(Los MSSCC de la Delegación del Plata, Argentina, presentan estos días su nuevo icono de los Sdos. Corazones. Detrás de su elaboración están sobre todo el Delegado P. Pere Riera y los pinceles de Fabián Carbonell. Pero adivinamos la espiritualidad del grupo de religiosos y laicos que conforman toda la Delegación. La prueba es que continúan la línea de las pinturas del presbiterio de la parroquia Jesús Salvador de Lugano, dirigidas por su párroco P. José Joaquín Domezáin, y del cuadro de los Mártires del Coll, fruto de los sueños y desvelos del P. Joan Arbona. Está claro que no son imágenes para el culto, sino para el programa espiritual y pastoral inculturado en el Cono Sur. Una Clave de lectura, su versión del credo de los Sagrados Corazones, la Utopía a realizar. Ellos mismos nos explican el cuadro con sus palabras y nosotros les damos la enhorabuena).
Para el pueblo de América Latina, y en concreto en nuestra Argentina, la Madre Dolorosa es una imagen central. El cuadro presenta una nueva Madre Dolorosa, acompañando en solidaridad a las Madres de la Plaza. Lleva un pañuelo blanco y su manto aponchado. No lleva la foto de su Hijo, que también fue sustraído, torturado y muerto por el terrorismo de estado, pero lleva unas flores en su corazón pues se ha convertido en la Madre de todos los Desaparecidos y Desaparecidas.
Queremos ser una "Iglesia Servidora", que es voz de los sin voz y comparte la lucha de los pobres.
Una "Iglesia Fraterna, Sororal y Comunitaria", entre los paisanos de la Patagonia, los desocupados de la Capital, los sin techo del Gran Buenos Aires, o donde el Espíritu nos lleve.
Una "Iglesia Solidaria y Cordial", al lado de los que sufren, de los excluidos, de los menos amados, de los traspasados de la historia.
Una "Iglesia Profética", que anuncia la Buena Nueva de Jesús. Que llama al cambio de corazón y de actitudes.
Una "Iglesia donde la Vida reclama", que quiere crecer, soñar y vivir el proyecto de Jesús: Anunciar la Buena Noticia a los pobres, promover condiciones de vida más digna para todos, todas y todo.
Que la belleza del arte nos ayude a vivir una espiritualidad integral, una santidad tan mística como política, en la vida diaria; en la construcción de la concordia, la justicia y la paz; en la familia y en la calle; en la ciudad y en el campo, en el trabajo y en la escuela; en el movimiento popular y en tarea pastoral; junto a los traspasados de la tierra.
Que los SS. CC. nos concedan el don de una identidad conocida, agradecida, vivida y compartida. Si Ellos están en el origen de nuestra Congregación, irán acompañando su desarrollo, para ser Competente Socorro en nuestras comunidades.
EN CAMINO CORDIAL, DONDE LA VIDA RECLAMA.
La pintura de Fabián Carbonell expresa un mensaje eclesial, teológico y pastoral: La Iglesia es Pueblo de Dios, Pueblo en camino que se concreta como Pueblo organizado en las Iglesias locales y en cada una de las comunidades cristianas.
Comunidad imagen visible de la Trinidad (simbolizada en los círculos entrelazados del fondo…) “La Trinidad es la mejor Comunidad” (Pere Casaldáliga)…Y esa bella y simple definición es también ideario para la misma Iglesia, la comunidad religiosa, la parroquia, la comunidad eclesial de base, la familia cristiana. Dios es comunidad, no quiere estar solo.
En la pintura nuestras comunidades están representadas en el grupo de doce miembros, seis mujeres, seis varones, de diversas edades y condiciones, unidos en torno a Jesús y María, que son el centro, miran, abrazan, caminan y vienen con nosotros…expresión inclusiva del amor de Dios. La cordialidad se refleja en todas sus posiciones.
En nombre de esta Comunidad Trinitaria nos bautizamos, estamos habitados por ella y somos convocados por su Palabra (mujer con La Biblia) proclamada, oída, compartida, cantada (guitarra), celebrada y encarnada en la vida.
La comunidad cristiana, convocada por la Palabra, impulsada como Jesús por el Espíritu, continúa su misión, sale de sí misma para SERVIR y EVANGELIZAR (El P. Fundador Joven, el Beato Ceferino Namuncurá, Wenceslao Pedernera y su esposa), y se proyecta ayudando a crear condiciones de vida más humanas, en COMUNIDAD Y SOLIDARIDAD con otros hombres y mujeres de buena voluntad, contribuyendo activamente a crear un mundo de CONCORDIA, JUSTICIA y VERDAD, el sueño de Dios, su reinado, la utopía de Jesús.
Testimonio de Sacerdotes, (P. Mugica) de Consagrados/as, (Monjas Francesas) Laicos/as, Obispo, Mons. Angelelli, Iglesia Samaritana, Profética, Martirial. Varones y Mujeres de Fe, Ciudadanos del Reino, Defensores de la Vida, Amigos de los Pobres, Servidores de la Justicia, Artesanos de la Paz. Aquellos que supieron poner su "Oído en el Evangelio y en el Pueblo".
Y con Ellos/as continuar esta caminata, porque "Hay que seguir andando nomás", buscando huellas, auscultando horizontes, promoviendo espacios, aprovechando nuevas oportunidades de vida.
Pintura de Fabián Carbonell