida que se mueve, crece y perfuma, rica y a la vez amarga.
El profeta ve "con ojos dobles y profundos, completamente otros"... un signo divino.
"Nata y miel para el Niño, alimentos de penas y de nómadas" para la travesía del desierto. " Esperanza de volver a la vida después de la Gran Sombra..., esperanza de un día hacerse tierra carne hueso piedra, la Justicia". "Solamente pan y vino por ahora, saboreo" (sacramento en la fe). Pronto, "roca para edificar" (la vida personal y las estructuras sociales, el reino).

En ti, profeta, "quedó un pequeño eco suave y un gemido pequeño", "ese Niño de Aguardo". El exorcismo de los años del Imperio, de la dictadura, de los años oscuros, del trópico de Cáncer. La entonación de la doxología perpetua porque tú -"afirmador de la Fuerte Presencia Terrestre", no lo olvidemos"-
"sabías que crecería la carne duradera
y el apacible bosque de la gracia y el agua
y que el canto del Santo sería el canto del mundo.
Porque santos son todos los hombres
y Santas son todas las mujeres
y Santa es la tierra que pisamos
y Santo es el cuerpo que crecemos,
donde crece la Vida y la palabra,
y Santa es la Tierra donde crece el Trigo,
y Santa es esta Tierra donde existe el abrazo verdadero". 

Foto: Maternidad de Cándido Bidó

lunes, 3 de diciembre de 2012

LOS PROFETAS de M. Avilés Blonda (II)


2. DÉBORA O LA MATERNIDAD PROFÉTICA

Débora, "la poetisa y juez se adelanta conociendo el futuro y la función de los profetas venideros. Del texto bíblico, Avilés toma su matrimonio con Lappidad, el cargo, la traducción de su nombre (=Abeja) y los cuarenta años de paz, pero en lugar del canto de victoria, se adentra en la problemática de la mujer que se levantó `tal como una madre en Israel´ para sumergirse en la maternidad frustrada" (122-123). Una mujer sentada a la Sombra de una pequeña Palmera del desierto, como sacerdotisa que rinde culto al Sol. Desentrañemos los símbolos creados por el poeta:

 2. 1 Mujer
que entona un canto a sí misma: "yo sola entre letras machacadas, / entre palabras dichas, / yo sola entre tantos hombres de barbas, / de vellos muchos en los torsos, / hombres dispuestos al fuego o a la espada. "
(La imagen recurrente del vello indica la dureza de la hombría. En Elías, "varón de vellos, muchos. Ceñido cinturón de cuero" (36). En Amós, llamado desde su adolescencia, "aún con el vello creciéndome en el pubis y en mi pecho; con mi picazón, mi escozor por el crecer del vello" (69).

 2. 2 Madre
"Yo la única entre todos con matriz, útero y canto".
Mujer todavía estéril, "matriz seca de arena", "vientre de arena y vidrio", pero "útero con sentencias". Húmeda y abierta, preparada: "y yo soy el agua que alimenta la Palmera de Sombra / porque soy el agua desde siempre / y la aguardo en mi vientre, / en suave barriga dulce, / como agua madre para el canto de la Gracia".
 (El tema recurrente del agua madre de vida, del agua nutricia en todas las vocaciones de Avilés Blonda: En las biografías de Jonás y Jeremías que veremos después. En Elías, "Te elegí antes del agua del vientre y del ombligo" (39). En Ezequiel "Fue junto al agua el llamado, / fue junto al río que la mano se posó / con viento huracanado, / con apretados nubarrones... " (56). En Nahum, "Yo, nacido junto al pozo, / junto al agua fresca que sube con el cubo / del centro de la tierra" (77)).
Mujer enamorada que sabe guardar el calor de la Palabra, como guarda en los huesos, en los tuétanos, el calor del abrazo de Lappidad, su esposo; como aguarda el beso fecundador de Dios: "¡Espero que amanezca y me beses / sin prisa en la mañana!"

2. 3 Servidora de la Justicia
La Palmera, hija del Sol y madre de la Sombra: "¡Buenos días, Sol! ¿Sigues caliente?... ¡No te ocultes". Es un Sol de Justicia, y Débora "administrando justicia en el nombre del Grande, / impartiendo sabia justicia a la sombra de mi Majestad y mi Palmera". Dios, "Tú eres el agua fina. / La ternura en el Viento. / La Justicia en el oído". "Yo escogida entre todos sin ser virgen / para aguardar la llegada del Silbido / que previene, Yo antigua desde entonces / bajo una triste palma, / bajo una corta sombra de esa Palma / que protege la Espera". "Yo soy Madre y espero... / (La sombra de la Palmera se me acorta). / ¡Tengo Sed!... Yo sola, / Yo espero, / tengo mi vientre abierto / a la codicia del Grande... / Soy de útero abierto, Soy de entrada. / Soy la Matriz del Tiempo y la Esperanza. ¡Buenas noches a todos! / (¡Ya amanece!)".

