En este mes de febrero que estamos a punto de finalizar, nos han llegado vientos de Cuba. Se han cumplido los 150 años del templo parroquial de Sagua la Grande y el párroco, P. Pablo, nos ha escrito invitando muy amablemente a la Congregación y agradeciendo los mensajes recibidos. Yo soy uno de los que vivieron aquellas páginas agitadas. Fui destinado a cumplir tres años de maestrillo en el colegio Sagrado Corazón, allá cumplí mis primeros veinte, pero sólo pude durar un año a causa de los enfrentamientos de la Revolución con la Iglesia Católica. Y bien que lo sentí hasta las lágrimas... Aprovecho para hacer memoria de nuestra presencia en la isla, y empiezo con la carta que nos envía el párroco de Sagua.
Celebración de los 150 años de la Parroquia
"Sagua la Grande, 25 de febrero 2010
Desde el principio de febrero, por dos semanas, hemos hecho una “misión” en los diferentes barrios: de lunes a viernes a las 8pm hicimos encuentros, cada día en una casa en un barrio diferente, hablando de la historia del templo parroquial – muchos la estaban escuchando por primera vez – y la importancia de celebrar este aniversario como agradecimiento a nuestros antepasados y para recordar nuestro compromiso de dejar esta fe a las nuevas generaciones. Hablamos también de la importancia de cada uno aunque cada cual tiene una tarea distinta – igual que las piedras de la iglesia: unas abajo, otras arriba, unas se ven y otras no – y la idea bíblica que nosotros mismos somos piedras vivas de la Iglesia. Tuvimos un encuentro previo con el grupo de laicos misioneros de la parroquia que ayudaron en estos encuentros especialmente los días en que ni yo ni las hermanas Franciscanas de María Inmaculada que ayudan en la parroquia pudimos ir. La segunda semana coincidía, de hecho, con una visita canónica – vino la visitadora de Colombia, el país de origen de estas religiosas que presentemente sirven en la parroquia - que dejó como fruto una tercera religiosa, porque desde noviembre se quedaron sólo dos.
Para celebrar el aniversario trabajamos sobre otro proyecto: recoger información, documentos, fotos, experiencias de anteriores párrocos, religiosas y de laicos sobre la parroquia. Logramos lanzar una multimedia el miércoles de ceniza después de la Misa de 8pm. No estaba todavía terminada porque queríamos añadir las fotos de la misma celebración que tendría lugar dos días después. Será otra manera, más moderna, como llegar a más personas.
Poco antes de las 8pm llegó el Nuncio Apostólico en Cuba, Mons. Ángelo Becciu – lleva solamente 4 meses en la isla – acompañado del Obispo de la Diócesis, Mons. Arturo González Amador. Su primera visita a la diócesis lo trajo a la parroquia de Sagua justamente para presidir la Misa de Acción de Gracias por este aniversario. Después de besar la cruz que le preparamos, el Nuncio entró el templo rociando el agua bendita sobre la gente que ya llenaba el templo. Fue a saludar al Santísimo – en ese momento sonaron las 8pm - y después de unos momentos de oración en silencio, el obispo presentó al Nuncio a la gente entre aplausos. Se sentaron en las butacas preparadas para la ocasión e inmediatamente dimos inicio a un concierto de música sacra presentado por el Coro de Cámara Audinos de Santa Clara. Es un coro profesional, uno de tres en toda Cuba que tiene solo varones – eran 14 con el director, todos jóvenes – que por primera vez estaban actuando en Sagua. Radio Sagua quiso grabar el concierto… y no negamos el permiso.
El concierto duró media hora y luego nos preparamos para la Santa Misa. Concelebraron con el Nuncio y el Obispo dos párrocos anteriores, el P Pablo Álvarez, de las Islas Canarias – hoy vicerrector en el seminario de La Habana – y el P Elvis Ley, cubano – hoy párroco en Sancti Spiritus. Estaban fuera de la isla el obispo de Holguín Mons. Emilito y el Vicario General Mons. Arnaldo, párrocos en los años 80 y hasta el 2003. Vinieron representantes de las 4 congregaciones religiosas que en Sagua dejaron sus huellas: las Religiosas Apostolinas, las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, las Hijas de la Caridad de S Vicente de Paúl y las Religiosas de María Inmaculada. Invitamos también las autoridades del Gobierno y del Partido Municipal como también las responsables de Cultura. Tuvimos también la presencia de algunos hermanos de Iglesias Cristianas – presentemente están la Iglesia Adventista, Bautista, Evangélica Pentecostal, Pinos Nuevos y Presbiteriana – como también de las Logias. No es posible traducir en palabras los sentimientos y la atmósfera de esta celebración, la participación, el calor humano, la alegría… También los ausentes estaban presentes y al final de la misa se leyeron los mensajes emotivos que enviaron los padres Misioneros de los Sagrados Corazones: P Josep Amengual i Batle, Jaume Reynés, Bartomeu Pericás y Vicente Elío, y la Hna Apostolina Zonia Gamito: todos recibidos con un fuerte aplauso y con muchos recuerdos.
No se puede hablar de toda la celebración pero uno de los signos que más llegó a la gente fue durante el ofertorio. Como estábamos recordando el aniversario del templo, un joven del Grupo Juvenil Parroquial hizo una maqueta del templo y la dividió en cuatro partes que fueron presentadas por parejas de edades diferentes: un niño y una niña presentaron el piso, 2 adolescentes, las paredes, 2 jóvenes, el techo, y un matrimonio adulto, el campanario. El Nuncio recibía la ofrenda de la mujer y la entregaba al varón que iba a colocarla en una alfombra que se preparó para la ocasión – una alfombra no de tela sino de flores, hierba y otros materiales y que representaba el Parque – y allí se armó el templo parroquial. El pan y el vino fueron presentados por un seminarista y una religiosa joven Hc, ambos miembros de la parroquia.
Hasta el Nuncio se emocionó y al final de la Misa pronunció unas palabras espontáneas para manifestar su alegría al participar en esta celebración. Entre otras cosas dijo que antes de venir buscó por internet sobre Sagua pero ahora vio que la realidad es mucho mejor y se queda impresionado por la fe que el pueblo cubano ha logrado mantener. Ya ha pasado casi una semana y la gente por la calle me ve y felicita. Ciertamente no es un trabajo de una persona. Son muchas las personas que aportaron su granito y entre ellos están también ustedes que aunque no pudieron estar presentes nos mantuvimos presente en sus oraciones y pensamientos. Por eso al finalizar la Misa empecé mis palabras con un refrán que he escuchado algunas veces y que veía que vale la pena decirlo en esa ocasión: no somos todos los que estamos, ni estamos todos los que somos.
Que el Señor siga bendiciéndonos a todos y que nos de la fuerza y la ayuda para saber servir como Él. Estoy terminando esta carta en un día especial para la Iglesia en Cuba: hoy se recuerda la muerte del siervo de Dios el Padre Félix Varela, el “santo cubano” según José Martí. Que su intercesión otorgue a la Iglesia y al pueblo de Cuba un amor igual que de él hacia Dios, el prójimo y la patria y a nosotros sacerdotes, en el Año Sacerdotal, un amor al ministerio hasta el final, pase lo que pase.
En Cristo, verdadero templo
P Pablo Buttigieg