Débora pre-anuncia el día mesiánico ("después del agua caída / después que sacudió su cabellera el Mundo") brilla el Sol de Justicia y resplandece la Majestad encarnada. "Y yo soy desde entonces / Pozo. / Agua. / Dulce. / Abeja". Como Pozo para el pueblo, "tal como una madre para Israel". Magnífica re-lectura femenina de lo que es un profeta.
Cuadro de Fabio Domínguez

sábado, 1 de diciembre de 2012

LOS PROFETAS (de M. Avilés Blonda) I



 MÁXIMO AVILÉS BLONDA
 Ahora que estoy impartiendo un curso a seminaristas sobre los profetas. En este sábado que inaugura el tiempo de Adviento, y volvemos a abrir las páginas de los Nebiim que anunciar
on la esperanza y el mesías a través de los siglos. Me animo a repasar un librito que guardo como una joya: Los Profetas, del poeta dominicano Máximo Avilés Blonda (Santo Domingo, 1931-1988). Perteneciente a la Generación del 48 (dominicanos nacidos entre 1924 y 1938, que publican por primera vez en 1948).

"Tienen conciencia histórica de su tiempo... Esta poesía, aunque entroncada con nuestra realidad, es al mismo tiempo onírica, consciente y culta, en constante búsqueda de lo humano; poesía en movimiento, que va de lo particular a lo colectivo, de lo íntimo al mundo exterior, con una visión optimista, totalizadora y trascendente del hombre... Poesía de testimonio, esencialmente política... Ni poesía dominicana a lo dominicano, ni poesía con el hombre universal, sino poesía con lo dominicano universal" (L. Hernández Rueda). Avilés "es un poeta culto que requiere en más de una ocasión ciertas anotaciones. Este requisito se acentúa más aún en el caso actual, poesía de hálito religioso que acude a textos tan trabajados y polémicos como los bíblicos". Con él nos "sumergimos en un universo poético dominicano... Los profetas necesitan un lector que pueda interpretarlo, que comprenda el deslizamiento vertical y horizontal hacia un contexto cultural abierto y a la vez cerrado, enigmático y polémico" (Mª. del C. Prodoscimi).
El libro tiene muchas lecturas posibles, y aquí intentamos una lectura religiosa y literaria a la vez que ya demostró su capacidad de fascinación y de sugerencia.

Bibliografía: Avilés Blonda, M., Los Profetas. Biblioteca Nacional. Santo Domingo, 1987; con el estudio de Prosdocimi de Rivera, Mª. del C., "Los profetas: Un ensayo de lectura", ps. 94-134; Rosario Candelier, B., “La sensibilidad de Máximo Avilés Blonda” en La búsqueda de lo absoluto. El aliento interiorista en las letras dominicanas. Ateneo Insular. Moca, 1997, ps. 119-122.

Introducción: Creo en los Profetas

"Creo que es válido hablar en nuestros días del fenómeno profético porque estos hombres, raros para su tiempo, fueron duros críticos sociales de su realidad, realidad repetida, por desgracia, todavía en muchos puntos de esta rodante bola que pisamos. Y fueron también seguros creyentes en un cambio posible y necesario. Tuvieron todos la esperanza de una posibilidad de trastocar la agria y sazonadora sal en amarillo oro alimenticio de hombres y de pueblos con hambre.
Sigo creyendo en la dificultad de que en este Año de la Gracia de 1978, y en la República Dominicana..., alguien tenga fe en el profetismo... como canto a un esperar seguro, optimista a la llegada de una realidad material, tangible, cierta, no sueño sino cuerpo, carne, huesos que cantan de segura alegría.
Yo creo en el profetismo en tanto los profetas fueron poetas ungidos. Muchos de ellos, dentro del vientre de sus madres recibieron el Llamado. Y creo que fueron grandes y duros poetas en el sentido en que los griegos llamaron a los poetas vates, es decir, el que vaticina o predice el futuro. Fueron poetas, en fin, que tuvieron un gran sentido de la Historia en los tres tiempos del verbo ser.
Pero sobre todo, creo en los profetas y en su vigencia actual porque ellos criticaron la repetición asquerosa de muchos males: La corrupción en todos sus órdenes, el soborno, el cohecho, la prevaricación, el peculado, la compra y venta de los jueces, el solo aprecio de las cosas que se pesan, se cuentan y se miden, las pompas y ostentaciones, el falso y ambicioso mesianismo, que puede conducir como ciegos borregos al despeñadero a una comunidad miedosa, silente.
Creo en los profetas porque supieron combatir a los nacientes y prepotentes imperios de su hora. Combate vigente y necesario todavía...
Creo en los profetas porque no hay incompatibilidad entre fe, gracia y militancia y trabajo para la búsqueda de una luz nueva, esplendorosa y grácil.
Pero también creo en los profetas porque creo que por ellos habló el Señor y Dador de vida, el purificador con el fuego que cura y que no quema del cual habla el Credo de Nicea: La paloma que trae una dulce guerra aparente al espíritu pero que al final es paz, calma, equilibrio y agua salvadora... .
Yo, hoy, en 1978, todavía tengo la audacia de creer”.
(Fragmento del Discurso de Aceptación del Premio Nacional de Poesía "Salomé Ureña de Henríquez" 1977, pronunciado el 30 Abril 1978)

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Petita apocalipsi del sistema que s’esfondra (Diumenge 33 B Mc 13 actualizació)


Els deixebles digueren a Jesús:


-   - Mestre, mirau l’estat del benestar que tenim a Europa! La gent compra, construeix, viatja, no té por d’hipotecar-se; el govern diu que som una nació feliç, del top ten de les més riques del món!

Jesús respongué:

-     - Veis aquestes grans construccions, el sistema de salut, l’educació, el patrimoni, el món de les finances…? No en quedarà pedra damunt pedra.

       Després, aprofitant un moment d’esbarjo, enfront del Palau de la Borsa, li preguntaren a part:

-Digau-nos quan passarà això i quin serà el senyal que tot això està a punt de complir-se?

Aleshores Jesús els va dir:

-        Estigueu alerta, que ningú no us enganyi. En vindran molts que diran: “No hi ha crisi” o “votau-me a mi, jo tenc la solución”.  Quan sentireu parlar de guerres, de fallides de la banca i d’austeritat, de pujades d’imposts i de retallades, no us alarmeu: cal que això succeixi per canviar el sistema. Hi haurà acomiadaments i desnonaments, protestes al carrer i vagues generals com no s’havien vist, hi haurà fam. Així començaran els dolors d’infantament.

Vosaltres mateixos estau alerta! L’Església no pot ser indiferent al patiment del poble, llavors será l’hora de donar testimoni. L’evangeli haurà de ser anunciat amb paraules i fets; proclamau un Any de la fe, però també el Jubileu dels deutes que no es poden pagar; convocau catequesis d’adults, però també la solidaritat de Caritas i de la Fundació Concòrdia.  Seran temps difícils, però el qui es mantindrà ferm fins a la fi, se salvarà.  
Ai de les famílies que tenen fills petits, amb joves que acaben l’Universitat, amb pares i mares a l’atur! Ai dels qui no poden pagar les hipoteques i els treuen al carrer com si fossin deixalles! Ai dels immigrants sense papers i sense tarjeta sanitària! Perquè aquells dies seran d’una gran tribulació, com no es recorda d’abans.

El F.M.I. i el Banc Central Europeu perdran la seva llum, les Grans Agències de Calificació cauran del cel, les Caixes d’Estalvis s’apagaran i la Banca Mundial tremolarà. Els governs i els partits polítics perdran la seva credibilitat i sorgiran grups d’Indignats per tot arreu.

Aleshores vindrà el Fill de l’Home a jutjar el món amb gran poder i majestat. Els qui tenen fe reconeixeran la seva crida a convertir-se a un món més just i fraternal, i tornaran descubrir l’alegria de ser cristians que comparteixen les penes, les alegries i les causes dels pobres. Els qui no tenen fe, també s’esforçaran per entronitzar tot el que sigui Humà. Us assegur que no passarà aquesta generació sense que vegeu canvis molt grans.

martes, 30 de octubre de 2012

Festa de la Mare de Déu de Lluc (Església dels SS. Cors, Palma, 27.10. 2012)




D. Miquel Costa i Llobera, el gran poeta de Mallorca, visqué de 1854 a 1922, a cavall entre mitjan segle XIX i principis del XX, temps tempestuosos de la 1ª República i la restauració de la monarquia, l’acceptació o el rebuig de la Constitució, les guerres carlistes i les colonials, la desamortització dels bens de l’Església, la Setmana Tràgica de Barcelona, l’esclafit de la 1ª guerra mundial...  El poeta, pessimista i preocupat, contra els embats de la tempesta i la confusió de Babel, aixeca els ulls al cel i cerca refugi a Montserrat primer i després a Lluc.  I prega:
               “Oh Reina nostra eterna, Verge, Mare!   -  Mai vostre poble perillà com ara...”

Crec que tots estam d’acord en què vivim uns temps molt crítics. Escarrufen les xifres dels que pateixen l’atur a ca nostra (122.600 a l’atur en temporada alta), la quantitat de famílies mallorquines sense cap membre que faci feina (29.100), un vertader “drama”. Les retallades que patim i que no sabem fins on arribaran, la pèrdua de l’estat del benestar, la falta d’oportunitats pels joves que emigren fins a cotes que no es veien fa molts d’anys, els desnonaments forçosos que han deixat molta gent al carrer (46.559 a España en el primer trimestre, 517 diaris). Les retallades a la cultura del nostre poble i a la nostra llengua, sofertes com agressions a la identitat. Les contínues manifestacions de protesta són un bon exponent de l’estat de malestar i de indignació. L’Església, per la seva banda, ha proclamat l’Any de la fe perquè també l’esperit està malalt i en crisi, i ja és hora de posar-hi remei.

El Santuari de la reina de les muntanyes de Lluc fa temps que sofreix aquesta crisi econòmica de molt aprop. La manca de subvencions de les institucions per a mantenir l’escolania, que és un dels bens culturals més prestigiosos de l’illa. I ara, per afegitó, ha sofert un cap de fibló que ha provocat uns danys avaluats en 1.800.000€. 

Molta gent es demana: I com és que Déu i la Mare de Déu permeten això? Pregunta difícil de respondre, especialment pels que són víctimes de la crisi com el patriarca Job. Els amics li feien discursos, però Job havia perdut l’hisenda i els fills, la dona i la salut.


La gent comenta: “Tenim un sistema capitalista podrit”. Repassem el programa del magnificat, el càntic de Maria: “Derroca els poderosos del soli i exalça els humils”.- Molts es confessen: “Vivíem per damunt de les nostres possibilitats, gastàvem més del que guanyàvem, ens endeutàvem sense límits”. Visquem, idò, amb més sobrietat, agraïts del què tenim, responsables de què no es tudi res.- Un amic em deia: “Jo crec que la Mare de Déu vol que siguem pobres”. A lo millor és l’hora de fer aquesta pregària: “Senyor, no em faceu ric perquè no caigui en l’egoisme; ni em faceu pobre, perquè no hagi de robar; donau-me el que he de menester per viure amb dignitat”.- El poble aixeca la bandera: “Lluc és la voluntat d’un poble”. Reparem el santuari, defensem la nostra identitat, eduquem els fills en l’amor de pàtria i de fe.- “És la llar de la mare”. Tan de bo aprenguem a viure com una família, unida per la fe en Déu i la solidaritat amb els germans.


La pregària de Costa i Llobera que ha obert aquesta homilia diu: “Oh Reina nostra eterna, Verge, Mare! - Mai vostre poble perillà com ara... - Mes ai! Com dic paraules d’esperança?” Aquesta hauria d’esser la nostra inquietud: Com deim paraules encoratjadores? Com donam esperança a la gent? Com som capaços, entre tots, de vèncer el mal temps i d’obrir per a tothom perspectives de futur?

Acabarem aquesta celebració cantant la salve a la Mare de Déu de Lluc. Esper que a tots ens encoratgi. Ella que és poderosa “esperança nostra” (Mare de Déu) i que sempre ha estat dels nostres, dels pobres i dels humils (Patrona del poble mallorquí). 

(Fotos d'Antoni Capellà.- Cantà la coral de La Real.- Hi assistiren alguns membres de la directiva de l'Associació dels Antics Blauets)                                                                                                            

sábado, 22 de septiembre de 2012

El niño en el centro (Dom 25 B Sab 2,17-20; Stgo 3,16-4,3; Mc 9, 33-37)


Jesús dice: Vamos a Jerusalén para entregar la vida, de manera que los niños y los pobres puedan vivir. Sus discípulos, en cambio, piensan y dicen: Vamos a Jerusalén para ver cómo podemos mandar; lógicamente, entre ellos surge la disputa por saber quién será el primero.
El proyecto  de Jesús es un camino de liberación para la humanidad (Eu-angelio= Buena Noticia). El proyecto de sus discípulos es una disputa por  ocupar los primeros puestos (Kak-angelio= Muy mala Noticia).
Jesús resuelve el tema de un modo teórico, pero sobre todo de un modo práctico. Éste es un evangelio tierno y emocionante… pero debe sonar como dinamita en un mundo como el nuestro donde cada día mueren más de 50.000 niños de hambre, porque nosotros (los grandes) seguimos discutiendo sobre quiénes son los primeros. En una sociedad donde los niños sufren toda clase de abusos.

9, 35. Principio general: hacerse los últimos
“Y sentándose llamó a los Doce y les dijo: Quien quiera ser primero, sea último de todos y servidor de todos”.
El apòstol Santiago nos ha explicado cómo funciona nuestra Sociedad opresora: “¿De dónde salen las luchas y los conflictos entre vosotros? ¿No es acaso de los deseos de placer? Codiciáis lo que no podéis tenir; y acabáis asesinando. Ambicionáis algo y no podéis alcanzarlo; así que lucháis y peleáis”.
Jesús no quiere introducir un pequeño correctivo en la estructura de la sociedad dominante (judía o cristiana), sino que expone un proyecto totalmente distinto de “evangelio”.
Quien quiera ser primero (prôtos)...  Jesús no rechaza ese deseo, ni todos los deseos, como ha querido cierto tipo de budismo, sino que lo reconoce y acepta, como algo que pertenece a la misma entraña de la vida humana, pero necesita y quiere “reconvertirlo”, es decir, invertir du dirección.
Por eso quiere que sus servidores sepan ponerse al final, para acompañar y ayudar desde allí a los otros (especialmente a los perdedores del mundo), superando la lógica del mando, que está implícita en otros modelos de mesianismo.

9, 36-37. Gesto simbólico y enseñanza conclusiva
"Luego tomó a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: 37 Pues quien acoja a uno de los niños como estos éstos en mi nombre, a mí me acoge; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino a Aquel que me ha enviado".
1. Autoridad: Sus discípulos buscan el lugar de honor, pero ese lugar (el centro) está ocupado, pues Jesús ha colocado allí a un niño (paidion, niño o niña), en pie, como signo de autoridad, en medio del corro.
2. Amor: En contra del poder que buscan sus discípulos, el primer gesto de Jesús es la ternura, el abrazo que el ofrece a los niños, para que pueden vivir y crecer con ternura. Lo que importa no es tomar el poder, ni ser primeros, sino que los niños puedan vivir, siendo en realidad “primeros”, los más importantes, precisamente porque son los más pequeño.
3. Enseñanza. Ser último y servidor es saber amar a los niños, es decir, hacerse grande y primero en amor. En este momento, Jesús no enseña desde la cátedra (ni desde un trono político), sino desde su abrazo con el niño, con quien se identifica él mismo y con quien identifica al mismo Dios.

La iglesia ha de mostrarse, según eso, como ámbito materno, casa donde los niños encuentran acogida, siendo honrados, respetados y queridos. Ella no es (no debería ser) un grupo dominado por sabios ancianos (una gerontocracia), ni una sociedad dirigida por sacerdotes poderosos o influyentes, un sindicato de burócratas sacrales, funcionarios que escalan paso a paso los peldaños de su gran pirámide de influjos, poderes, competencias (y también incompetencias). Si los niños son el centro de la comunidad, es evidente que en ella han de tener un lugar especial las mujeres, pero no como subordinadas a los varones, sino como creadoras de nueva humanidad, en la línea de Jesús .
Su forma de abrazar a un niño rompe los modelos del varón mediterráneo y judío, educado para el sexo y honor, la autoridad y trabajo. Él aparece así de un modo distinto, y hasta escandaloso, como mesías de ternura que no sólo abraza a los niños en grupo sino que propone ese gesto como signo de identidad de su discipulado y reino .
Frente a unos discípulos patriarcalistas (Pedro y sus Doce, en el comienzo de la Iglesia), que, a juicio de Marcos, buscaban el dominio (ser grandes, conquistar con decisión los primeros puestos) ha elevado aquí Jesús el modelo de una iglesia que es familia, hogar materno al servicio de los más pequeños.
Resumen del comentario de Mc de X. Pikaza